Secrets. {Louis Tomlinson Fan Ficción}

Capítulo cuarenta y seis.

Narra Louis

Habían pasado exactamente 27 días desde que me había ido. 27 días. 648 horas. 38880 minutos. 2332800 segundos. Desequilibrado. Ese sería el adjetivo con el que me definiría cualquiera que me viera contar cada segundo que pasaba.

Pero realmente no estaba loco, sino ansioso. Ansioso por volver. Ansioso por verla, por abrazarla, por besarla, por ver cómo se sonroja con mis palabras… Esa chica me tenía encadenado a ella. Y lo odiaba. Era demasiado perjudicial para mí.

No digo que estuviera enamorado de ella, porque no lo estaba. Quiero decir, apenas conocía a Diane de unos dos meses, nadie se enamora de una persona en tan poco tiempo… ¿Verdad?

Mis sentimientos por Diane no iban más allá de lo somático. Disfrutaba de su compañía y de ella, simple y llanamente.

Sin embargo, reconozco que me molestaba que estuviera con otro. ¿No le bastaba conmigo?

-Louis –la voz de Paul se oyó al otro lado de la puerta de la habitación-. Louis –repitió, golpeando ligeramente la madera con los nudillos.

Me levanté de la cama y le abrí la puerta.

-¿Qué quieres ahora, Paul?

-Es sobre la entrevista de esta tarde…

-No me olvido de la entrevista, tranquilo –hice el ademán de cerrar la puerta.

-Espera –interpuso el pie entre la puerta y el marco-. La entrevista se ha cancelado, les ha surgido un problema técnico. Se traspasa para pasado mañana.

-Ah, vale… Gracias por avisarme –le sonreí en agradecimiento y él hizo lo mismo.

Cerré la puerta y volví a tirarme en la cama.

La entrevista de hoy se cancelaba. Día libre.

Mañana no teníamos nada que hacer. Otro día libre.

Dos días libres, perfecto.

¿Qué podría hacer? Desde luego no quería pasarme 48 horas encerrado en este hotel.

Podría hablar con alguno de los chicos y salir a explorar la ciudad, o ir al gimnasio del hotel, o…

Salté de la cama y abrí la puerta. Al final del pasillo vi a Paul salir de la habitación de Liam.

-¡Paul! –grité corriendo hacia él. Se paró y se giró en mi dirección.

-¿Qué ocurre?

-Hoy no tenemos nada que hacer y mañana tampoco, ¿cierto?

-Así es, ¿por qué?

-Me gustaría ir a visitar a alguien.

-¿A quién? –arqueó una ceja curioso.