Hoy es lunes, lo que significa que toca volver a clase después de estar todo el fin de semana estudiando, o al menos, fingir que lo hacía.
Me llamo Alissa, aunque mis amigos me llaman Ali, algunos incluso Lisa; no soy una chica que destaca entre las demás ya que tengo el pelo castaño oscuro, mis ojos son marrones, mi estatura está justo en la media y mi peso... Mejor no hablar de ello.
Soy bastante tímida, por lo que me suelen tachar de antisocial, y debido a eso, no tengo muchos amigos, para ser más concreta tengo dos: Connor y Parker.
Como dije antes, es lunes, por lo que tengo que levantarme ya si no quiero llegar tarde, cosa que tratándose de mí, ocurría siempre.
Después de terminar de ducharme, vestirme y desayunar, salí de mi casa hacia la parada del autobús, esperando encontrarme ahí con Parker, como hacía todas las mañanas, pero esta vez no estaba, cosa que me extrañó ya que ella siempre suele llegar unos diez minutos antes que yo, por lo que no me quedó más remedio que esperar yo sola.
Cuando llegó, subí y empecé a buscar un asiento libre entre murmullos y miradas poco disimuladas, vi un sitio al fondo, pero antes de llegar a él, me tropecé con la pierna de alguien haciendo que me cayera al suelo mientras todos se reían a la vez que me señalaban, me fui a levantar y ahí estaba Logan, el estúpido y creído de Logan, dirigiéndome una de sus sonrisas de superioridad y mirándome por encima del hombro, pasó a mi lado seguido de su tropa de admiradoras y amigos del equipo de lacrosse mientras pisaban mis cosas.
Me levanté intentando no chocarme con nadie y con un suspiro fui al sitio de atrás, saqué mi móvil y me puse a escuchar música mientras intentaba esquivar a dos chicos que estaban a mi lado metiéndose la lengua hasta la garganta, en estos momentos odio a Parker por dejarme sola.
Al cabo de unos quince minutos llegamos al instituto, bajé rápidamente y miré mi reloj, las 7:50, aún quedaban diez minutos para que empezaran las clases, así que me senté en un banco para leer mi libro favorito, Yo antes de ti, esperando a que aparezca mi mejor amiga.
Habían pasado cinco minutos y aún no había rastro ninguno de Parker, me levanté, me armé de valor, bueno... Más bien intenté armarme de valor, y de mala gana me dirigí a clase para llegar con tiempo. Al entrar, me senté en mi asiento, primera fila, justo en frente de la mesa del profesor.
Cuando la campana sonó avisando de que ya empezaban las clases, todos mis compañeros entraron en avalancha intentando no quedarse fuera de la clase, por eso me gustaba llegar siempre antes de tiempo, ya que esa avalancha humana no duda en dar codazos y empujones si eso supone no quedarse fuera, entre ese montón de personas se encontraban mis dos amigos, ambos me saludaron y cada uno se sentó en su respectivo sitio: Parker a mi lado y Connor en la penúltima fila.
—Siento no haber cogido el autobús, me quedé dormida y tuve que venir caminando. -Dijo mi amiga mientras se sentaba y sacaba sus libros de Geografía. —Pero como soy tan buena amiga... -Sacó una bolsa con el logo de mi pastelería favorita de su mochila, juro que mi boca se hizo agua con solo verla.
—Parker, te adoro, pero que sepas que el autobús no es lo mismo sin ti, me tuve que sentar al fondo y los murmullos fueron menos disimulados.
—Eso te pasa por no plantarles cara, si fueras menos buena te aseguro que no serían así contigo.
—Parker, ya hemos hablado de eso, no voy a apuntarme a boxeo.
—¿¡Y así como planeas conocer al caliente boxeador que se metería en peleas solo por ti!? -No pude evitar reírme ante su comentario, estaba claro que leer tantos libros de ese tipo le estaban afectando.
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Viviendo con el playboy
Teen FictionMudarse se supone que es algo increíble, pero cuando te dicen que la que se muda eres tú mientras tus padres se distancian miles de kilómetros de ti, ya no es tan increíble, al contrario, es horrible; no solo porque eres tú la que se va a la casa de...