Capítulo VII: Acepto. ✒

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Nuevamente en esa sala de juntas, todos me miraban confundidos y esperando respuestas, esta vez Madara no estaba, no me convenía traerlo en esta ocasión, así que decidí resolverlo con los demás clanes.

―A mi no me parece una mala idea. ―uno de los Yamanaka se había levantado, dando apoyo a mi idea.

―¡¿Yamanaka-san? ¿Lo dice en serio?! ―El rostro de Tobirama era muy cómico, todavía no procesa siquiera la noticia que hace tres días di.

―Los Uchiha son una parte bastante importante del Mundo Shinobi, los poseedores de un Kekkei Genkai de esa altura son bien reconocidos y bastante hábiles con su fuerza, ¿Quienes mejores para cuidar de la seguridad del nuestra gente que ellos?

Así es, había llegado el día de hoy en busca de una cosa: darles su lugar al clan Uchiha. Ofrecerles el control total de la seguridad de nuestra aldea, hacerlos parte de nosotros.

―Hokage-sama ¿Usted que piensa? ―La princesa del Clan Nara se había levantado, interesada sumamente en el tema.

―Me parece que Yamanaka-san tiene mucha razón, es justo que al clan Uchiha le demos su lugar, Madara fundó esta aldea junto a mi, como un Uchiha merece algo más que sólo vivir en ella. Apoyo completamente la noción.

Suspiré feliz, mi idea había sido un éxito, a más de la mitad del comité de la aldea le había gustado la sugerencia y como no hacerlo, aun estamos en tiempos de guerra, en cualquier momento alguien se podría levantar en contra nuestra, independientemente de los países, aun hay clanes inconformes acerca de las aldeas, así que debíamos movernos con sumo cuidado y claro, buscaba que Madara me ayudase.

―Pero a todo esto ¿Dónde se encuentra su prometido, Yagura-sama? ―Otra vez ese Hyuga.

―Vengo en su representación, se encuentra un tanto ocupado en asuntos sumamente importantes dentro de su Clan, así que esta vez yo tomaré su palabra. ―Respondí, mirando con seriedad al Hyuga frente a mi.

Bien, quizás en esta ocasión estaba mintiendo más de lo que esperaba, Madara no estaba enterado de esta reunión -o eso esperaba-, mi intención era regresarle el favor que esperaba yo, él me hiciera.

―A pesar de que la idea haya sido bien tomada, necesitamos que Madara firme los documentos de aceptación. ―Dijo Hashirama con una leve sonrisa, parecía gustarle la idea.

―De eso me ocuparé yo, haré todo el papeleo, es necesaria la firma de los 4 clanes aliados y el Hokage ―mencioné, levantándome de mi asiento―. Si no hay ningún problema iniciaré ya mismo, se da por cerrada está junta.

Con esto salí de la sala, en dirección a la oficina de mi hermano, el papeleo lo haría desde ahí, mientras más rápido lo hiciese mejor, podría ir a ver a Madara, era una buena sorpresa.

―Yagura. ―Miré sobre mi hombro, era Tobirama.

―¿Qué es lo que quieres? ―pregunté aun viendo los documentos que utilizaría.

―¿Seguirás con esta mentira?

―Escucha, Tobirama, sé que tu todavía no aceptas mi relación y lo entiendo, pero por favor, déjame en paz, no tengo 15 años para que sigas insistiendo.

―No me tragaré ese cuento, si lo haces por capricho...

―¡No es ningún capricho, Tobirama! ―dejé los papeles en el escritorio, enfrentándolo― Si yo quiero estar con Madara, eso a ti no te importa...

―¿Por qué...? ¿Por qué lo elegiste a él?

―Quizás el sea la persona que yo esperaba.

―Un asesino...

―No tienes derecho a llamarlo así, cuando no sabemos siquiera quien fue el culpable de la muerte de Itama.

―¿Estas muy segura de eso?

―Lo estoy, tan segura como el que tu asesinaste al hermano de Madara, tu no eres mejor, Tobirama.

Con rapidez tomé los papeles a firmar, saliendo de la oficina de Hashirama.

Dolía, dolía esa distancia que se había creado, no sabía si todo lo que estaba haciendo valdría la pena, aunque, si Madara me perdonaba, todo estaría bien.

...

Entrando al distrito Uchiha, era muy incomodo, habían personas que me miraban bien, mientras otras sólo esperaban matarme con la mirada y no los culpaba. La casa de Madara se encontraba en el fondo del distrito, ya frente a la puerta toqué, sin recibir respuesta, insistí, sabía que él estaba ahí y también comprendía que no quisiera verme, pero yo no me rendiría.

―¡Madara, traigo algo muy importante! ―exclamé sin necesidad, sabía que él estaba detrás de la puerta, pensando en si abrir o no.

La puerta se abrió, dejándome ver a Madara con su ropa común, parecía no estar haciendo nada, su mirada se veía cansada y supongo que harta de mi.

―Buenas tardes, Madara.

―¿Qué es lo que quieres? Te dije que no te ayudaría.

―Es algo que quisiera hablar contigo a solas, me duele la nuca de que tu gente me mire horrible. ―comenté mientras presionaba sobre mi pecho el pergamino.

―Pasa.

Entré, su casa completamente limpia, todo en orden, aunque parecía nadie vivir aquí.

―¿Y bien? ―sus brazos estaban cruzados, lanzándome una mirada acosadora.

Tomé asiento en su Kotatsu, palmeé a mi lado, buscando que se sentase conmigo. Esta tomó asiento frente a mi. Ya sentado, extendí el pergamino con la autorización de la aldea.

―¿Y esto?

―Es un tratado del Hokage y los 4 clanes de la aldea, ellos aceptan el hecho de que tu clan se ocupe de la seguridad de la aldea, buscaban a los más fuertes, los sugerí a ustedes.

―¿Qué planeas ganar con esto? ¿Que entre en tu mentira?

―Te dije que te compensaría Madara, si no quieres ayudarme esta bien, pero quería que tu clan se sintiese parte de la aldea.

Tomó el pergamino, abriéndolo para leer, su rostro serio se veía concentrado, examinando el pergamino. Si Madara no aceptaba mis disculpas de esta forma, lo dejaría todo, ya daba igual, buscar su aceptación.

―Esta bien.

―¿Cómo? ―pregunté confundida.

―Acepto, lo hablaré con el Clan primero, pero yo lo acepto.

―¿Aceptas el tratado?

―Acepto tus disculpas.

Lo miré con sorpresa, sin contenerme le lance para abrazarlo, estaba bastante feliz de que todo resultara.

―¡Gracias, Madara!

―Yagura...

―¿Uhm? ―me separé de él para mirarlo, se veía todavía bastante serio.

―La boda... ¿Cuando será?

―¿Lo estas... diciendo en serio? Creí que no querías ayudarme.

―Estas ayudando a mi clan, te ayudaré yo a ti.

Lo abracé nuevamente, con fuerza y alegría, todo había resultado, finalmente, quizás sería la señora Uchiha, pero por Madara, eso no me molestaría ya.

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Gracias por leer!

-Nova.

El Verdadero Sentimiento Uchiha | Madara Uchiha |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora