<<Continuazione>>

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<<Continuazione>>

<<Cuando Niall Horan murió, fue noticia de titular en los periódicos locales y en las cocinas de las casas se oían gritos de asombro cuando se abrían esas páginas.  Se narraba el recuento de como creían los expertos que se había desarrollado el accidente, las tardías horas en que la ayuda llegó debido al inclemente clima aunque los paramédicos ya nada podían hacer para salvar al muchacho y en como lucharon por sacar de entre los fierros retorcidos a la única sobreviviente. El chofer del otro auto había muerto al salir proyectado del automóvil y dar con la cara en el asfalto. También se habló de como la muchacha había estado consciente cuando la trasladaban a la camilla y en como murmuraba cosas ininteligibles entre sollozos. Se publicaron tres fotografías. Una de como había quedado el auto tras el accidente; una foto de él, sonriente y apuesto... Y otra mía. Yo había guardado el recorte de ese diario>>

Me desperté de golpe. Presa de un ataque de ansiedad y miedo que no había experimentado desde el día en que los sedantes habían dejado de funcionar en mi organismo. Estaba temblando y un sudor frío me recorría las sienes pegandome el cabello a la cara y también podía sentir la transpiración recorrer mi espalda.
¡¿Que demonios había pasado?! Creí que las pesadillas se habían terminado desde hace mucho. El corazón me martilleaba en el pecho, las manos se sentían como dos pedazos inertes de plomo y respirar se me tornaba más difícil conforme pasaba el tiempo.
¿Por qué soñaba con esto?

[No sé como escribirlo pero... ¿Alguna vez han comido azúcar en exceso? ¿O tomado varias latas de Red Bull a las tres de la mañana?  Al principio sientes la energía recorriendote de pies a cabeza, el corazón te late tan fuerte que no puedes mantenerte quieta por las oleadas de adrenalina que bombea esa pieza vital por todo el cuerpo. Esa vitalidad te llena y no hay necesidad de otra cosa. Pero no dura mucho y cuando el efecto pasa te sientes agotada, alicaída y peor de como estabas al principio.  Eso pasó conmigo. Ayer me había divertido de verdad luego de mucho,  había reído como nunca que creí que podría volver a hacerlo. Me había sentido bien pero ahora una puerta a recuerdos dolorosos se habían llevado de golpe el bienestar]

Aún me temblaba la mano cuando escribí la ultima palabra, por lo que le quedó escrita de forma irregular. Eran las siete de la mañana. Pero temía cerrar los ojos y volver a soñar con lo mismo. Prefería mil veces permanecer despierta a volver a sumergirme en el día del entierro de él.  No podía pensar su nombre sin que doliera. Y la parte inconsciente de mi cerebro me mandaba esas memorias justo a mitad de la noche para torturarme. De otro modo, no hubiese recordado y dicho su nombre en sueños,  ni hubiera hecho memoria de como brillaban sus ojos la última vez que los vi. Momentos antes de que todo acabara.
Una mirada de despedida, de un "Todo estará bien", un "Tu estarás bien, te amo" dicho en mi oído unos segundos antes de que su voz se amortiguara por el sonido de cristales haciéndose añicos.  Luego silencio.
Por eso paré en seco cuando mi mente iba en camino a un lugar donde no quería detenerme. Sólo me dejaba claro que yo no merecía reír y darme el privilegio de estar tranquila de vez en cuando.

Forte Oscurità [Hemmings] |Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora