My Little Birdie.

1: El chico que lo tiene todo.

1.

«El chico que lo tiene todo»

—Es un honor haber podido estar aquí esta noche —anuncio con voz jadeante—Y como siempre, les agradezco haber estado hoy, en un magnifico concierto—Los gritos se escuchan y resuenan por todo el gran estadio, no puedo evitar sonreír — Espero poder verlos de nuevo, son geniales —Las luces empezaron a apagarse en los sectores indicados, y el escenario se desliza lentamente bajo mis pies — ¡Buenas noches, los amo!

Y con eso, las luces se apagan por completo y he bajado del escenario.

Las voces y los chillidos desaparecen, para remplazarlos por el equipo, quien me dice que fue un gran show.  

—Estuviste bien, Horan —Zayn, uno de mis mejores amigos, palmea mi hombro.

— ¿Bien? ¡Estuvo estupendo!

—Gracias Liam —le sonrío al castaño, quien comienza a caminar conmigo hacia los camerinos.

—Sí, sí, tú sigue alagando —gruñe Zayn, fingiendo molestia y apresurando el paso para alcanzarnos.

— ¡Niall, Niall! —la voz de Camile, mi asistente, me detiene. Inflo las mejillas, un tanto cansino y trato de no rodar los ojos cuando sus tacones resuenan torpemente hasta nosotros —Niall, Bob dice que debes firmar cien autógrafos en este momento, para las ganadoras del concurso de UM'S.

— ¿Ahora? —Jadeo, y ella me tiende una botella de agua — ¿No podría esperar? Estoy bastante cansado.

—Y sudado —susurra Liam, en voz baja.

—Lo quiere ahora —dice ella, frunciendo el ceño.

— ¿No lo podrías hacer tú? No notaran la diferencia —trato de sonreírle, pero ella niega con la cabeza.

—Es tu trabajo —su tono es firme y casi autoritario, já, como si Camile me pagara a mí y no yo a ella.

—Hola, Camile —ronronea Zayn, tratando de sonar seductor. Suena como un gato en celo, si me preguntan. Camile parpadea hacia él, y con un asentimiento poco afectivo con la cabeza, se retira tecleando algo en su celular —Vaya, ella me ama. Pero no quiere admitirlo, ya sabes, para que no sea tan obvio.

—La voy a despedir —suspiro, llevándome la botella de agua a los labios, y dándole un gran trago.

— ¿Estas demente? —Exclama —No puedes despedirla, ella está a punto de caer a mis pies, solo dale tiempo, cree que atraerá mi atención haciéndose la difícil —comenta el moreno, como si fuera algo notorio.

—Zayn, llevas diciendo eso por dos meses, ella no te quiere, “tus encantos” no sirven —Contrataca Liam—. Además de eso ella es…

—Olvídalo —Zayn rueda los ojos y me mira —Hombre,  no puedes despedirla —repite—. ¡Camile podría ser mi futura esposa, madre de mis tres hijos!

— ¿Tres hijos? —Dice Liam — ¿Por qué quieres tantos?

—Chicos, ya cállense —escupo, cansado —. Y Zayn, Camile jamás será nada de ti, mucho menos madre de tus hijos.

—No seas pesimista, Niall.

—Necesito una ducha —le digo, palmeando su hombro —Y tú necesitas  conseguirte a otra chica, créeme, Camile no es para ti.

—P-pero ¡Niall! ¿Estas fumado? ¿Has visto como me mira? —Zayn, por un momento luce desesperado.

Liam se echa a reír, y niega con la cabeza, dándose media vuelta y alejándose de nosotros.