[South Park] Nuestro primer beso [Creek]

Capítulo 2: Lo que no te he dicho

La tarde en que Craig se desmayó había pasado lento. 

Luego que Tweek encontrara al niño de gorro azul en el baño, el consejero de la escuela ayudó a trasladarlo a la enfermería (más bien al sofá de su oficina porque la enfermera no estaba) y una vez que entró en sí, llamaron a la ambulancia por conducto regular.

Tweek y los demás solo supieron que estaba en su casa descansando luego de lo ocurrido, porque al parecer el no dormir ni comer era el responsable de su desmayo. 

Claramente Tweek no estaba tranquilo. No lo vio entrar en sí y tampoco pudo acompañarlo cuando llegó la ambulancia, eso de dejarlo descansar parecía una mentira del gobierno para manipularlo... el Craig que él conocía no se enfermaba.

Tan pronto como terminaron las clases, Tweek salió disparado hacia la casa de Craig. Estaba muy preocupado, tanto que parecía correr una maratón por la calle, y aunque la gente lo mirara o lo saludara, simplemente hizo caso omiso a todo.
Antes de darse cuenta, estaba sin aliento fuera de la casa de Craig, y sin dudar tocó el timbre varias veces. Al momento abrió Thomas, quien lo recibió en silencio, dedicándole una mirada seria.

—Hola señor, ¿y Craig? —preguntó el rubio intentando recuperar el aliento. En momentos así, los tics desaparecían, cosa que él agradecía mucho.

—Arriba descansando... puedes subir —su actitud era menos brusca que antes, sin embargo era cortante. 

Tweek estaba consciente de lo difícil que era para el señor Tucker aceptar que Craig fuera homosexual, y al mismo tiempo, le sorprendía que aún así hiciera el esfuerzo por tratarlo bien y ser lo más comprensivo posible entre miradas confusas y algo extrañadas; aunque claro, el rubio podía entender esto completamente; el papá de Craig no estaba de acuerdo desde el principio después de todo.

—Gracias...—el rubio subió las escaleras lentamente para caminar hacia la puerta y puso sus manos en el pomo... luego recordó que a Craig le molestaba que no tocaran, a si que tocó 2 veces. 

—Pase... —era la voz nasal Craig.

Tweek abrió la puerta lentamente y la cerró detrás de sí, para luego mirar a su novio con preocupación pero en silencio. 

—Perdón... —soltó Craig.

El niño del café no entendía mucho porque era esa disculpa, pero se acercó para hablar.

—¿Por qué te disculpas? ¿Estás bien? —Aunque el rubio lo miraba a los ojos, el pelinegro desviaba la mirada para hablar.

—Estoy bien... —sonó inseguro— Tweek, hay algo que no te he dicho.

Tweek pensó lo peor. 

¡¿Tenía una enfermedad terminal?! ¡¿Acaso se iba a morir?!

—Antes de empezar... no moriré —aclaró el azabache, quien había visto a través del rubio.

—Eso es un alivio... —Tweek no pudo evitar sonreír por la noticia— ¿Entonces que ocurre? —preguntó más tranquilo.

—Tweek... bueno... la verdad es... —Craig parecía dudoso, sin embargo estaba tomando todo su valor. 

Lamentablemente, sus intentos fueron interrumpidos por la puerta de su habitación abriéndose de golpe. 

—¡Amigo! ¡Si que nos diste un susto! —Clyde entró enérgico y se dirigió hacia Craig, seguido por Token. Éste último, a diferencia del castaño leyó perfectamente el ambiente... habían interrumpido al azabache.

—Lo siento camarada...—miró incómodo a Tweek que parecía no entender mucho. Craig en tanto, le hizo la seña a ambos con las mejillas algo acaloradas.

—Pueden irse a la mierda...—bajo la mano y desvío la mirada.

—Al menos tienes ánimo...—mofó Clyde— podrías agradecer que nos preocupemos por ti...—frunció su ceño, a lo que Token le hacía señas silenciosas pero este lo omitía. 

Tweek se sentía incómodo ya que parecía una persona totalmente ajena a la situación, aunque más bien, el era el causante sin saberlo.

— No pueden vivir un día sin mi... ¿eh?—soltó Craig con un suspiro.

—Tweek es quien no puede vivir sin ti, vino comiendo como el rayo y no pudimos alcanzarlo...— ante el comentario del castaño, Tweek abrió sus ojos como platos. 

El rubio no lo había notado, solo estaba desesperado por ver a Craig, así que no pensó en que Clyde y Token igual querrían verlo. Su reacción fue de sonrojo y mudez, mientras su novio sonreía por lo bajo aprovechando que este miraba el suelo.

—Dude, no entiendo porque te va mal en deportes, estás para las nacionales...—se burló el afroamericano.

—¡Agh! L-lo hice por C-Craig... Es n-normal...—los tres amigos miraron a Tweek sorprendidos —¡Imaginen si se moría! ¡Eso es demasiada presión! —comenzó a tirarse el cabello, pero Craig tomó sus manos para que se detuviera.

—¡Tweek, no te arranques el cabello! —bajó sus manos con suavidad— Estoy bien —le dedicó una sincera sonrisa.

Tweek no quería presumir, pero desde que estaban juntos le parecía mucho más común ver la sonrisa de Craig. Aquella imagen fría y distante ahora parecía un recuerdo lejano de otra persona; tanto así, que incluso se comentaba por los pasillos que el azabache se veía más atractivo con la "salida del closet".

—Ya sabemos que estás bien, así que nos vamos —Token interrumpió un poco el ambiente para irse, quería darles la privacidad que necesitaban.

—¿Por qué hablas en plural? —Clyde decía esta frase mientras era arrastrado por su amigo atravesando el umbral de la puerta— ¡HEEY! —Token empujó al castaño y cerró la puerta tras ellos.

Tweek y Craig al fin estaban solos y aún tomados de las manos. Cuando sus amigos salieron, se percataron del pequeño detalle, sin embargo, no se soltaron y se miraron fijamente a los ojos... era un ambiente nuevo.