Connor Aldrin.
—Excelente, chicos— los felicité rápidamente por su buen trabajo mientras caminaba por la construcción supervisando el proyecto que estaba llevando a cabo.
—Gracias, jefe.
Acomodé mi casco y continué mirando lo que mi equipo hacia, cuando finalmente terminé abandoné el edificio y fui hasta la pequeña mesa que estaba en el jardín.
Miré el plano y después la construcción, poco a poco se estaba convirtiendo en un edificio de verdad.
Me deshice del casco y las gafas de protección y tomé mis llaves y celular.
Abandoné la zona de constricción y me ofrecí a traer algo de comer para el equipo.
Milles corrió hacia mi y después Pete.
Los 3 subimos a mi auto y conduje hasta el supermercado.
—¿Qué vas a comprar?— preguntó Milles cuando tomó el carrito.
—Todo lo que se necesita para hacer hamburguesas y unas sodas.
—Que buen jefe— dijo Pete con una leve risa.
—Son un buen equipo, se lo han ganado.
—Son excelentes— estuvo de acuerdo conmigo entonces comenzamos a recorrer los pasillos del mercado hasta conseguir todo por lo que habíamos venido.
Milles llevó el carrito hacia una de las cajas. Se colocó justo detrás de unos 5 carros, probablemente pasaríamos rápido. Ni uno parecía tener muchos artículos. Me aparté de la fila para asegurarme de que fuera así y retrocedí rápidamente.
Pete, al notar mi extraño comportamiento imitó mi acción, se alejó y al encontrarse con lo que yo había visto soltó una burlona carcajada.
Un tipo de risa que podía llamar la atención, abandoné la fila y me metí en la de enseguida esperando que el revistero me cubriera.
Escuché a Milles reír y después aparecieron ambos detrás de mi con todo y el carrito.
—Eres un bebé.
—¿Soy un bebé?— pregunté ofendido con todo y el entrecejo fruncido y la boca bien abierta —Lo hago por él, la herida está fresca. Pobre hombre.
—Tiene razón, Milles. Es bastante reciente.
—Ya pasó un mes.
—Exacto, un mes. Es poco.
—Iré a decir hola— me dijo Milles en un tono retador.
Lo señalé y lo miré en forma de "No te atrevas" y sólo rió.
De igual forma abandonó la fila y lo vi regresar a la anterior.
—Hola— escuché la voz de Damian.
—¿Es en serio?— me quejé bajo, quería asesinar a Milles.
Solté el carrito bruscamente y estuve a punto de ir tras Milles pero entonces lo vi regresar.
—Que incómodo.
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Cuando la vida se complica
Teen FictionRiley Bellamy tenía problemas en su inexistente vida amorosa. No era el tipo de mujer que un hombre quería; Ella era feminista y era conocida por eso pues era una famosa escritora de libros de consejos y autoayuda para mujeres además de comunicadora...