— Contar lo que ha pasado para que nos enteremos todas —dijo Normani que estaba en frente de mi.

Las tres nos giramos a ver a las demás que nos miraban con mucha curiosidad.

— Algo estáis ocultando que no queréis decirnos —dijo Ally pensativa.

— Es verdad, Vero no me lo ha querido decir —comentó Lucy mirando mal a Vero.

— Lauren no me deja —dijo rápidamente Vero.

— Sigamos cenando —me puse a comer ignorando a las demás.

— A mi me lo ha contado Camila, pero tampoco me deja decirlo —soltó Dinah y me giré a mirar a Camila.

— ¡Dinah! —exclamó la chica de ojos chocolate.

— ¿Se lo has contado? —le pregunté a Camila en voz baja.

— Sí —respondió observando mi reacción por si era negativa.

— Somos un grupo, todas tenemos derecho a saberlo —se quejó Lucy.

— Sí Camila quiere, no creo que yo tenga un problema en decíroslo —clavé mis ojos en la chica que estaba a mi lado.

Normani, Ally y Lucy miraron a la chica de ojos chocolate esperando que les cuente lo que pasa.

— No sé. Quizás a Hailee no le parece buena idea que lo sepa más gente —dijo con un suspiro.

— No le diremos nada a nadie —aseguró Normani y las otras dos asistieron de acuerdo.

— ¿Os habéis dado cuenta de que Lauren y yo hacía un tiempo que no hablábamos? —les preguntó.

— Sí, estabais distantes —contestó Ally y las demás pensaban lo mismo.

— Lauren y yo nos besamos, se lo conté a Hailee y ella me perdonaba si no le hablaba a Lauren —contó sin andarse con rodeos.

— En realidad se han besado tres veces —aclaró Vero.

— La primera vez aun no estaba con Hailee, en las otras dos ocasiones si —explicó Camila.

— ¿Hailee está de acuerdo con que volváis a hablar? —preguntó Lucy.

— Antes de venir le conté que Lauren vendría a buscarme —dije mirándome por un momento.

— ¿Le pareció bien? —cuestionó esta vez Normani.

— Bueno, solo lo aceptó —respondió Camila.

No continuamos hablando del tema porque Camila no quería decir nada más. Sinceramente me jodía que Camila hubiera aceptado a no hablarme sin pensárselo dos veces, pero hoy lo estaba haciendo y la verdad eso me hacía estar bien. Camila podía cambiar mi estado de ánimo de una forma que nadie podía.

Terminamos de cenar y nos despedimos para ir todas a casa. Está vez podría hablar con ella porque antes cuando nos dirigíamos a la pizzería a Vero le apeteció querer venir con nosotras en el coche.

El trayecto a su casa al principio fue silencioso hasta que Camila decidió romperlo.

— Hoy hemos vuelto a hablar, pero no creo que sigamos haciéndolo mañana —empezó a decir —. No sé si a Hailee le parezca bien que haya estado hablando contigo hoy.

— ¿Qué importa lo que piense Hailee? Tu eres la única que puede decidir con quien hablar, no ella —hablé con un poco de pesadez en la voz.

— Su opinión también es importante, Lauren.

— Si de verdad te ha perdonado, no te pediría que dejaras de hablarme. Ella tiene que confiar en ti —le dije mirándola cuando paré en un semáforo.

— Ella confía en mi, solo que piensa que tu puedes intentar algo conmigo —sonreí por lo que dijo.

— Es que lo voy intentar —la chica de ojos chocolate se pasó la mano por el pelo y sonrió levemente.

Cambiamos de tema y ella me contó que mañana ya no haría falta que nadie la llevara en coche porque tendría el suyo propio. Al parecer tenía el carnet y eso me tomó por sorpresa porque nunca la había visto conducir.

Al llegar a su casa, nos despedimos y ella se bajó del coche. Justo en ese momento recibí un mensaje.

Vero: Hoy es tu oportunidad de hacer algo con ella porque quizás no te vuelva a hablar.

No lo pensé dos veces. Me bajé del coche y fui tras Camila. Agarré su brazo para que se diera la vuelta, colocando rápidamente una de mis manos detrás de su cuello para presionar mis labios contra los suyos.

Loving You Despite The Obstacles | CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora