Capítulo 37

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David me susurra: Te quiero, nunca me faltes.

Y yo le volví a besar.

Eso hizo que me despertara de aquel sueño tan raro sin ningunas ganas de volver si quiera a intentar dormir.

Me levanté y me puse a limpiar y a hacer listas de regalos de navidad.

Al siguiente día salí de fiesta con Dani, si que bebí bastante pero aquel sueño me dejó tan rayada que a penas había bailado con nadie por miedo a que pasara lo que en el sueño.

Estar con Dani era absolutamente divertido, él es una persona que te hace disfrutar, reír y te quita las penas aunque solo sea un momento.

Y eso es algo que no todo el mundo lo puede hacer.

A un día de la fiesta de disfraces.

Me apetecía salir con Jorge, y también con Magí y Dani.

Aquella noche me apetecía muchísimo.

El concierto de vuelta estaba preparado y perfecto.

Empecé a preparar a Jorge sobre las siete de la tarde.

Una vez listo me arreglé yo.

Íbamos súper monosos.

Cuando los chicos vienieron a por nosotros eran las nueve o algo así por lo que era buena hora para salir.

Llegamos a aquel pub recién inaugurado y la verdad es que había bastante gente, buen ambiente, y buena música.

Estuve muy agusto las primeras horas.

Jorge ni renegaba ni se cansaba, cosa que un niño de su edad suele hacer.

Pero él se lleva bien con la gente mayor, por lo que con Magí y Dani se lo estaba pasando bastante bien.

Yo me acerqué a la barra pidiéndome mi sexto cubata.

Me senté en uno de los taburetes y sin a penas saber porque empecé a llorar, pero como con la máscara no se veían las lágrimas no me importaba demasiado.

Comencé a beber y a recordar como había podido acabar así.

De todo mejorar a todo irse a la mierda.

Por una persona.

Era realmente triste y me agobiaba bastante el hecho de pensar que me quedaría sola, o que no encontraría alguien que me llenara como él un día hizo.

Hundo la cabeza en mis manos con los codos apoyados en la barra.

-Se te ve jodida.-dice un chico situado a mi lado derecho.

Le miro.

-Sí, bueno... La vida es jodida.

-Que me vas a decir a mi.-sonríe de lado.

Le da un trago a su vaso.

-Qué te pasa?

-Debería contarle a un desconocido mis penas?

-Bueno, a veces es de más confiar un desconocido que un amigo de toda la vida.-insiste.

Yo suspiro.

Y no porque me moleste si no por recordar el hecho de estar así.

-Tengo miedo de quedarme sola.

Él se ríe.

Mira su vaso.

Y le da un par de vueltas entre sus manos con los dedos.

-Qué pasa? De qué te ríes?

-De que... Tenemos el mismo problema.

No le veía la cara ya que la máscara me lo impedía.

Iba disfrazado de power ranger rojo.

Buen disfraz.

-A ti te pasa lo mismo?

-Sí.

-Bueno, así me entiendes.-sonrío.

-Se te ve buena chica, no tengas miedo a eso.

-Gracias.

-También se te ve joven, es pronto para que te deprimas poe eso.-suelta una risilla.

-He estado muy enamorada y... No ha funcionado.

-Bueno... Pues lo siento.

Seguimos hablando e incluso nos hicimos un selfie, por hacer algo.

Un chico llama a este un rato después.

-Me tengo que ir.

-Me das tu número?

-Claro.

Cuando me lo da se va.

Le agrego.

-Mierda, no sé su nombre.-susurro.

Lo agrego como power ranger y guardo el teléfono para seguir bebiendo.

Al rato vienen Magí, Dani y Jorge abrazos del primero, riéndose.

Cuando llegan donde yo Magí se vuelve con Jorge.

Dani empieza a hablarme.

-Eh, esto era para que te divirtieras y despejaras, no para que te emborracharas otra vez.

-Lo siento.

Me pongo de pié y hago el intento de andar en línea recta.

En el coche de camino a casa se crea un silencio que invade el espacio.

Hasta que el pequeño se empieza a reír.

-De qué te ríes Jorge?

-Lorena, no le hables.-me dice Dani.

El niño me responde pero yo no le hago caso.

Él estaba sentado encima mío ya que se nos olvidó coger su silla del coche.

Sé lo que estaban pensando:
Esta niña no tiene remedio, es una borracha.

Pero... Me sentía mal, me faltaba un trozo de mí.
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Sigo?
Comeents⬇💖

Te sigo (David Auryn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora