Salí disparada hasta Anna y tomé el vestido en mis manos para poder verlo y apreciar cada detalle de éste.
-Es muy lindo- dijo Percy luego de acercarse a ambas.
-¿Es tu vestido de novia?
-¡Todo en el me encanta!
-¿Pero es lo que quieres usar hoy?
-No tengo problema con el.
-Es rosa- dijo Percy.
-Rosa metálico.
-Y precioso- dije antes de tomar mi celular y revisar éste al sentir su vibración.
-Sin preciones, sólo quería decirte que todo listo por mi parte.
-Necesito probarmelo- le comenté bajo a Anna luego de apartarme del celular y ella asintió y comenzó a caminar frente a mi -¿Cuánto tiempo me queda?
-Debemos estar en la capilla a las 7:30.
-¡Tengo menos de dos horas!
-Lamentablemente, sí.
-Está bien, no te preocupes- le hablé tranquila después de meterme en el probador.
-Fue todo el tiempo que conseguí, lo lamento.
-Está bien. De verdad.
Puse el celular en altavoz y lo dejé sobré un estante para así con mis manos libres poder comenzar a deshacerme de mi ropa.
-No tiene porque ser hoy, Riley.
-¿En otros 6 años?
-Te amo. Me amas. Estoy contigo y tu conmigo, podemos esperar.
-No quiero esperar y tu tampoco. Por eso me pediste matrimonio en el avión.
Escuché como soltó una pequeña risita, abrí la puerta del probador y Anna me ayudo con el cierre.
-De acuerdo. Necesito tu dirección.
-Te la mandaré por mensaje.
-De acuerdo.
-Te amo- le dije mientras me miraba al espejo en el hermoso vestido que Anna y Percy habían encontrado para mi.
-Y yo te amo a ti, Riley Bellamy.
Finalizó la llamada y por un texto le mandé la ubicación de la tienda. Salí del probador y me miré de diferente ángulos gracias a los espejos.
-¡Te ves hermosa!- dijo emocionado el chico que odiaba las compras.
-¿En serio?
-Luces preciosa pero aún necesitas accesorios.
-Me gusta esta gargantilla- Percy se acercó a mi con el collar y luego de verlo me ayudó con el.
-¿Velo o tocado?
-Velo- le respondí a Anna quien sólo asintió y se apartó. Unos minutos después volvió y me colocó el velo con cuidado.
-¿Qué te parece?
-Estoy casi lista- hice saber a ambos aún mirando mi reflejo con una enorme sonrisa.
-¡Estás divina! Y me alegra mucho el haber podido ayudar.
-Muchas gracias a ambos, no lo hubiera podido hacer sin ustedes- abracé a ambos y un rato después me encargué de pagar por sus servicios y por supuesto por el vestido y los accesorios.
Di un pequeño giro y observé el movimiento del vestido en la parte de abajo. Ni siquiera quería quitármelo y dejar que lo metieran en una bolsa.
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Cuando la vida se complica
Teen FictionRiley Bellamy tenía problemas en su inexistente vida amorosa. No era el tipo de mujer que un hombre quería; Ella era feminista y era conocida por eso pues era una famosa escritora de libros de consejos y autoayuda para mujeres además de comunicadora...