Capítulo 47 - Su ex le compró una prueba de embarazo.

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Connor Aldrin.

—Excelente, chicos— los felicité rápidamente por su buen trabajo mientras caminaba por la construcción supervisando el proyecto que estaba llevando a cabo.

—Gracias, jefe.

Acomodé mi casco y continué mirando lo que mi equipo hacia, cuando finalmente terminé abandoné el edificio y fui hasta la pequeña mesa que estaba en el jardín.

Miré el plano y después la construcción, poco a poco se estaba convirtiendo en un edificio de verdad.

Me deshice del casco y las gafas de protección y tomé mis llaves y celular.

Abandoné la zona de constricción y me ofrecí a traer algo de comer para el equipo.

Milles corrió hacia mi y después Pete.

Los 3 subimos a mi auto y conduje hasta el supermercado.

—¿Qué vas a comprar?— preguntó Milles cuando tomó el carrito.

—Todo lo que se necesita para hacer hamburguesas y unas sodas.

—Que buen jefe— dijo Pete con una leve risa.

—Son un buen equipo, se lo han ganado.

—Son excelentes— estuvo de acuerdo conmigo entonces comenzamos a recorrer los pasillos del mercado hasta conseguir todo por lo que habíamos venido.

Milles llevó el carrito hacia una de las   cajas. Se colocó justo detrás de unos 5 carros, probablemente pasaríamos rápido. Ni uno parecía tener muchos artículos. Me aparté de la fila para asegurarme de que fuera así y retrocedí rápidamente.

Pete, al notar mi extraño comportamiento imitó mi acción, se alejó y al encontrarse con lo que yo había visto soltó una burlona carcajada.

Un tipo de risa que podía llamar la atención, abandoné la fila y me metí en la de enseguida esperando que el revistero me cubriera.

Escuché a Milles reír y después aparecieron ambos detrás de mi con todo y el carrito.

—Eres un bebé.

—¿Soy un bebé?— pregunté ofendido con todo y el entrecejo fruncido y la boca bien abierta —Lo hago por él, la herida está fresca. Pobre hombre.

—Tiene razón, Milles. Es bastante reciente.

—Ya pasó un mes.

—Exacto, un mes. Es poco.

—Iré a decir hola— me dijo Milles en un tono retador.

Lo señalé y lo miré en forma de "No te atrevas" y sólo rió.

De igual forma abandonó la fila y lo vi regresar a la anterior.

—Hola— escuché la voz de Damian.

—¿Es en serio?— me quejé bajo, quería asesinar a Milles.

Solté el carrito bruscamente y estuve a punto de ir tras Milles pero entonces lo vi regresar.

—Que incómodo.

Cuando la vida se complicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora