¿Eso es como si fuera gay?

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(VV)

Estaba aburrido acostado en mi cama, había terminado mis deberes y no había nada que ver en la televisión, por si fuera poco el internet se había ido y mi madre no estaba. Lo único que me entretenía era hablar por mensajes con mi mejor amigo, al parecer su mamá no lo quería dejar salir.

Luego de pensarlo un poco decidí ir a su casa para no aburrirme más. Le mandé un mensaje avisándole a él y otro avisándole a mi mamá que iba a salir.

Me puse unos tenis y una camisa pues sólo llevaba puesto un short, me aseguré de llevar mi celular y mi cartera y salí de mi casa. Su casa no estaba nada lejos, quedaba a dos cuadras de la mía, por lo que era normal el ir a su casa o que él fuera a la mía. Nos conocíamos desde pequeños pues nuestras madres se conocían incluso antes de que nosotros nacieramos.

Llegué poco después y toqué la puerta, su madre abrió invitándome a pasar e indicándome que Raúl se encontraba en su cuarto, agradecí y sin cuestionar entré en su cuarto encontrándolo observando la TV viendose igual de aburrido como he de suponer que me veía yo antes de llegar. Llevaba puesto unos short y una camisa desmangada.

—¡Muero!—Dije a la vez que cerraba la puerta para después tirarme a un lado de él en la cama.

—Si, lo sé, yo también estoy aburrido y mi mamá no quiere que salga, al rato van a llegar una tías y me tiene encerrado.—Dijo con un tono frustrado haciéndose a un lado para que me acostara junto a él.

—¿Tus tías?¿Las que tienen hijos equivalente a guardería?

—No, esas no, las que cocinan peor que tú.

—Ahh, esas me odian, cuando lleguen me voy por la puerta de atrás. —Dije con una mueca.

—Ajá—Dijo desinteresado.

Estuvimos hablando un rato de cosas banales y sin importancia, al parecer en su casa igual se había ido el internet y su hermano mayor se encontraba con su novia.

Él puso sus brazos debajo de su cabeza usándolos de almohadas aun acostado boca arriba y yo me coloqué de lado mirándolo a él apoyándome con un brazo bajo mi cabeza.

Estábamos hablando sobre una profesora que nos caía mal, cuando se me ocurrió mirar hacia su short. Le llegaba arriba de las rodillas dejando a la vista sus piernas bien formadas, normal considerando que jugaba mucho fútbol y justamente su short era de aquel deporte, por lo que la tela era ligera, haciendo que algunas partes se marcaran a través de la tela, más la posición en la que se encontraba hacía que resaltara una parte en específico.

Así que ignorando lo que me estaba diciendo me incliné hacia él posando mi mano sobre la tela encima de su miembro aún flácido y lo miré a la cara.

Él inmediatamente paró de hablar y miró mi mano sobre su short, soltó una risita y me miró a la cara, simplemente se relajó y vi cómo sus pupilas se dilataban ligeramente.

Esta no era la primera vez que hacía esto, varias veces había venido a su casa cuando estaba muy aburrido o triste específicamente a hacerle esto.

Sin decir nada me erguí un poco y moví la mano aún sobre su short, lo empecé a frotar lenta y ligeramente sintiendo claramente como su miembro tomaba dureza lentamente y moví mi mano un poco más rápido sosteniendo su semi-erección con más firmeza. Seguí así hasta que sentí como su miembro tomaba más dureza sin estar completamente erecto. Escuchando sus ligeros e imperceptibles suspiros solté su miembro un momento para después meter mi mano bajo la ropa y agarrando su pene lo saqué de su escondite.

Su pene no era uno enorme, pero tampoco era pequeño, tenía buen tamaño al igual que sus testículos, con una capa de vellos en la base.

Ya teniendo su miembro sin ropa, me acomodé más cerca y lo sostuve con las dos manos recibiendo un pequeño gemido como respuesta, lo empecé a masturbar con velocidad logrando que se erectara por completo y escuchara sus gemidos moderados, para este momento su pene estaba muy caliente y erecto sobre mis manos.

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