El Origen De Una Leyenda/1

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El viento rugía en el bosque, transportando un aroma que cambiaría el mundo.

En el frondoso bosque de Farone, en el Reino de Hyrule, un espectral lobo dorado transportaba un cesto, sujetándo las asas entre sus afilados dientes.
El lobo era de un color amarillento, el cual, con el resplandor que desprendía, le hacía parecer de oro. Tenía un único ojo, de color rojo. El otro estaba cerrado, con una cicatriz de terrible aspecto cruzándolo, dado que había perdido el ojo en una de sus múltiples batallas.

El lobo cesó su carrera repentinamente, dejando el cesto en el suelo y olfateando el aire. Se acercó al cesto y usando sus colmillos, acomodó la manta al bebé que había dentro.
El bebé bostezó y se acurrucó en su cesto. El lobo cogió de nuevo el cesto y se encaminó a través de un puente, siguiendo la señal que rezaba "Hacia Ordon", señalando hacia el puente. Al cruzar el puente se encontró con un encantador pueblecito, el cual se componía de varias casitas, un rancho de cabras, y varios huertecitos de calabazas. Se encaminó a las afueras del pueblo, hacia una abandonada casa, emplazada en un viejo roble. Entonces el lobo dejó la cesta en el suelo, se apartó y cerró su único ojo.

Una luz dorada lo envolvió, y en un instante, en lugar del lobo se alzaba un hyliano vestido con una elegante armadura color bronce, en cuyo pecho había una cabeza de lobo grabada. Su sedosa melena dorada estaba recogida con una cinta de cuero, y en la espalda, sujetos por un tahalí de cuero, llevaba una espada dorada, y un escudo reflectante como un espejo. Su ojo derecho estaba cubierto por un parche de cuero marrón, y su cuerpo desprendía el mismo resplandor fantasmal que su forma animal. Era un espectro.

El hombre se frotó las manos y trepó por la desvencijada escalera hasta la vieja casa. Una vez allí, buscó una pluma y pergamino, y escribió una nota, que enrolló y cerró con una cuerda.

Una vez depositó la nota en la cesta, se encaminó hacia el pueblo, planeando donde dejar al bebé, cuando sus agudos oídos captaron el llanto de una mujer. Se encaminó adonde provenían los gemidos y descubrió una casa. Se asomó a la ventana. Un matrimonio estaba sentado sobre un jergón. La joven mujer lloraba sobre el hombro de su marido el cual la consolaba:

-Cálmate ya, Juli. No tienes por que tomar en serio todo lo que predica ese farsante.

- ¡No puedo! ¡Lo hemos intentado decenas de veces, y ninguna de ellas ha resultado! Parece ser que es cierto que no podemos tener hijos...

- Lo intentaremos de nuevo. Alguna vez resultará..

-No lo creo, Moy. Han sido decenas de veces, y un aborto...

-Aún somos jóvenes, no podemos rendirnos. El destino nos será favorable. Ahora tenemos que irnos a la cama. Es tarde y no conviene que alarmemos a los vecinos.

- De acuerdo..

El matrimonio subió a un piso superior por una escalera. El espectro supo que esta era una situación perfecta para dejar al bebé en buenas manos. Colocó el cesto en la puerta, y apartó la manta para despedirse del niño. La criatura extendió su mano izquierda, en la que brillaba la trifuerza del valor, y acarició al espectro. Este besó con ternura la manecita del niño y le acarició su sedoso cabello castaño claro.

- Que Nayru te dé sabiduría para elegir tu camino, que Din te dé fuerza para superarlo, y que Farore te dé valor para superar todas las adversidades que encuentres por él. Ahora me tengo que despedir de tí, mi pequeño Link, pero volveremos a encontrarnos. Adiós, y que Hylia te proteja.

Volvió a cubrirle con la manta y tocó a la puerta. Acto seguido, se desvaneció.

Moy abrió la puerta:

- ¿Quien...? ¡Juli! ¡Juli, querida, ven a ver esto!

La mujer asomó detrás:

-¡Un bebé! ¡Las diosas nos han escuchado!

Moy extendió una mano hacia la cesta, pero vaciló :

-espera.. Hay una nota..

-¿A que esperas? ¡léela!

Juli tomó al niño en brazos :

-¡pero que cosita! ¡Y qué ojazos tiene!

Moy leyó la nota en voz alta:

"Mi nombre no incumbe en estos momentos, pero quisiera pedir un favor a aquellos que hayan encontrado a mi nieto. El rancho donde vivían sus padres ha sido arrasado por unas criaturas que están atacando Hyrule. Ha sobrevivido inexplicablemente, y me he encargado de ponerlo a salvo lo más lejos posible, en la región de Latoan. Por favor, seáis quienes seáis, cuidad bien de Link. Que las diosas os bendigan"

Juli miró en los ojos azules del bebé :

- ¿Te llamas Link? ¡que nombre tan curioso!

Moy miró alrededor, preocupado:

- Si su abuelo lo ha traído, debe de estar por aquí. Caliéntale algo de leche al niño. Iré a buscarlo. No hace tiempo como para que un anciano esté por ahí fuera solo.

-ten cuidado...

Moy cogió su espada y rastreó las afueras del pueblo. A la hora volvió, desanimado.

-no lo he encontrado..

- Lo que de verdad importa es que Link está a salvo, es lo que él quería.

El matrimonio se metió en su casa mientras, en el bosque un enorme lobo dorado miraba la escena, y acto seguido, se internó en el bosque.

Al día siguiente, Juli y Moy contaron a todo el pueblo la historia de Link, y el alcalde Bono estuvo de acuerdo con su decisión.

Esa noche se forjó una leyenda.

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