El mercader de la muerte #1 (H.S) |Editando|

*~Capitulo 35*~

*Skyler*

Oh dios. Oh dios. En un día habían pasado tantas cosas. Pero el echo de que mamá hubiera despertado era casi mágico. Además de ser un milagro. Se preguntaran ¿Por qué no la desconectaban?, bueno la respuesta es esto. Sí, esto. Papá jamás quiso que muriera, y dejo escrito en un papel notarial que no se le desconectará hasta que muerieramos Chaz y yo. Además, jamás hemos optado por la eutanacia, siempre tenemos la esperanza, y ya ven, los milagros pasa. 

-Louis- el chico estaba manejando me mando una rápida mirada para que continuara -¿Cómo sabes de mamá?- 

-Luego de que me fui de tu casa, llamaron a Chaz- asentí, mierda, Chaz -Me dijo que no te avisara a tí, pero bueno, no tengo tratos con él- 

Pestañe un par de veces -¿Chaz no quería que supiera que por fin mi madre había despertado?- 

-Am, pues sí. Sabes que Chaz ha cambiado- Miré por la ventana, estaba frustrada

-Eso no le da derecho a nada. Teresa tambien es mí madre- 

-Siempre quise saber por qué tu madre tiene un nombre tan raro- Louis cambió el tema.

-Ah. Pues, ella no es británica- el asintió -Es...mexicana- 

-¿Estas de broma?- negue divertida -Joder. Ahora todo tiene sentido- 

-Sí, aquí muchos le dicen 'Teriza'. Les cuesta pronunciarlo- 

-Ajam. Por lo visto a tí no-

-No. Siempre me enseñó como llamarla. Bueno, el poco tiempo que logramos compartir- 

-Tranquila. Ahora mismo la veras- Louis estaba aparcando el vehículo en el hospital, la casa de mamá por 10 largos años de sueño, dios, que ganas tenía de verla. 

-Espera- me frenó Louis 

-¿Qué diantres?- reclamé

-Primero hay que asegurarse de que Chaz no esté aquí- 

-Al demonio Chaz- dije avanzando. Louis intentó detenerme pero me safé de su agarre y caminé hasta el ascensor. Louis subio tras de mí

-Nos va a matar si estamos aquí- anunció Louis

-He oido unas diez mil veces eso en pocos meses. Creéme- 

-Vale. No sé como no le tienes miedo a tu hermano-

-¿Tu le tienes miedo a un idiota como Chassé?-

-No lo subestimaría tanto- 

-Con migo no puede pasarse mucho de la raya, menos ahora que mamá esta bien-

-Sí, pero yo estoy a su alcance- 

-No te preocupes por él- Louis rodó los ojos. 

El ascensor se abrió, dio paso a una sala llena de enfermeras, todo era muy blanco, un blanco extremo cegador que daba ganas de vomitar. Me adelanté hasta el mesón donde una mujer de unos 30 años me atendió. 

-La señora Tereza Benett- Sí, ella llevaba el apeyido de papá desde que se casaron, lindo ¿no?

-¿Eres familiar?- Asentí

-Su hija- 

-Puedes darme tu nombre, tesoro- Iugh que 'dulce' 

-Eh claro. Skyler Jane Benett- ella tecleó algo en su computador y me miró