3. Niñeros, mensajes de texto y nervios.

1.3M 61.6K 11.8K
                                    

Capítulo tres: Niñeros, mensajes de texto y nervios.

Traté de evitarlo el resto del día después de la clase de Inglés. Estaba ansiosa por llegar a casa, pero luego me di cuenta, que tendría que hacer frente a Liam de una forma u otra, por lo que decidí tomar el camino largo a casa. Mis padres se irían aproximadamente dentro de una hora, y eso significa sólo una cosa: en una hora Liam estaría en mi casa, como mi niñero.

De: Mamá.

¿Dónde estás, Ariel? Nos vamos pronto.

Leí el mensaje de mi madre que acababa de recibir. Suspiré. Mi madre era ese tipo de madre que estaba obsesionada con el tiempo.

Para: Mamá.

Ya casi estoy allí, cálmate. Y por cierto, todavía no sé por qué necesito un niñero. Estoy en mi último año, tengo casi dieciocho años. No necesito un niñero. -Ariel.

Cuando entré en casa, vi a mis padres dando vueltas en la sala de estar cogiendo las cosas que necesitaban.

- Ya estoy aquí. - Dije, pero no recibí ningún hola por su parte, lo único que recibí fue un par de espaldas.

Entonces sonó el timbre.

Me tensé por un segundo, y traté de relajarme. No quería que mis padres pensaran que era una paranoica o algo por el estilo, lo único que odiaba era que alguien pensase que estaba exagerando.

- ¡Ariel! - Me gritó mi madre desde la cocina, me giré. - ¿Puedes abrir la puerta? Estoy un poco ocupada. Sé agradable. Seguramente es tu niñero. - Me imaginé que mi madre no leyó mi mensaje de texto, porque seguramente me habría comentado algo como "debes aceptarlo, nosotros sólo queremos lo mejor para ti".

- Lo que tú digas... - Murmuré entre dientes, caminando hacia la puerta principal. Ya que era una puerta de cristal, se podía asumir a la perfección que era la figura de un chic alto, vestido con pantalones anchos y una camiseta que debía verse bastante bien en él, y realmente no necesitaba abrir la puerta para ver quién era. Cuando abrí la puerta, lo miré y dije:

- Liam.

Él sonrió, y ahora que me daba cuenta, me veía pequeña junto a él, parecía que él podía romper mis huesos con facilidad. 

- Ariel. - Contestó.

- Adelante. - Le invité, fingiendo que era bienvenido en cualquier momento. Obviamente, no confiaba en él en absoluto. ¿Por qué iba a ser digno de confianza? Era un Playboy. Un día te dice que te quiere y al día siguiente está con otra chica y no vuelve a hablar contigo. Y si eres lo suficientemente guapa, te buscaría dos veces.

Ambos empezamos a caminar hacia la sala de estar, y allí estaban esperándonos mis padres, una vez que nos vieron, mi madre se acercó con una sonrisa deslumbrante.

- Ariel, este es tu nuevo niñero, Liam. - Nos presentó. - ¿Ya os conocéis?

Los dos nos miramos durante un segundo.

- No. - Respondimos al unisono.

* * *

Cuando mis padres se fueron, no tuve ninguna sensación de falta, ya que estaba acostumbrada a que me dejaran sola.

Liam había dicho que tenía que ir a recoger algunas cosas a su casa, ya que como era de esperar, había llegado tarde para conocer a mis padre y no tuvo tiempo de coger sus cosas.

De: Dakota.

Oí que Nathaniel va a ir a una fiesta el sábado. No sé quién va a hacer la fiesta, pero debemos ir. Dice que todo el mundo puede ir, y yo sé que querrás ir por tu ya sabes quién :)

Inmediatamente me sonrojé. Nathaniel Smith. Había tenido un flechazo con él desde el primer momento que lo vi. Era completamente guapo, con sus impresionantes ojos avellana y con su cabello rubio claro, tenía lo que solía tener una sonrisa de surfero caliente. De hecho, era uno. Siempre fui tímida para hablar con él. Él no era un Playboy, pero era uno de los chicos más populares.

Así que, en realidad, las probabilidades de gustarle eran pocas.

Para: Dakota.

Duh, obviamente iremos. No perderé la oportunidad... No tengo por qué gustarle, sólo con mirarle es suficiente para mí. -Ariel.

- ¿Con quién hablas? - Oí una voz profunda detrás de mí, salté, dándome un susto de muerte.

- Con nadie. - Le respondí rápidamente, con ganas de cambiar de tema.

Cuando él sonrió, me pilló con la guardia baja y rápidamente me quitó el teléfono, y comenzó a leer los mensajes entre Dakota y yo. Abrí los ojos con horror puro, y como auto-reflejo, traté de quitarle el teléfono antes de que pudiera leer el último mensaje.

Tonta por pensar que eso funcionaría.

En vez de conseguir el teléfono, Liam me bajó la cabeza hacia abajo, con sus dos brazos a cada lado de mi cabeza. Desde mi punto de vista, pude ver que el cuello de su camiseta colgaba, ví un colgante colgar de su cuello. Podía sentir su cálido aliento sobre mi oreja, y mi corazón no podía dejar de latir con rapidez.

- ¿Qué intentas hacer, Johnson? - Preguntó con voz baja, esa voz con la que todas las chicas parecían caer rendidas a sus pies. Me fijé en que utilizó mi apellido en vez de mi nombre, uno de sus pequeños trucos seguramente.

Sólo quería salir de su agarre, pero él habló.

- Siento que estos ocho meses van a ser geniales.

* * *

No sé cómo agradecerlo, pero, muchísimas gracias por todo vuestro apoyo. ¿Os he dicho alguna vez que sois los mejores lectores del mundo? Bueno, pues lo sois. Tengo los mejores lectores del mundo, ah, soy feliz:3. En fin, espero que os haya gustado.

¿Queréis un Liam en vuestra vida? Bueno, yo no. Yo prefiero un Harry Styles, pero, dah xD.

Besitos sabrosones, xx.

El Playboy es mi Niñero, [SP#1] | ✓ editandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora