-¿Por qué?

Ahora la observa dubitativo, no se esperaba esa respuesta en forma de pregunta.

-¿Por qué lo mataste? Al padre de Yona –continúa.

Traga saliva y aprieta un puño, lo más disimulable posible.

-No valía como rey.

-Cuéntame más –se da la vuelta, sujeta la cara con sus manos y juega con sus pies.

-¿Por qué te interesa tanto? Ya habrás escuchado esta historia.

-Quiero tú versión.

Sabía que estaba jugando con él, pero lo que se cuestionaba era, ¿a dónde quería llegar?

-Crecí bajo su poder y desde pequeño me daba cuenta que lo que hacía no era lo correcto.

-¿Qué consideras como no correcto? –Coge una manzana que hay en la mesita de noche.

-Pues... perder tierras por no querer luchar, por ejemplo.

-No querría tener bajas –con un cuchillo poco peligroso comienza a cortarla.

-Pero si no las hay, vas debilitando el reino de otra manera.

-Entonces, tu razón para matarlo fue de que no estaba ejerciendo adecuadamente y en vez de llevar el reinado a lo más alto, lo encaminaba hacia la catástrofe –hace formas con los trozos de la fruta.

-En efecto.

El silencio se torna el protagonista por un momento.

-En fin... –ella suspira– ¿Y si me cuentas ahora la verdad? –Soo-Won abre los ojos de golpe.

-¿Qué?

-Sí, ya sabes... –muestra dos figuras, uno de un conejo y otro de una espada– Me acabas de hablar como la fachada que das, pero... ¿Dónde ha quedado ese amado primo que tanto querían Yona y también Hak? –Le acerca a la cara la forma del animal.

-No sé cómo te he dejado quedarte aquí y menos no haber avisado a los guardias...

-Como cambias de tema. ¿Qué te pasa? ¿Temes ser descubierto?

-En primer lugar, no sé qué sacas con todo esto... A no ser que sea para informarles, ¿no es así?

-Para nada, solo es curiosidad personal.

-Somos enemigos y en breve nos enfrentaremos a una batalla. ¿Por qué debería creerte...?

Soo-Won calla en el instante en el que Mio le ha agarrado de la camisa para que sus ojos se encuentren.

Se mantienen en silencio, el único ruido que se escucha es el viento a las afueras del habitáculo.

-Porque no puedo evitar... verte reflejado como mi hermano –dice la peliazul con un tono triste.

Y tenía razón, si el actual rey de Kouka tuviera el pelo más largo, rizado y rojo su semejanza sería tal que daría miedo.

-Por Yona... –suelta de pronto– Lo hice todo por Yona...

Él mismo se sorprende de lo que ha dicho. Nunca, en su osado juicio hubiera desvelado la verdad, se juró que lo mantendría hasta su muerte, entonces... ¿Por qué? ¿Acaso habían sido los poderosos ojos bicolores de la Loba Elemental que le habían obligado a decirlo?

Mio lo suelta y se echa un poco para atrás, era cierto que se esperaba que esa fuera la razón sin embargo el haberlo escuchado de su boca, con palabras llenas de arrepentimiento le había tocado.

ℓα ℓσвα ףυє αмαвα α ℓσѕ ∂яαgσиєѕ · AKATSUKI NO YONAWhere stories live. Discover now