Final.
¿Qué haces cuándo le demuestras amor a la persona que amas? Sientes libertad... de poder hacer lo que desde un principio quisiste.
Así se encontraban Louis y Harry, hace una semana eran oficialmente pareja, fue el mejor día del castaño, Harry llegó a su casa con un ramo de rosas, chocolates, una linda carta y por supuesto un llavero que el mismo se tomó el tiempo de hacer.
Justo como su bebé hizo para conquistarlo.
Johanna estaba fascinada, ver a su hijo feliz casi nunca pasaba, pero ahora en serio sonreía tan lindo, tan sincero que podría hacer sonreía al ser humano más triste del mundo. ¿Y quién no? Si estaba cumpliendo su sueño más grande, había tenido a Harry a su merced, pero no para obtener sexo ni nada por el estilo, si no para poder regalarle el amor que siempre tuvo guardado en su interior.
Estaban en la casa del castaño, sentados en el sillón mientras comían palomitas, veían una linda película, se llamaba: "Plegarias para Bobby", Louis retenía las lágrimas con dificultad cuando la señora, Mary Griffin abrazaba a un chico similar a su hijo, este miraba la marcha y se sorprendió cuando la mujer se acercó a su puesto. Harry lo miró divertido esperando a que llorara para poder consolarlo y besarlo hasta cansarse.
-No te rías de mi sufrimiento... esto es realmente triste. -dijo Louis, al parecer se había dado cuenta de que su novio quería burlarse.
-Lo siento amor, solo esperaba el momento para besarte. -rió divertido el rizado. Pero era la verdad ya no podía aguantar más.
Atrajo la espalda del británico a su pecho y bajó un poco su cabello a la altura de sus pectorales para darle un beso lleno de cariño, eso era lo más hermoso, la magia se podía sentir porque en cada caricia, en cada roce, se transmitían con tanto pero tanto amor que no podía ser un juego o una relación de un tiempo.
Sin duda, Louis y Harry poseían el amor más puro, pocos lo creían pero muchos observaban su verdadero estado. Y se podía notar a kilómetros que cuando estaban lejos uno del otro, cuánto les afectaba.
-Te amo tanto Louis. -susurró Harry al oído del castaño para que solo él pudiera escuchar.
-Yo también te amo mucho Hazz...-dijo Louis, oh... este amor sí valía la pena...
Una canción se empezó a escuchar en el estéreo, Johanna salió de la sala con una sonrisa traviesa. Era "Marry me" de Jason Derulo.
Harry observó los profundos ojos azules que tenía su bello novio, estaban brillosos, solo como los verdaderos enamorados se miran, por medio de la mirada se transmiten muchos mensajes, y Louis estaba transmitiendo todo lo que sentía en esos momentos, hasta que una lágrima resbaló por su mejilla, Harry la apartó con su pulgar sonriendo.
-¿Por qué lloras bebé? -preguntó con ternura, ahora las lágrimas eran incontenibles, una por una escapaba de sus opacos ojos.
-105 es el número que me viene a la cabeza... cuando pienso en todos los años que quiero estar contigo...-empezó a cantar al ritmo de la canción. Harry abrió los ojos sorprendido. -Despertar cada mañana contigo en mi cama, eso es precisamente lo que quiero hacer...-continuó cantando, Louis tenía una voz preciosa.
-Y sabes que uno de estos días, cuando consiga mi dinero, te compraré todo y te mostraré todas las cosas buenas de la vida. -cantó Harry con su voz de contratenor.
-"Siempre" será suficiente, así que no hay necesidad de apresurarse, pero un día voy a ser capaz de preguntarte lo bastante alto, diré: "¿Quieres casarte conmigo?" -ahora ambos cantaron al unísono, creando una hermosa melodía.
