Capítulo 3

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-Cariño no nos podemos permitir ir los tres a la boda, es un gasto muy grande, así que iras tu sola, total no te pasará nada -hizo una pausa -ya sabes que la familia Horan siempre te trato bien, y seguro que no te aburres.  

-Pero mamá, a mi sola me da mucha vergüenza  

-Como te va a dar vergüenza si ellos practicamente te vieron crecer, no digas tonterías ¡Eh!  

-Vale -al fin y al cabo era mejor qe no fueran, así por lo menos tendría mi espacio y no los tendría a ellos molestándome cada dos por tres -por cierto, mañana tengo una pequeña fiesta en casa de Greg, vamos los amigos más íntimos y algunos familiares.  

-Bueno, no hay problema -dijo mi padre.  

-Venga ahora a recoger la cocina.  

Nos levantamos todos y recogimos la cocina, mi madre lavaba los platos, mi hermana limpiaba la mesa y mi padre el mesado y esas cosas, a mi hoy me tocaba barrer y fregar. Después de todo eso me fui a mi habitación, estaba cansada y apenas eran las 23:17 así que decidí irme a dormir.

Mi despertador sonó a ritmo de "Thruft Shop" y tengo ganas de empezar el día, más ganas de lo habitual. Baje a la cocina aun en pijama y tome el desayuno, un par de magdalenas y un zumo. Subí a mi habitación corriendo y me puse un pantalón de pijama, una camiseta y me recogí el pelo en un moño de lo más chapuza que pueda haber, ya estaba preparada para limpiar la casa. hacer camas, limpiar el baño, barrer, fregar, quitar el polvo, vamos lo que siempre tienes que hacer en una casa, pero con la gran ayuda de la música, para así hacer este trabajo mas llevadero.  

Cuando mire la hora casi me da un infarto, las 13:08 recogí todo (fregona, escoba, limpia-cristales...) y me fui a la cocina corriendo, mis padres llegaban en poco mas de media hora, pero menos mal que la comida era fácil de hacer. Hice la comida corriendo, cuando llegaron mis padres y mi hermana todo estaba listo y la mesa puesta. Comieron y ya se fueron, mis padres a trabajar, mi hermana a natación.  

El resto de la tarde pasó mas tranquila, no tuve nada que hacer, asolo me dedique a estar en el portátil, acomodar un poco mi armario y poco más. A eso de las 18:30 me fui a la ducha, me duche tranquilamente y me prepare para la fiesta, me puse unos pantalones a rayas blnacos y negros con una blusa algo transparente ne color negro y tanto el bolso como los zapatos de tacon y los accesorios en color azul claro. Estaba mas entusiasmada de lo normal la verdad. Acabe de meter un par de cosas en el bolso, pille mis llaves en el recibidor me fui.   

Llevaba unos 20 min en casa de Greg y Denise, y aun no los había visto, y eso que mucha gente lo que se dice no hay, somos unas 20 personas. Me acerque a una pequeña mesa en la que estaban las bebidas y me serví una copa de champán.  

-_____ ¿Que tal estas?  

-Señor Horan, que bien le veo -dije con una gran sonrisa  

-Por favor, sabes de sobra que para ti soy Bobby, no me digas lo de "Señor Horan" que me siento viejo, y no creo que lo sea -soltó una carcajada.  

-Claro que no Bobby, todavía eres un chico, estas en la flor de la vida -los dos nos reímos, la verdad es que es un hombre adorable -¿Vino Maura?   -Oh, sí claro que vino, ¿aun no la viste?  

-Pues la verdad es que no, hace que no la veo, desde las navidades cuando estuvo aquí para celebrarlas con vosotros.  

-Ya no te doy más la lata, ve a buscarla.  

Me fui a buscar a Maura, la verdad es que es una dulzura de mujer, tengo muchas fotos con ella cuando era pequeña, poco después ellos se separaron, pero aun así llevan muy buena relación.  

-¡Maura! -la abrace.  

-La pequeña _______ que ahora ya no es tan pequeña -sonreí -¿Qué tal estas cielo?

-Bien, como siempre, feliz de poder acompañar a Greg y a Denise en este día tan importante.  

-¿Has visto a Nialler?  

-Ah, si esta mañana en una revista que tenía mi hermana en su habitación -nos miramos las dos a al cabo de unos segundos nos pusimos a reír.  

-Cada día que pasa me sorprendes más.  

Maura se alejo de mi mientras aun se reía por lo que le había dicho, la verdad es que la última vez que vi a Niall fue hace más de un año, pese a que vino aquí muchas veces desde eso yo apenas lo vi. Me dirigía a la mesa para llegar mi copa con un poco mas de champán. Pero como no, mi torpeza no me deja sola ni un solo minuto. Pise uno cable y me caí de culo. Vamos el ridículo de mi vida.  

-________ ¿estás bien? -me dijo Greg algo nervioso.  

-Si si, tranquilo Greg, no fue nada.  

Me ayudo a levantarme del suelo, aunque en ese momento prefería que la Tierra se hubiera abierto y tragado para dentro, esto era un ridículo espantoso, pero como no, yo siempre tengo que dar la nota. Después de ayudarme a levantarme me fui al baño, ya que en la caída rompí mi copa y clave algunos cristales en la palma de mi mano. La limpie con un poco de agua y jabón,  y le quite los cristales que aun me quedaban, abrí uno de los armarios y cogí un pequeño botiquín. Al cabo de un rato salí de allí con una gasa en mi mano para ver si así me paraban de sangrar uno de los muchos cortes que tenia en ella.  

Salí al jardín y me senté en un sofá que tenían fuera, coloque mi móvil encima de la mesa que tenía delante me descalce y me acurruque en una esquina del sofá. Había hecho el ridículo de mi vida, no quería volver ahí dentro por si se reían de mí. Estaba contemplando el cuelo estrellado cuando alguien se sentó a mi lado.  

-¿Cómo te encuentras?  

-Bien, me duele un poco la mano, pero no pasa nada -dije sin mirarlo.  

-¿Qué miras?  

-El cielo, está despejado no hay ni una sola nube, y las estrellas se ven preciosas.  

Decidí mirar a la persona que me estaba hablando, ya que desde que me dijo las primeras palabras yo aun no había quitado la vista del cielo. Al mirar quien me estaba hablando aun me dio el doble de vergüenza...

The weight of fameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora