Capitulo 11

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-No es literal.-dije intentando arreglar el problema anterior.

-Lo dices con demasiado resentimiento.-dijo levantándose de la cama.- Ya, esta bien.-abrió la puerta.

-Kendall.-lo detuve.- Yo creo que deberías ir a vestirte porque ya enseguida saldremos con tu amigo.

-No. Es más, no hagas tu maleta tampoco.-dijo antes de cerrar la puerta.

-Kendall, espera.-corrí tras el. Me cerró la puerta de su habitación en la cara.- Mas respeto.-dije entrando en la habitación.

-Tú siempre me cierras la puerta en la cara.-dijo con enojo.

-Perdona. ¿Si?-dije cruzándome de brazos.- De verdad no lo decía en serio.

-No me importa.-dijo abriendo su closet. Sacó una toalla blanca.- ¿Puedes irte a tu habitación?

-No.-dije firmemente.- Quiero saber dos cosas.

-¿Qué quieres?-dijo cerrando el closet con enojo. Abrí los ojos asustada.- ¿Vas a hablar o te iras?

-¿Por qué no saldremos con tu amigo?-arqueé una ceja.- Y ¿Por qué no tengo que hacer mi maleta?

-No saldremos con Josh pues porque le diré que terminamos.-dijo caminando hasta el baño.- Y no hagas tu maleta porque no iras a México, me voy solo.

-No, no, no y no.- detuve la puerta del baño cuando el la iba a cerrar.- Yo voy a ir a México contigo quieras o no.-dije demasiado cerca de sus labios.- Y tengo un vestido que nunca en mi vida estrene y me gustaría usarlo esta noche.- terminé de hablar y respire entre cortadamente. Me estaba intimidando.

-No vendrás a México y deja tu vestido nuevo para otra ocasión.-dijo acercándose aun mas a mi.

-Si iré a México porque ya hice mi maleta y me costó trabajo.-cerré los ojos anhelando que sus labios rozaran los míos.- Aparte tengo ganas de conocer México.-mordí mi labio inferior. Me tomó de la cintura.- ¿Me llevaras contigo?

-¿Por qué quieres que me muera?

-No quiero que te mueras.-dije en un hilo de voz.- Solo que me sacas de las casillas y hasta ganas de pegarte me dan.

-Abre los ojos.-me ordenó sensualmente. Le hice caso.- ¿Quieres un beso?

-N…n…no.-dije nerviosamente.

-¿Segura?-rozo sus labios contra los míos. Me tenía dominada.

-Ya, si, segura.-me zafé de sus brazos.- Ve a darte una ducha porque ya mas tarde nos vamos.- y fue lo último que dije antes de salir corriendo hasta mi habitación.

Cerré la puerta y me apoyé de espalda, me dejé caer hasta el suelo y estiré mis piernas.

-¿Qué fue eso?-me dije a mi misma con los ojos bien abiertos.- Por Dios. Tendría que haberle dicho que si quería un beso.- murmuré tocando mis labios.- ¿Qué?-grité. Definitivamente me estoy volviendo loca.- No, no, no, no, no, Kendall, Kendall, Kendall, el no me gusta.-intenté convencerme.- Kendall no me gusta, Kendall no me gusta, Kendall no me gusta.- y diciendo eso me metí al baño. Me cerré con llave, tenía miedo a que él entrara. Me di una corta ducha y salí de ahí.

Lo del vestido no era verdad, no tenía nada que estrenar, si no que quería arreglar la estupidez que había dicho.

Aun con la toalla me sequé y planché mi cabello. Me maquillé naturalmente y me dispuse a buscar algo de ropa linda para usar esta noche.

Me decidí por un vestido rojo no tan corto. Me miré al espejo una vez mas mientras me echaba perfume, y salí de mi habitación tomando la pequeña cartera.

La Bella y la Bestia. -TERMINADA- Kendall SchmidtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora