❄Capítulo 2❄

3K 260 45
                                    

- Luce hermosa, Princesa -dijo una de mis doncellas encargada de arreglarme para salir a conocer a mi prometido que debe de estar por llegar. De solo decir la palabra "prometido" siento un desagradable gusto amargo en mi garganta que me dan ganas de llorar, pero una princesa nunca llora y mucho menos yo.

- Gracias chicas, ahora déjenme sola... Por favor -ellas se miraron de reojo pero obedecieron y se retiraron de mi habitación luego de una reverencia.

Estúpidas formalidades.

Estaba sentada frente a mi gigantesco tocador de hielo, observando mi reflejo brillar pero cubrí mi rostro con ambas manos porque no puedo hacerlo. Estoy usando un largo Dress coat color azul acero para cubrir mi camisa y el pantalón palazo negro que traigo puesto. No acostumbro usar los vestidos porque no son de mi agrado, en casa siempre uso pantalones pero cuando vienen visitas me veo obligada a utilizar el vestuario "formal". Para mí los pantalones rectos y anchos son formales pero mi padres se abstienen a las modernidades. Lo único que me permiten usar, son mis botas favoritas, unas botas negras de cuero y taco fino tan altas como para alcanzar la altura de mi hermano pero ésta vez me obligaron a utilizar unas más bajas ya que (según Bengi), el Príncipe Harold II es de su altura y a ningún "Hombre" le agrada que la mujer esté a su misma altura.

En mi opinión, saber eso de él no lo hace ver mas atractivo. No me gusta que me exijan cosas pero de todas formas obedezco porque si no lo hago me obligarán a abandonar a Rohan. Hablando de él, quité las manos de mi rostro y me giré para observarlo sentado junto a mi muy educado con su collar de cristal. No puedo ponerle ropa ni un moño en la cabeza así que se conforma con utilizar un elegante collar de "macho".

- Nos vemos horrendos, ¿No lo crees? - recibí un bufido de su parte. Levantó su gigantesco trasero del piso y se acercó a mí para que acariciara su gran cabezota. Rodeé su cuello con mis brazos y lo apreté con mucha fuerza. Él es el único a quien realmente amo con todas mis fuerzas y jamás me cansaré de abrazarlo.

Rohan ronroneo una vez mas, tenía sus ojitos cerrados gozando el momento hasta que nos interrumpieron...

- Entonces sí tienes sentimientos. ¡Que gran noticia para la ocasión! - dijo Bengi utilizando su traje formal de estilo militar con sus medallas y el escudo de plata de Wintery deslumbrando sobre su corazón. Presumido.

- Mis sentimientos fueron entregados completamente a Rohan y jamás le pertenecerán a alguien más, mucho menos a ti -le lancé una fría mirada fugaz y volví mi atención a mi Bb.

- Oh hermanita, nunca he conocido una dama más complicada y extraña que tú .

Se acercó para tomar mi mano, obligándome a soltar a Rohan y ponerme de pie frente a él de forma que pudiera observar mi atuendo. El Dress coat realmente parecía un largo vestido entallado de mangas largas. Mis pies no podían ser apreciados a pesar de estar usando tacones. Luzco cabello suelto para presumir mis perfectos bucles de color pálido al natural, ya que detesto los peinados. Lo único que adorna mi cabeza en éste momento es mi tiara de plata y diamantes.

- Tienes mucha suerte de ser mi hermano y no mi prometido -comenté, y por lo visto dije algo gracioso sin darme cuenta porque él rió. El pobre de Rohan reclamaba nuestra atención con fuertes suspiros y leves gruñidos...

- Tú también luces excelente, Rohan. Eres todo un felino real -él se sacudió como respuesta. Debido a su tamaño es un poco torpe y por poco me golpea.

Skaði. The Goddess of winter.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora