Capítulo 44

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Verdades...



Dos días antes...

Alexter sintiéndose perdido regresaba de nuevo a la casa sin saber nada de ella, cansado, con la cara desencajada, había vuelto a dejarse crecer la barba no tenía ganas de preocuparse por su imagen, la bestia en su interior se desbocaba por momento y le costaba controlarla, eran cansadas esas batallas internas tan llena de reclamos del otro.

Sebastián no había acompañado al mayor quedándose a buscar respuesta con el consejo de lobos, la pasividad de la madre de Maximiliano le hacía dudar de la mujer, ya han pasado casi dos semanas y de ellos no se sabe nada, Alexter y él estaban más que seguro que su enemigo era el culpable.

Alexter abrió de golpe el estudio donde él estaba con su padre después de que el consejo se retirara, todos hablaban del lobo gris, pero nadie sabía quién era o eso era lo que decían.

— ¿NADA? — gruño el mayor al ver el rostro de Sebastián igual de cómo lo dejo.

—No saben de él... — dijo el menor

—Les he dicho que no sabemos quién es nuestro enemigo —dijo don Guillermo, levantándose para irse, pero Alexter le impidió avanzar.

—Padre tú sabes más de lo que dices —afirmo el mayor, ganándose la mirada de su hermano

—Que tonterías dices Alexter, estoy igual que ustedes en estos momentos — dijo molesto

—No mientas, sé que ocultas tantas cosas que no quieres decirnos la verdad, ¿qué tratas de ocultar? — lo miro con molestia, sabía que su padre les ocultaba cosas y que no contaba con la disposición de decirles.

— ¡NO SE NADA, DEJA DE HACERTE IDEAS! — maldijo con voz fuerte retumbando en toda la casa, María al escucharlo corrió a donde ellos estaban.

—Por favor, tranquilízate Alexter nosotros estamos de tu lado— Sebastián intentaba tranquilizar a ambos.

—¡NO!, quieres que me tranquilice ella está perdida, perdida a merced de no sé quién, un condenado lobo gris que se ha ensañado con nosotros, crees que estaré tranquilo sabiendo que ella ¡ESTÁ EN PELIGRO! — su voz cambiaba de tonalidades la bestia en su interior le jugaba de nuevo querer salir y no la dejaría; si lo permite no sabría de que sería capaz. «¡Y TÚ ME QUIERES DECIR QUE NO SABES NADA!» miro a su padre directamente, sus ojos cambiaban a amarillos, bufo y sacudió su cabeza, María observaba todo a su alrededor.

—Te he dicho que...—quiso decir el alfa

—BASTA — la voz de María los hizo girarse hacia ella «hable con sus hijos alfa, ellos merecen saber la verdad, estamos hablando de la vida de Madeleine, de la hija de Jorge su amigo... que fue capaz de pasar sobre sus propios principios por la amistad de ambos, usted le hizo una promesa» con lágrimas en sus ojos, María le rogaba decir la verdad, don Guillermo la miro con tristeza.

— ¿Jorge? ... El papá de Madeleine se llamaba Sandro — dijo Sebastián.

—María ¿Qué verdad? — Alexter logro tranquilizarse para hablar con ella.

—El lobo gris es enemigo de esta familia desde años atrás — dijo ella

—No sabemos si es él — interrumpió el alfa.

—No necesitamos negarnos a la realidad Guillermo, tú y yo hemos cargado con esto por años — la voz de María se volvió más segura «Pensamos que el pasado nunca nos alcanzaría, pero al final el pasado nunca se fue» Alexter y Sebastián miraban a ambos sin entender. Don Guillermo mareado por la idea de tener que aceptar en voz alta sus pecados, camino dando pasos inseguros hacia atrás cayendo en una de las sillas, tomo su rostro con una de sus manos apretando su frente, no podía decirles a sus hijos que él era una mentira, que no conocía el honor. «Alexter, Sebastián, solo les pido que escuchen a su padre sin juzgarlo, todos en algún momento hemos cometidos errores, alguno nos marcan toda una vida» camino hasta el alfa, colocando su mano en su hombro animándolo a hablar, Alexter se alejó a la ventana el ambiente era demasiado tenso. Su padre inició su relato, una vez más revivió las heridas de su corazón.

El alfa enamorado ✔🐺🌌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora