—Tienes suerte de que Scott tenga pésimo olfato. Podría oler tu sangre a kilómetros —siseó Hannah en voz baja, haciendo referencia a las manos de Liam, cuyas palmas estaban cubiertas de sangre por haberse encajado las garras en ellas, en un intento de obtener control—. Limpiate y tírala si puedes. Me estoy poniendo de tu parte en esta, diciéndole a Scott que estás bien. No me decepciones, Liam.

—Te compraré una nueva —murmuró Liam en respuesta, desganado. Hannah puso los ojos en blanco y le picó el costado con un dedo.

—No estoy enojada contigo, tonto. Me preocupo por ti —dijo Hannah, su voz cargada de honestidad. Liam le dio una sonrisa triste.

—Lo sé. Lamento no poder controlarme mejor.

—Aprenderás. Ahora, vamos. Se van a preguntarpor qué tardamos tanto.     

🌙🌙🌙🌙🌙

—¿Es una fiesta? —preguntó Liam como por séptima vez en el viaje desde el asiento trasero, en compañía de Scott. Stiles estaba manejando su Jeep, con la mano de Hannah entrelazada con la suya y otra mano en el volante.

—No es una fiesta —respondió Hannah—. Ya te lo hemos dicho.

—¿Entonces qué pasa a media noche?

—Tu hora de dormir —dijo Stiles ésta vez. Hannah le dio un apretón a la mano de Stiles que tenía entrelazada con la suya y le miró mal, aunque intentaba contener la risa.

—¿Por qué no van las chicas?

—¿Y yo qué soy? —preguntó Hannah, llevándose una mano al pecho, ofendida.

—Tu eres como un chico con pechos —dijo Scott, hablando por primera vez, mientras miraba por la ventana distraído.

—Liam, dale un codazo a Scott por mí —ordenó Hannah a Liam, jugando. Ligero pánico pasó por los ojos de Liam.

—Honestamente no sé cual de los dos me da mas miedo, así que paso —admitió el chico—. Y no han respondido mi pregunta.

—Nos van a ver ahí. Deja de hacer preguntas, ¿quieres? Es una cosa de mayores. Lo sabrás cuando seas uno —espetó Stiles bruscamente, sin haber olvidado su enojo hacia Liam. Hannah pareció notarlo, pues se inclinó y rápidamente le dio un beso en la mejilla a Stiles.

—Ahora quién parece violento —le susurró la rubia juguetonamente, haciendo referencia a su conversación de horas antes. Stiles simplemente suspiró y negó con la cabeza, sin dejar a lado su mal humor.

—¿Han tenido problemas con sus teléfonos? —preguntó Scott, cambiando de tema, con el ceño fruncido hacia su celular. En ese momento, el Jeep dejó de funcionar, parándose poco a poco.

—¿Qué carajo? —murmuró Stiles.

—¿Te has quedado sin gasolina? —preguntó Liam, intentando ayudar. Stiles negó con la cabeza.

—Es eléctrico. Probablemente sea el alternador otra vez.

—¿Quieres que me baje a ayudarte? —se ofreció Hannah. No sabía mucho de coches, pero tal vez podría ayudar un poco. Stiles asintió y se bajó del vehiculo seguido de Hannah y Scott.

—Hay mucha cinta adhesiva —observó Scott después de que Stiles abriera el capo. Stiles le miró mal—. Bromeo. Lo arreglaremos.

—Lo sé. Es la última noche del verano, ya sabes, así que quería asegurarme de que todo el mundo estuviera ahí esa noche.

—Lo conseguiremos —le aseguró Hannah—. Todo estará perfecto. Incluso me comportaré con la Chupacabras. Lo prometo —Scott bufó ante el sobrenombre de Malia pero no dijo nada.

Breaking /Teen Wolf |running#4|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora