Cap. 1. Melissa.

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- ¡Melissa, deja de saltar de esa manera!

Es lo que le grita su madre cada minuto. 

Melissa es una niña de 4 años, alta para su edad, pelo castaño, ojos marrones y sonrisa en la cara ante todo...¡Ah! y también demasiado inquieta :)

Vive con su madre: Leticia, secretaria de un  colegio de los alrededores, el colegio de Melissa, y su padre, Carlos, médico en el hospital de la ciudad. Melissa vive una vida normal, de eso no cabe duda, la vida que vive una niña de 4  años, coloreando, corriendo, jugando y comiendo chocolatinas. 

Aunque, para ella su vida no es normal. Evita de todas las formas posibles el aburrimiento, salta de sillón en sillón imaginando que son rocas de un volcán, da volteretas en su cama imaginando que es una pelota, corretea por su casa a toda velocidad, creyéndose un coche de carreras, es muy creativa, muy muy creativa, tiene una sensibilidad hacía el arte, el movimiento, que no son normales a su edad.

- Ojalá nunca cambie - decía su padre  todos los días, viéndola imaginar todos esos mundos, todos esas cosas que podía hacer dentro de su cabeza.

- Ya, bueno, ojalá que nunca se estrellé contra la pared cuando se pone a correr de esa manera - le contestaba Leticia siempre.

Ojalá todos viviésemos en el mundo de Melissa.

Llegó la hora de la cena en casa de Melissa. Sopa de pollo, uno de los platos que más le gustan:

-¡Gracias por hacer sopa de pollo mami!

-De nada cariño - dijo Leticia cogiéndola en sus brazos. La cena transcurría normalmente silenciosa, hasta que Melissa rompía el hielo con sus historietas y fantasías propias de cualquier niña de 4 años.

-Acaban de abrir las matrículas para las actividades extra-escolares - dijo Leticia leyendo el mensaje que acababa de llegar a su correo electrónico.

-Oh, podríamos apuntar a Melissa a algo - contestó Carlos, que tenía ganas de ver a su hija desenvolviéndose en otra cosa.

-SI, no le vendría mal gastar energías - dijo Leticia riendo, mientras Melissa la miraba sin saber muy bien de lo que hablaban.

-¿Que actividades hay? - preguntó Carlos.

-Pues...Fútbol, baloncesto, danza, voleibol, gimnasia rítmica, tenis...

-¿Y tú que quieres hacer Mel? - le preguntó Carlos a su hija.

- No lo sé papi - le contestó su hija sin saber todavía muy bien de lo que hablaban.

-Bueno, ya lo pensaremos.

Con eso acabó la cena, y Carlos metió a Melissa en la cama.

-Buenas noches princesa - le dijo su padre dándole un beso en la frente.

¿Gimnasia rítmica? Mi vida.Where stories live. Discover now