Me recordaban a los Niños Perdidos de Peter Pan, salvajes y rebeldes, pero más adultos de una manera que sólo podría describirse en una palabra... sexy.
Traducción autorizada.
ADVERTENCIA: ¡Este capítulo puede ocasionar antojos de chocolate incontrolables!
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Para el tiempo que me había bañado, cambiado y manejado al centro, estaba diez minutos tarde. No tan mal en el gran esquema de impuntualidad, pero terrible para mi primer día de trabajo. Si Sophia me despedía, lo juro por Dios, arrastraría a Fletcher de sus entrañas de este tonto pueblo al infierno y de regreso. Dudaba que si me despedían de la tienda de dulces pudiera convencer a Ruby a dejar esta mierda de un-trabajo-desarrolla-carácter, y luego realmente tendría que solicitar al boliche. El pensamiento de manejar zapatos usados por un verano entero me hacía encogerme.
Para colmo de males, estacionar en Coldwater era una pesadilla.
Lugares de pago alineaban las calles, pero no estaba de humor para preocuparme de estar echando monedas a un parquímetro durante mi turno. Después de dar otra vuelta alrededor de la plaza principal, estacioné en la cafetería, sin darle importancia al letrero de 'Sólo Clientes', y me salí. La humedad estaba particularmente brutal hoy, sofocante y pegajosa, y eso significaba que mi cabello aún mojado no iba a sobrevivir. Me iba a ver como una bola rizada en cuestión de segundos, así que me apuré bajo la acera, y jalé mis rizos dentro de un moño desordenado para minimizar la melena.
Cuando llegué a Kandy Kane, Sophia estaba rellenando la vitrina grande junto a la caja. La puerta estaba cerrada, así que toqué en la ventana de la tienda para llamar su atención. Ella se sobresaltó, alzó la vista, y al darse cuenta que era yo, sonrió.
Eso era una buena señal, ¿cierto? Nadie le ofrecía a alguien una sonrisa antes de despedirlos. A menos que fuera una persona cruel, pero Sophia no parecía el tipo.
"Lo siento mucho," me disculpé tan pronto me dejó entrar. "Esta mañana no salió como planeado."
Las esquinas de la boca de Sophia se torcieron al tomar en cuenta mi apariencia. "Puedo ver eso. ¿Qué pasó?"
"Tuve que lidiar con un borracho idiota."
"No quieres decir Briella, ¿o sí? Ella normalmente no toma."
"No, ella no. Fletcher, su amigo imbécil."
Al mencionar su nombre, Sophia frunció el ceño.
"¿Supongo que lo conoces?"
Ella asintió con la cabeza. "Pueblo pequeño, ¿recuerdas?" Abrió su boca como si iba a decir algo más, pero luego dudó, apartando la vista de mí y haciendo su fleco para atrás. "Entonces, eh... no sabrías por qué estaba en la casa de los Brooks, ¿o sí?"
Alcé una ceja—¿por qué tan interesada, Sophia?—pero contesté de todas manera. "Aparentemente Briella lo ha estado dejando quedarse en la recámara de invitados sin que Ruby sepa. La habitación es mía ahora, pero eso es algo que Fletcher todavía no entiende. Fui a correr al despertar y cuando regresé estaba dormido en mi cama. Voy a tener que limpiar el piso y lavar mi edredón. Dejó lodo por todas partes."
