Capítulo 8

79 5 0
                                    

Al día siguiente tuve que recoger mis cosas y llevarlas a la casa de la abuela, después de una larga y casi interminable discusión con mi padre, llegaron a la conclusión de que me quedaría en la casa de Bonie, aunque yo aun así a pasar la mayor parte de mi tiempo con mis padres, considerando que ellos estarán pronto en Los Ángeles.

Antes de irse de Londres mis padres decidieron hacer un pequeño recorrido visitando al resto de la familia. Nuestra primera parada fue en la casa de la tía Jenna y el tío Thomas, me gusta visitarlos porque siempre estamos lejos de ellos y a pesar de que hable de vez en cuando con mis primos por videollamadas no es lo mismo que estar aquí, frente a ellos. Además, la hermana de mamá es muy... moderna y demasiado genial, ni hablar del tío Thomas. Después de habernos puesto al día con mi primo Jerome y Hanna, con tía Jenna haciendo sus comentarios recurrentes que a veces o casi siempre le molesta a mamá, pero que al resto le agrada que ella sea así de directa, incluso si Zayed y yo estamos cerca.

Mientras me despido de mi prima Hanna, me doy cuenta de que cada vez se parece mucho más a su madre, incluso en la forma de ser, por eso en varias ocasiones ha peleado con la abuela Bonie, quien siempre trata de moldearnos como señoritas muy educadas y hermosas, pero Hanna nunca se le queda callada, es por eso que ella y yo nos llevamos tan bien, la única diferencia es que a veces se cuándo quedarme callada y cuando se trata de la abuela Bonie, lo hago.

Hanna es bastante parecida a la abuela Bonie, desde el punto de vista que le gusta tener siempre una buena imagen, siempre está muy a la moda y perfectamente arreglada, pero cuando la abuela quiere corregir su forma de vestir o de hablar, ella no tarda en decirle: "es mi cuerpo y mi vida, a nadie más que a mi debería importarle" y así es como empiezan las discusiones que el tío Thomas sabe muy bien cómo arreglar.

En cambio, yo, no soy tan apasionada a la moda como ellas dos, solo cuando me veré con la abuela Bonie me esfuerzo mucho para lucir muy bien, precisamente para no discutir con ella, en ocasiones tengo pintura o restos de tizas en los dedos, claro que Bonie se ha dado cuenta y medio me ha regañado por eso, así que me mantengo callada y no hago más nada que bromear al respecto y así es como logro hacer sonreír de vez en cuando a mi abuela, que siempre está tan seria.

Terminamos nuestro recorrido visitando a los demás, al tío Harry con su reconocido cabello largo y su forma de vestir bastante a la moda para ser un hombre de la misma edad de mi padre viste muy raro, en realidad creo que es el único al que le queda bien una camisa de flores en conjunto con sus pantalones. Claro que sus hijos también heredaron ese estilo, y cómo no, si su madre también luce como una modelo.

Por suerte encontramos al tío Lawson y Liam en casa de Harry, quienes pusieron casi toda su atención en mi hermano, que ahora es el más alto de nuestra familia, y ese fue motivo para molestarlo con el asunto de las chicas, y como de guapo se había vuelto. Yo seguía igual que la última vez que me vieron, que fue la navidad pasada, así que no fui objeto de atención, por primera vez y se sentía bien pasar desapercibida.

Nos enteramos que Nigel y el tío Bryan no estaban en la ciudad para esta fecha, así que ahí termino nuestro recorrido.

La noche había caído así que terminamos cenando en un lugar cerca de casa; durante todo el día no había pensado en todo lo que estaba pasando en mi vida, me encontraba muy ocupada hablando de chicos con mis primas, y por supuesto que para ellas Zayed había cambiado bastante, ha pasado de ser un niño tierno y lindo, a ser un chico muy alto y atractivo para las muchachas. Ser su hermana en este proceso de su transición no ha sido realmente fácil, ahora las chicas se acercan a mí a pedir su número, eso cuando no lo hacían directamente. Incluso mis primas admiten que está muy diferente. Para mi sigue siendo el mismo Zayed de siempre, solo que ahora se preocupa más por su físico.

Escape: Brooke © PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora