"Capítulo 1"

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El otoño estaba siendo bastante rudo en la semana en curso, llovía constantemente y, no lo sólo era eso, la acompañaban fuertes ráfagas de viento; era el primer año que Cosmópolis registraba estos fenómenos y los expertos decían que se trataba nada más, ni nada menos, que del cambio climático, lo que alentaba a los ambientalistas a reunirse cada día en la plaza más grande de la ciudad para realizar una huelga, aunque nadie estaba completamente seguro contra quién se revelaban.

La ciudad era un completo caos y las personas que conducían vehículos habían dejado de llegar a horario hace mucho tiempo. Y era exactamente lo que le sucedía a Sandra McCarty esa mañana, que golpeteaba nerviosamente sus dedos contra el volante de su auto, que llevaba a su hija de acompañante y que debía dejarla en su primer día de instituto.

Por el contrario a Sandra, su hija, Summer, estaba mirando despreocupadamente a los manifestantes, le resultaba curioso que estos estuvieran disfrazados de perros, nada tenían que ver los perros con el calentamiento global, pero no iba a comentárselo a su madre, ya que la única respuesta que tendría sería: tienes la cabeza en cualquier parte, Summer. En cambio, pensó en lo mucho que el auto de su madre, y las demás personas, estaban contaminando la atmósfera, justo en el momento en que comenzó a pensar en el aerosol utilizado en los carteles de los ambientalistas, sí, tenía su cabeza en cualquier parte.

Para distenderse un poco de aquello, decidió bajar la ventanilla, dejando que el aire fresco de la mañana la invadiera, produciéndole un escalofrío. Revisó nuevamente su celular, para asegurarse que Riley, su mejor amiga, no le había mandado otro mensaje, pero su conexión no había cambiado de la última vez que habían hablado.

- Cierra la ventana, Summer - regañó su madre - se mojará el auto -

La obedeció, quedándose pensativa, pensando principalmente en su nombre; a muchas personas le parecía chistoso que se llamara de esa forma, otras personas pensaban que era algo hermoso y que, por supuesto, sus padres deberían amar el verano, pero Summer nunca había preguntado sobre su nombre, bueno, ella no preguntaba casi nunca nada.

- Mamá, ¿te gusta el verano? - preguntó -

- No - fue la respuesta - hace calor y el mundo no se detiene para que te sientes a descansar en la sombra -

- Bueno, eso es un pensamiento medio pesimista -

- Summer, eso lo dices tú, porque todavía no trabajas -

- Bueno -

Quiso mantenerse callada pero había una grieta que entraba por la gomilla de la ventana y que la estaba poniendo de malas, así era Summer, siempre se ponía de malas, pero sólo para sus adentros porque jamás parecía enojarse con nadie. Se recostó en el asiento, apoyando su espalda en el acojinado asiento y suspiró.

- ¿Por qué me llamo Summer, entonces? - dijo, a la vez que ponía sus ojos en blanco -

Su madre odiaba que hiciera eso, a pesar de que ambas eran iguales, siendo una el reflejo de la otra. Ambas pusieron esa expresión de que la conversación se estaba yendo por el garete, pero siempre daba la impresión de que era de ahí de donde rescataban algunas conversaciones, para pasar el tiempo, para aniquilar el silencio que siempre estaba presente. Sandra relajó el seño y se volvió un segundo para observar a su hija y por un minuto se sintió mal, sólo suspiró.

- Conocí a tu padre en verano y fueron grandes momentos - respondió finalmente -

Llegaron al instituto pasados unos minutos pasados de la hora y Sandra no tuvo la oportunidad de bajar a conocer a los profesores y compañeros de su hija como tenía planeado, a pesar de que conocía a la mayoría de los profesores y los compañeros de su hija eran los mismos que la habían acompañado durante su infancia. No le sorprendió ver a Riley esperando en la puerta, ni que a ella no le importara llegar tarde, por supuesto que no le importaba, a esa niña sólo le importaba cuidar de todo el mundo. Levantó su mano en forma de saludo hacia ella.

