— ¿Te gusta?... —pregunte excitada ante el magnífico roce que me proporcionaba hacerlo. Asintió mientras cerraba los ojos.

Me aleje de él mientras lo miraba. —Tócame. —murmure.

Sus ojos rápidamente se abrieron al escuchar mis palabras.

—Sé que el monstruo ahora soy yo pero siento que moriré si no me tocas. —confesé sonrojada.

Sin decir nada quito una de sus manos de mi cintura y la acerco lentamente hacía mi pecho, su mirada en todo momento estuvo sobre la mía. Un leve gemido salió de mis labios al sentir su tacto caliente sobre mi seno.

—Aprieta. —murmure con los ojos cerrado. Un siseo se me escapo al momento en que senti como su mano me estrujaba agresivamente.

Moví mi cintura hacía adelante ante aquel tacto maravilloso. Un leve gemido salió de sus labios. Abrí los ojos dándome cuenta de que aún mantenía aquella erección desde que vimos pornografía. Una sonrisa de escapo de mis labios.

—Tranquilo.—murmure. —Te haré sentir bien.

Me separe de él mientras sentía como sus manos se alejaban de mi cintura y como el frío comenzaba a llegarme. Aquel bulto que yo escondía entre mis muslos me daba a ver que de seguro le dolía. Lo mire.

— ¿Te duele? —pregunte mientras mi mano rozaba la tela. Gimió en respuesta para luego asentir tímidamente. — ¿Te quieres masturbar? —volví a preguntar mientras veía sus labios rojizos.

Su cara ahora parecía un poema, sus mejillas parecían dos focos rojos y sus ojos se encontraban llenos de sorpresa.

— ¿O quieres que yo lo haga?

—S-sí. —murmuro.

— ¿Qué? No escuche. —cerro los ojos y suspiro.

—Quiero que me masturbes...—susurro a duras penas. Abrió los ojos para mirarme avergonzado.

Sin decir nada lleve mis manos a su pantalón y lentamente lo baje, tembló al sentir como mis dedos fríos tocaban su ingle y parte de su bóxer. Lo baje igualmente sintiendo su mirada sobre mí.

Mis nervios aparecieron cuando vi su pene erecto frente a mí entre la oscuridad, lleve mi mano hacía su glande mientras apoyaba la otra en uno de sus muslos. Gimió al sentir como apretaba su pene entre mi mano y bajaba lentamente hasta chocar contra sus testículos. Repetí la acción mientras lo miraba cerrar sus ojos y respirar entrecortadamente.

—Más...—suplico. Lo mire.

— ¿Más qué? —me hice la desentendida. Llevo sus manos hacía su boca en un intento de callar sus gemidos.

—Más rápido...—acelere mis movimientos sintiendo su miembro caliente y palpitante entre mis dedos.

Sus gruñidos y gemidos eran silenciados por su mano la cual en cierto modo me estorbaba. Quería oírlo gemir, saber que le gusta y que ruegue por más.

—Tae... Quita tus manos de tu boca. —ordene mientras intensificaba el movimiento, gimió.

—Si lo hago... T-tu madre nos... Mmm—apretó sus manos aún más.

—No creo que este despierta a las tres de la mañana... —susurre.

Asintió mientras quitaba sus manos de su boca y las enroscaba entre mis sabanas. Pude sentir como mi mano se tensaba y comenzaba a dolerme así que deje su pene desnudo mientras me alejaba. Su mirada fue hacía la mía con un deje de confusión y excitación. Sin dejar que hablara me subí sobre el haciendo que su pene erecto fuera cubierto por la tela de mis pantalones pija meros.

Su fuerte gemido inundo por completo el cuarto silencioso, coloque mis manos en su pecho mientras gemía levemente.

No podía negar que no me había gustado.

Moví mi cintura haciendo que la tela rozara de manera rustica contra su glande.

—Maldición. —murmuro mientras cerraba los ojos fuertemente.

Gemí al sentir su pene en mi entrada, me acerque a sus labios y lo bese. Acepto mi beso pero rápidamente saco su lengua dejándola ante mi vista, sabía lo que quería así que la chupe mientras comenzaba a moverme de manera lenta y dolorosa para ambos. Su lengua se separó de mí para poder gruñir ante la fricción. Lleve mis labios a los suyos y lo mordí al sentir como el vaivén se intensificaba, mis manos se volvieron puños sobre su pecho mientras sentía como su pene quería entrar en mí pero la tela no se lo permitía.

Me separe de sus labios y pegue un brinco sobre su pene.

—Sune...—murmuro mientras mordía sus labios fuertemente. Volví a pegar otro brinco sobre él haciendo que esta vez yo gimiera fuerte. —Por favor más. —susurro mientras llevaba sus manos a mi cintura y me comenzaba a levantar haciendo que saltara sobre su pene. — ¡Ahí! —exclamo mientras intentaba meter su glande más a fondo de mi tela. La entrada de mi vagina se encontraba caliente y húmeda podía sentir como estaba a punto de llegar a mi orgasmo.

—Tae. —susurre mientras seguía moviéndome, aquella fricción era malditamente placentera. Mi pecho comenzaba a sudar debido al calor —Me voy a...

No pude terminar al momento en que sentí como mi orgasmo dejaba mi cuerpo y caía sobre mis pantalones. Tae rápidamente gimió al sentir mi líquido escurrirse de las telas y caer sobre su pene.

Llevo sus manos a su miembro y lo alejo de mi entrada para descargar su esperma afuera de mis pantalones.

Aquel líquido viscoso y blanquecino cayó sobre su abdomen manchándolo por completo.

Aún excitada lleve mi boca hacía su abdomen y mientras me miraba expectante pase mi lengua por este recogiendo un poco de su semen caliente.

Gruño al sentir mi lengua delinear su ingle y ombligo, su sabor era amargo pero adictivo, pase repetidas veces mi lengua por su abdomen limpiando la zona afectada.

Luego de levantar la cabeza y mirarlo se acercó a mí y tomándome por el cuello me beso apasionadamente. Su semen se mezcló con su saliva y parte de la mía mientras chupaba mi lengua desesperado.

—Sune. —murmuro entre mis labios. —Quiero que vuelvas a ser mi monstruo.

「A Oscuras」 ;+k. thDonde viven las historias. Descúbrelo ahora