25.- A tu lado

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Corrí al baño y en cuanto llegue abrí la puerta sin preguntar nada. Entré y vi la imagen que me esperaba encontrar. Ana estaba de rodillas delante de la taza y lo único que hacía era vomitar.
-Sh, tranquila -dije recogiendo su pelo con una de mis manos y frotando su espalda con la otra.
Esther apareció por la puerta.
-¡Esther largate! -le grité.
Sabía que no podía ver a nadie vomitar ya que ella iba detrás.
-Mierda, yo no puedo ver esto -dijo con arcadas.
-Ve a la cocina y prepara un vaso de agua. ¡Corre!
Asintió y salió de allí como un rayo. Ana continuaba vomitando y ya no tenía nada que echar. Toda la comida había abandonado su estómago y si seguía en cualquier momento comenzaría a soltar sangre.
-Ana, por favor, respira profundamente -le dije casi con un tono de voz suplicante.
Alargué mi brazo para coger un poco de papel higiénico para limpiarle la boca. Cogí su cara entre mis manos y le hablé mirándole a los ojos.
-Ana, escuchame. Respira y expira. Lentamente.
Ella lo hizo varias veces sin dejar de mirarme.
-Bien, muy bien -la animé- ¿Te sientes mejor?
Ella asintió.
-¡Esther! -grité el nombre de mi amiga- ¡Trae el agua!
Esther apareció en la puerta del baño y me tendió el vaso de agua, el cual yo le pasé a Ana.
-No bebas demasiado. Te provocará más.
Me hizo caso y solo se mojó los labios.
-¿Arriba? -le pregunte para levantarnos del suelo.
Ella volvió a asentir y yo la ayude a incorporarse. Nos acercamos al lavabo para que se enjuagara la boca. No la solté en ningún momento ya que estaba bastante mareada.
-Esther, llévate el vaso, por favor -dije con una mirada cómplice hacia mi amiga la cual entendió a la perfección.
Cuando Esther ya estaba de vuelta a la cocina le hablé a Ana.
-¿Sigues con la quimio?
-Sí.
-¿Es más fuerte el tratamiento?
-No. ¿Por qué?
-Porque la última vez que te vi vomitar no fue tan fuerte.
-No es solo por la quimio, Paula. Es todo.
Asentí y vi como Ana salia del baño y yo la seguí.
-Paula, yo ya me voy. Te he dejado todo lo que hemos hecho hoy en la mesa.
-Muchas gracias, Esther.
-Adiós. Adiós profe, recuperese.
Ana le sonrió a modo de despedida y de gracias.
La puerta de cerró como señal de que Esther ya había abandonado la casa.
-Paula, yo también me voy a casa.
-Claro... con él -dije en un susurro pero Ana pudo escucharlo.
-No, con él no. Él es él y su vida es suya no compartimos nada. Únicamente techo. Esto es lo que te quería comentar mañana pero ya lo he dicho todo.
-He sido idiota -dije mientras una lágrima descendía por mi rostro.
-Pero no llores -Ana limpió mi lágrima.
-Ana, cuando te he visto ahí, vomitando, he imaginado lo peor. Pero entiéndeme, ese hombre y tú...
-... Ese hombre y yo -dijo cortándome- Somos simples conocidos de hace años. Y yo no siento nada por él. No soy capaz de sentir nada por nadie.
La miré fijamente a los ojos.
-Nadie que no seas tú -puntualizó.
Nos abrazamos y me dijo al oído:
-Me voy pero mañana seguimos hablando.
-Vale.
Me sonrió desde la puerta para después desaparecer.

Estaba esperando a Ana en la puerta del despacho de la jefa de estudios pero hacía 10 minutos que había sonado el timbre y no aparecía. Me imaginé que podía estar vomitando otra vez pero justo antes de que perdiera los nervios la vi aparecer al final del pasillo.
-Lo siento -dijo cuando estaba a mi altura- Tenía un examen y les he dejado unos minutos más.
-No te preocupes.
Entramos y ella soltó todo. Por mi cabeza pasaron imágenes de la primera vez que entré a ese despecho con ella.
-La primera vez que entramos aquí llevabas una camisa blanca, una falda negra y el pelo recogido en un moño del que salían algunos pelos revoltosos deslizándose por tu nuca.
Su cara de sorpresa no me impactó.
-¿Te acuerdas?
-Como si fuese ayer. Recuerdo que... -unas risas se me escaparon-... Cuando te sentaste en la silla y te inclinaste pensé que algún botón de tu camisa reventaría y no podía dejar de mirarlos.
-¿Los botones? -preguntó divertida.
-Sabes que no.
Reímos y vi como ella se apoyaba en la mesa.
-Bueno -comenzó a hablar- Es hora de hablar.
-Eso creo -dije yo.


Es la primera vez que os escribo después del capítulo.
Os quiero agradecer por vuestras lecturas y los comentarios que me dejáis tanto por aquí como por privado.
También escribo esto para informaros de que este era el último capítulo que tenía escrito de forma adelantada. Así que a partir de ahora me tendréis que tener un poco de paciencia. Aún así esta historia aún no se acaba.
Muchas gracias a todxs 💖

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