9. Una mañana más que cargada

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Capítulo nueve

Una mañana más que cargada

Me despierto con un hambre voraz. Todo lo que comí anoche desapareció, y ahora hay que llenar este barril sin fondo nuevamente. Veo que a las chicas les faltan horas hasta estar listas, y no puedo aguantar tanto tiempo hasta desayunar, además de que no me interesa ir con ellas. Como me dormí vestida no tengo que cambiarme, así que ahorro tiempo. Me toco el cabello, sumamente despeinado y tal vez enredado, y me recuerdo que no hay tiempo para eso. ¿A quién le importa salir despeinada? A mí no.

Bajo a la sala común y veo que ya hay algún que otro madrugador despierto. Entre ellos está Neville Longbottom. Lo saludo con la mano desde los últimos escalones, y luego me acerco a él.

-Disculpa mi peinado. ¿Quieres ir a desayunar conmigo?

-Oh... Oh, sí, por supuesto, Leyla.

-Genial. Se me antojan unas tostadas con mermelada de frambuesa, ¿a ti no?

Salgo por el agujero y ayudo a Neville a trepar por él. Por suerte acepta mi ayuda ahora que nadie lo ve. Estamos en el séptimo piso, así que tenemos un buen rato hasta llegar al Gran Salón.

Como pensé, no es nada fácil llegar hasta allí. Nos perdemos en varios corredores, los fantasmas nos dan indicaciones incorrectas y, después de todo, no estamos bien realmente seguros de dónde queda el Gran Salón. Decidimos seguir hasta la próxima escalera del tercer piso, que se ve más acogedora que la otra. Miramos las paredes de piedra, a ver si encontramos el tapiz del ogro que engulle un hada. Percy les indicó a los chicos que detrás de ese se encontraba un pasadizo que brindaba un atajo al comedor.

Desafortunadamente no vemos el tapiz, pero sí hay cuadros por todos lados, muchos más de los que noté anoche. Supongo que estaba demasiado cansada como para verlos. Me acerco a una mujer retratada para preguntarle si hay algún otro atajo, pero me interrumpe a mitad de frase.

-Mira a esa chica, Amfortas -le dice a su compañero de cuadro-. Es muy parecida a otra estudiante, creo que terminó el colegio hace unos años.

-Puede ser.

-Si se refieren a mi tía Bella... -comienzo a decir, pero vuelven a interrumpirme.

-Hasta tiene la misma mandíbula horrenda.

-Oigan, cuadros, ¿sabían que los estoy escuchando?

-Y es tan maleducada como la otra... Amfortas, creo que es un fantasma viviente de ella...

-Pedazo de tela estúpida -murmuro, y sonrío al ver como la mujer se ofende. Al fin me escuchan esos dos chismosos.

-¿A quién te pareces? -me pregunta Neville una vez que nos alejamos-. Oh, y no creo que tu mandíbula sea horrenda.

-Gracias, Neville, pero sé que la mandíbula está un poco rarita. Oh, a la que me parezco es a mi tía Bella. Deberías conocerla, es una mujer genial. Hace años que no la veo pero... seguimos en contacto -le digo, confiándole algo que jamás había dicho a mi familia. Claro que para él no significa nada, porque no conoce la historia.

Seguimos avanzando. Finalmente llegamos al Gran Salón. Apenas entramos veo a dos chicos, uno pelirrojo y uno de cabello color azabache, dirigiéndose a una de las mesas del fondo. No pueden ser otros que...

Leyla en Hogwarts: La piedra filosofal | (LEH #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora