«Basada en B gata H kei»
Tras varios intentos torpes de incitar a Harry a tener sexo con ella, la hermosa, popular y virgen Rachel, tiene que aprender que lo más importante, antes que el sexo, es el amor. Y que antes de aprender a copular, deberá ir...
Capítulo 8 "¿Una rival? ¿Quién es esa chica talla F?"
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Rachel - punto de vista.
Habíamos entrado a clase, y yo estaba sentada en mi puesto. Estaba lista para hacer mi plan de llevar a Harry a mi cama y tener mi primera vez. Lo primero que tenía que hacer era seducirle. Ya habíamos tenido una cita, lo que me daba una ventaja y más. Harry entró al aula y acomodó las cosas de su pupitre.
—Harry— lo llame, captando su atención. Él volteó la mirada sorprendido y me miró. —Bueno días— y le di mi mejor sonrisa.
Vi como Harry se puso rojo ante mi repentino saludo. ¡Punto crítico!
—B-Buenos días— dijo sin mirarme y sentándose en su puesto.
Reí maliciosamente dentro de mí. Los vírgenes son tan fáciles después de todo, que tierno.
Hoy tenemos reunión del comité de la Biblioteca, así que quizá tengamos la oportunidad de estar a solas otra vez. Bueno, no hay que acelerar las cosas.
Cuando terminaron las clases salí tranquilamente por el pasillo. No tengo porque preocuparme. La única chica con la que Harry frecuenta es su hermana así que... me detuve en seco.
A lo lejos podía ver como Harry estaba hablando con otra chica.
¡¿QUIÉN ES?!
Me escondí detrás de un pilar para poder escuchar la conversación.
— ¿Qué ocurre?— Harry le dijo a la chica misteriosa.
—Umm. Ya sabes— ella respondió.
Calma Rachel. Seguro solo le está preguntando algo. Si, debe ser eso.
—Hice algunas galletas, así que si quieres algunas— la chica dijo ofreciéndole de estas en un pequeño saquito de color rosa.
¿Galletas? ¿Le hizo galletas? ¡No puedo competir con eso! ¡Más te vale no comer ninguna Harry!
— ¿Puedo coger una?— él pregunta mientras saca una del saquito rosa.
¡Traidor!
Al probar una, Harry puso una cara de disgusto. —Sabe mal— dijo.
¡Bien! No le gustaron. Punto para Rachel.
Pero si tú no has hecho nada.
— ¡Oh no! ¿Tal vez se mezclaron con las quemadas?— ella dijo, roja de la vergüenza.
La miré mejor. Ella tenía el cabello largo, amarrado en un coleta y un flequillo tapaba su frente y llevaba gafas. Además de que era torpe. ¡¿Acaso a Harry le gustan las chicas torpes y con gafas?!
—T-Toma otra— insiste nuevamente. Harry asintió tomando otra galleta.
—Las demás están bien— sonríe, luego de probarla. —Están deliciosas.
