CAPITULO 4

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Regla #10: Nunca confíes tu corazón a cualquiera.

VIELKA

Un nuevo ciclo escolar ha comenzado y puedo decir que concluí el semestre pasado sin incidentes graves a excepción de la vez que caí por culpa de Smythe, pero de ahí en fuera no volví a cometer tremendo error en la universidad.
Rara vez volví a ver a Smythe, las pocas veces que lo veía era en la biblioteca y ni siquiera un saludo recibía de su parte, la verdad no me afecta puesto que ni amigos llegamos a ser, simplemente coincidimos un par de veces.

Es apenas el primer día de clases y un profesor ya nos ha encargado el proyecto final, esto con el propósito de que pudiéramos tener el tiempo suficiente de presentar un excelente trabajo, sus palabras no las mías. Lo peor de todo es que en un comienzo el proyecto sería en equipos pero gracias a los lloriqueos de una estúpida niña por estar en un equipo donde los demás integrantes la odian, el profesor se molestó por dicha situación así que ahora el proyecto será individual.

Nico y yo nos dirigimos a la cafetería principal de la universidad y cuando llegamos buscamos algún lugar donde sentarnos, gracias al cielo encontramos una pequeña mesa donde tomamos asiento y unos minutos después se nos une Nadia, ella no para de hablar de lo magnifica que ha sido su mañana lo que ocasiona que aumente mi mal humor.

—¿Qué te ocurre preciosa?

Resoplo con fastidio antes de dirigirle una mirada de complicidad a Nico —todos en mi clase me odian.

Nico palmea mi cabeza como si fuera un pequeño gatito en busca de cariño —Vielka se quejó de su equipo, así que en vez de hacer nuestro proyecto final en equipos ahora será individual.

Nadia hace un pequeño gesto con sus labios y sé que no tiene ni idea como hacerme sentirme mejor, ella desvía su vista hacia otro lado y frunce su ceño —esa mujer no tiene límites.

Nico y yo miramos hacia donde ella nos indica y veo a una hermosa pelirroja acariciar el rostro de un molesto y apuesto futuro médico —¿Smythe y ella salen? —la curiosidad al final me gana.

Nadia niega con la cabeza —según me entere, ella es prima de la ex novia de Smythe —Nadia señala con la cabeza en dirección donde ellos se encuentran— creo que Smythe quiere saber dónde puede encontrar a su ex pero Rosalía quiere ser la nueva novia de Smythe.

—Que zorra —dice Nico y sigue comiendo como si nada.

Los observo un poco más antes de seguir comiendo mi almuerzo, pero no dejo de pensar en que si la tal Rosalía es muy hermosa me imagino que su prima también debe serlo, por lo que las mortales como yo no tienen ninguna oportunidad con él vuelvo a buscarlos con la mirada pero ya no se encuentran más en la cafetería.

El resto del día solo mejora cuando nos invitan a la fiesta de bienvenida, Nadia y yo nos ponemos de acuerdo para ir a la fiesta más tarde, Nico se niega a ir a la fiesta por lo que solo iremos Nadia, Emmanuel y yo, bueno a este último aún no se lo mencionaba pero estaba segura que iría.

Al final del día llego a mi casa y lo primero que hago es azotar la puerta de la entrada, definitivamente hoy no debí levantarme de la cama, saco mi celular y le envió un mensaje a Nadia donde le informo que no iré a la fiesta, apago el celular y me recuesto en mi cama donde me quedo profundamente dormida.

Unos pequeños golpes en la puerta me despiertan así que me levanto de mi cama y abro la puerta de mi habitación, Berenice me sonríe del otro lado de la puerta y yo la dejo entrar, ella se sienta en la orilla de mi cama y palmea a su lado así que tomo asiento junto a ella.

—Tu papá está un poco preocupado porque casi rompes la puerta hace un rato —la volteo a ver algo avergonzada y ella se ríe— ¿Qué fue lo que ocasiono tu mal humor?

Corazón Vertiginoso (Saga #1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora