Rose Eileen Snape y su tercera generación

La anhelada primera prueba

- Si, bueno nosotros también debemos reconocer que sabemos lo que se siente – Añadió Lucius Malfoy, nosotros sufrimos ese rechazo al principio de nuestra reivindicación.

- ¿Ustedes también eran mortífa...? Intentó preguntar Tom junior.

- Pero eso ya quedó en el pasado – Terció Draco con algo de reproche, aunque su hijo Scorpius conocía perfectamente su pasado pues él no había querido mentirle, sin embargo no le gustaba para nada tocar ese tema frente a él – Creo que será mejor que nos concentremos en la prueba de hoy.

- Es cierto tío Draco – Añadió Charlotte – ¿Qué creen que nos tenga preparado el abuelo Dumbledore?

- ¿Quién sabe mi princesa? Él siempre sale con cada cosa... - Contestó Eileen acariciándola con dulzura.

- ¿Cómo fue la primera prueba cuando tú participaste papá? – Preguntó Albus Severus.

- ¡Hmmm! déjame ver si recuerdo – Contestó Harry - ¡Ah sí! Tuvimos que lanzarnos por una ladera usando trineos, ganaba quien llegara primero abajo.

- ¿Y quién ganó? – Preguntó Peter Dursley deseoso de saber más.

- Luna y su padre – Contestó Rodolphus señalando a la rubia que estaba con su esposo y su hija en la mesa de Gryffindor – Si que fue divertida aquella prueba, jaja recuerdo que Bella quiso participar con Draco porque a Narcisa le aterraba la velocidad y Lucius tampoco quería subir al trineo.

Regulus pareció olvidar la presencia de los Ryddle que tanto le incomodaba y rió con ganas.

- ¿Y en qué posición llegaron ustedes? – Inquirió el muchacho.

- Quedamos terceros detrás de los Potter – Respondió Draco.

- De seguro esta vez vamos a quedar en primer lugar – Dijo Scorpius – Y mami, tú no participaste en esa prueba.

- No, me dio pánico, espero que esta no sea tan aterradora – Respondió Pansy.

- Y yo espero que sea una prueba que puedan realizar los muggles, ya saben que evidentemente tenemos muchas limitaciones en el mudo de los magos - Añadió Dudley encogiéndose de hombros.

- No te preocupes querido – Lo tranquilizo su esposa Dorothy – En estos torneo siempre asisten muchos muggles que son los padres de algunos chicos, por eso no se realizan pruebas que sean imposibles de realizar para ustedes, no los obligarán a usar una varita o algo así.

Todos rieron y los ojos de Tom Ryddle padre parecieron iluminarse repentinamente.

- ¿Eres muggle? – Preguntó dejando caer un pedazo de tostada que tenía en la mano.

- Si – Respondió Dudley dubitativo al hablar ya que sabía perfectamente la ascendencia de quien tenía al frente – Soy muggle.

- Al igual que los tíos Granger – Añadió Rose Eileen señalando la mesa de los padres de Hermione – Son nuestros amigos, los padres de la tía Hermione.

- Es fascinante – Respondió el señor Ryddle.

- ¿En serio crees fascinante a los muggles Ryddle? Tu padre no opinaba... – Dijo Severus y luego esbozó una mueca de dolor cuando su esposa Lily le hincó el codo en las costillas.

Tom Ryddle padre pareció no escuchar el comentario, estaba demasiado fascinado.

- ¡Ohh! me encantaría conocer más acerca de los muggles, sería maravilloso, tal vez después de la prueba podamos conversar.

- Si, no te preocupes, me llamo Dudders pero todos me llaman Dudley – Se presentó el hombre.

Dudley sentía cada vez más confianza hacia aquel tipo tan simpático, lo encontraba muy parecido en actitud a Arthur Weasley, de hecho, casi todos lo comenzaron a hallar simpático, sólo Severus, Harry y Regulus se mostraban recelosos.