Capítulo 10

6.3K 395 2
                                    

-¡Mami!

-¡Hola, mi amor! –Caminé rápidamente hacia él para abrazarlo. –¿Cómo estás hoy?

-¡Bien! Aunque a veces me duele este brazo... –Dijo levantando la mano que tenia escayolada.

-Bueno, pero ya se te irá quitando. –Asintió antes de que me girara hacia Key para saludarlo. –Hola...

-Hola. –Respondió seriamente sin moverse del sillón en el que estaba sentado. –¿Viniste sola? –Negué con la cabeza para oírlo resoplar. –Bueno, campeón. Ya tengo que marcharme, te llamo luego, ¿sí?

-¿Por qué te vas ya?

-Tengo que ir a trabajar, Noah.

-Jo... –Noah se cruzó de brazos mirándolo mal. –¡Yo quería pasar más tiempo contigo!

-También hay más personas que quieren verte, cariño...

-¡¿Quién?!

-Zach, por ejemplo.

-¿Otra vez? –Preguntó mirándome enfurruñado.

Entonces, como si nos hubiera escuchado, Zach entró a la habitación sonriente, pero lo que no sospechaba es que nuestro hijo no quería saber nada de él*.

-Hola, Noah...

-Me voy ya.

-¡Te quiero mucho, papá!

-Y yo a ti. –Key se acercó para darle un corto abrazo a Noah antes de venir a dejar un corto beso en mis labios, cosa que no había hecho al llegar, y salir sin ni siquiera dirigirle la palabra a Zachary.

-¿Cómo te encuentras, Noah?

-Bien, señor...

-Llámame Zach, Noah. –Asintió con la cabeza desinteresado.

-¿Dónde está la tía Addy?

-¿La verdad? Se quedó en casa durmiendo. –Noah frunció el ceño antes de reír.

-¡¿En serio?!

-Sí, seguro que vendrá luego a verte, cariño.

-¡Genial!


⸾ ⸾ ⸾


-Ally... –Suspiré removiendo el café con la cucharilla. –Alanna, ¿me oyes?

-¿Qué?

-¿En dónde tienes la cabeza?

-En todas partes menos aquí. –Murmuré volviendo a suspirar.

-Se nota. –Rió bebiendo de su vaso. –¿Quieres contármelo?

-Es largo, Scott...

-Te escucho.

Y sin aguantar mucho más, le conté todo lo que me pasaba por la cabeza. Desde la llegada de Zachary hasta aquel beso de la otra noche.

-¿Puedo opinar?

-Sí.

-Quizás debas solucionar todo y volver a California.

-¿Qué?

-Sí. Es obvio que si Zach reconoce a Noah como su hijo, va a querer verlo más seguido. Además, la ley lo ampararía por ser el padre biológico.

-Pero no puedo volver, Scott. Eso haría que todo mi pasado se me echara encima.

-Entonces harás que Zachary luche por la custodia del niño.

-¿Qué? No lo permitiré.

-Lo sé, por eso deberías replantearte el volver. Incluso podrías vivir en la casa de tu padre.

-Bff... Habría que hacer algunas reformas, cambiar muchas cosas y... No tengo tanto dinero para eso.

-Puedo ayudarte, y estoy seguro que mi tía también lo hará.

-Bastante habéis hecho ya por nosotros, Scott.

-Pues entonces véndela, Alanna. –Alcé una ceja. –Vende esa casa y cómprate un pequeño apartamento solo para vosotros dos.Eso ya no me parecía tan mala idea...¿Y? ¿Qué dices?

-Que suena bien, pero... ¿Quién iba a querer comprar esa casa?

Y entonces, una persona llegó a mi mente como un flashback.

¿Y si se lo dijera a Mima para que ella me buscara un comprador? Aunque pensándolo mejor, si ella lo sabía estaba segura de que Daryl se enteraría de mi regreso...

-Dios...

-¿Le estás dando vueltas a la cabeza?

-Sí. –Dije resoplando para llevarme las manos a la cara. –Habría que buscar compradores.

-Eso es fácil. Puedes subirla a alguna página de casas en internet y seguro que aparecen.

-¿Podrías hacerlo?

-Claro. ¿A cuánto la quieres vender?

-No lo sé...

-Bueno, ve pensándolo mientras que voy haciendo el anuncio. –Asentí para recoger las tazas y llevarlas a la cocina mientras tanto.

¿De verdad quería regresar a California?

No.

¿Pero era necesario?

Por supuesto. Por nada del mundo iba a permitir que me separaran de mi hijo, pero por otro lado...

Tenía toda mi vida aquí, mi pequeña casa, Martha, Scott, mi trabajo, Key...

¿Qué me diría él? ¿Qué estoy loca por regresar a mi antigua ciudad? ¿Qué no permitiría dejarme ir junto a Noah, o simplemente nos dejaría ir y olvidaría todo lo que había pasado entre nosotros?

Sea como fuese, debía tomar una decisión pronto.

Muy pronto, para ser más exactos.

Dime Que Me Quieres {#2DLQS}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora