Capítulo 7

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Aure

Estaba casi en la puerta cuando lo llamó. Suspiré entre fastidiada y aliviada por tener unos instantes más y me senté en mis ramas a esperar. De vez en cuando echaba un vistazo al salón y veía a Andreas desesperado por salir y al profesor habla que habla. Para distraerme, trepé más alto y me quedé mirando el nido que el petirrojo ya casi había terminado. Desde donde estaba era bien difícil que alguien me viera.

-¡Aure! –me jaló suavemente del tobillo.

Me asusté tanto que resbalé.

-¡Epa! Te tengo –me atrapó fácilmente evitando que me estrelle contra el suelo.

-¡Me asustaste! –protesté pero no me solté de él.

Rió. Él tampoco parecía querer bajarme pero finalmente lo hizo.

-Disculpa la demora, el profesor me obligó a quedarme más rato.

-No te preocupes… ¿qué quería?

-Nada… hablarme de mis notas y prestar atención –lo dijo de tal forma que entendí que no quería hablar de eso.

Entonces lo sentí, olía a semidiós… él olía a semidiós… y cada vez más fuerte… eso significaba que:

1.       Obviamente, era un semidiós.

2.       a) se acababa de enterar.

b) algún monstruo se había dado cuenta de que era un semidiós.

Decidí que la opción correcta era la b) y empecé a calcular posibilidades.

AureDonde viven las historias. Descúbrelo ahora