Summer vio el auto de su madre alejarse; aún llovía, y se había mojado un poco, sin embargo, Riley tenía sus pies en un charco y golpeaba sus pies contra él, sí, ella había ganado. Le sorprendió lo imponente que era el instituto y Riley debió ver su expresión de pánico porque buscó en sus bolsillos, cosa de Riley, siempre usaba chaquetas con muchos bolsillos, hasta que halló un papel arrugado que parecía ser, efectivamente, un mapa del instituto.

- ¿Quién crees que se enoje más por tus botas? ¿Tu madre o la directora? - preguntó -

Fingió dudar, llevando una mano a su barbilla, pero luego estalló en risas.

- Mi madre, claro -

Y como era Riley, tardó un buen rato en dejar de reír. Subieron unas cuantas escaleras, por lo que Summer pensó que quizás se le dificultaría un poco subir cada día hasta allí. No pudo contar los escalones porque estaba manteniendo una conversación con su amiga. Más de veinte, eso era seguro.

A Summer le resultaban complicadas muchas asignaturas pero empezar el día con química era algo terrible pero, como Riley decía, ella podía llegar a ser muy trágica.

- Creo que nos vamos a tener que esforzar - apuntó Riley cuando terminó la hora - llegar tarde el primer día de clases no creo que sea algo que se deje pasar -

- No fue mi culpa - replicó Summer - es culpa del calentamiento global -

- ¡Oh, por favor! - exclamó Riley - la gente debería dejar de culpar al calentamiento global por todo -

- ¿No es cierto? - preguntó Summer - en verano hace más calor y mi madre se pone de mal humor -

- No te ofendas, Sum, pero tu madre siempre esta de mal humor -

Y eso era cierto y Summer lo sabía, pero no ganaba nada lamentándose por tener una madre como ella. No era sólo su madre, sino su familia, algo estaba mal, algo que nadie se atrevía a decir, había dudas que nunca se aclaraban como: por qué peleaban los padres, por qué el hijo se había ido de la casa, por qué no los visitaban parientes, por qué no se querían. Porque ese era el punto, no se querían, ni el padre y la madre, ni la hermana y el hermano, nadie se quería en esa casa, no había lugar para quererse.

- Visité a Liam ayer - dijo, Riley, de improviso, ella sacaba temas importantes de improviso - nos deseó un buen comienzo en el insti -

- A ti - apuntó Summer -

- No, él dijo: dile a Summer que les deseo un buen comienzo, crecen a pasos agigantados. Era para ambas - dijo Riley - está enfermo, tiene gripe -

- No va a morir por una gripe - luego puso sus ojos en blanco - mi hermano habla como mi madre -

- También dijo que quería hablar contigo antes de la cena -

- ¿Qué pasa hoy en la cena? -

Cuando Summer llegó a casa a las seis, porque luego del instituto debía ir a baile, se encontró con su hermano en el porche. Lo observó un tiempo desde la cuadra de en frente. Estaba viendo la pantalla de su celular, llevaba un traje, como siempre lo hacía, y tenía la chaqueta en su regazo, otra de sus costumbres y lo que lo llevaba a pescarse todas las gripes. Se había cortado el cabello, por lo que no había risos castaños en su cabeza; hacía dos meses que no se veían y él ya no parecía su hermano. Pero esa era la opinión de Summer, claro.

Cuando Liam levantó la vista para encontrarse con su hermana, una pequeña sonrisa asomó a sus labios. Esas involuntarias que no puedes controlar, esas que se producen cuando de enserio deseabas ver a esa persona. Esa era, evidentemente, Summer para Liam, sin embargo, ellos casi nunca hablaban.

- ¡Sum! -

La abrazó deliberadamente y Summer se quedó estática, no es que le molestara el contacto físico o que su hermano le causara rechazo, sólo se sentía como hipócrita al abrazarlo, sentía que abrazaba sesenta kilos de mentiras.

- Así que decidiste venir a cenar - dijo, Summer, en cuanto él dejó de abrazarla -

- No es mi elección - apuntó él - papá y mamá no te lo dijeron, '¿no? -

- ¿Qué debían decirme? -

Entonces, Liam, se recostó sobre el marco de la puerta, suspirando. No le sorprendía para nada que no le hubieran dicho, es más, se sorprendía de que le hubieran dicho a él. Summer era sólo una niña. Summer podría contárselo a todos y arruinar la imagen perfecta de las demás personas a la familia Collins.

- Debemos hablar de Jack - fue lo que dijo -


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