Sam 10

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Oh Sam, me tardé en abrirte pero ya estás acostumbrado, con todo lo que me pasa de un modo está justificado. Hoy quiero desahogarme. Primero con el vuelo ¡in-su-fri-ble! Me pareció eterno y no solo eso, fueron, horas y horas de estar ahí para llegar a Madrid. Lo peor fue que yo quería orinar pero no puedo hacerlo en esos bañitos de avión, siempre me mareo no sé porque.

Pero esta ocasión debía intentarlo porque me iba a tardar mucho en llegar a tierra, tal vez hubiera tenido mejor suerte por barco junto con las cosas. Yo ya quería llegar pero no podía y no conforme con llegar a Madrid debíamos viajar para llegar al centro de la ciudad. Fue la travesía eterna más enojosa que había tenido.

Llegamos de noche y yo estaba hecha polvo igual que mis papás pero lo mejor venía ahora, tuvimos que desempacar unas cobijas para dormir en el piso. La primera noche no fue lo más increíble que te puedas imaginar. Y cuando abrí los ojos me asusté un poquito porque no reconocía donde estaba hasta que mi mente como que recordó que me había cambiado.

Creo que la disposición que tengas a algo cambia tu opinión de las cosas, como me obligaron a venir los primeros días todo me enojaba, todo me parecía feo. Esa mañana me moría de hambre y me salí a buscar algo de comer porque no teníamos nada, caminé unas calles donde había una tienda pero no pude comprar nada porque no llevaba dinero, quiero decir dinero de allá.

Así que me tuve que regresar con las manos vacías mientras mis padres tenían un ataque de pánico porque no me encontraban y tenían miedo de haberme dejado en el aeropuerto. Fue gracioso la verdad, mi papá regreso con leche y pan porque no había cocina instalada. Todo lo íbamos a hacer nosotros.

La casa es más pequeña que la anterior pero es de dos pisos y las recamaras están arriba. Fue bien raro subir para ver todo vacío y pintado de azul cuando en las fotos se veía amarillo muy claro, mi papá mandó cambiarle el color. Era momento de escoger una habitación, en la antigua casa mi cuarto daba al jardín por eso ahora escogí la calle.

Las calles no se parecen a las de México nada, me parecían fatales, todo en general: la comida (que era pura comida para llevar) las personas (que solo veía pasar) el clima (que es caluroso en comparación donde vivo) y no estaba siendo objetiva. Pensaba que la gente de aquí era grosera y engreída, que no me equivoqué en lo primero porque parece que por cada tres palabras sueltan una grosería jejej pero es de una manera completamente distinta.

Si diario, hay muchas cosas distintas, por ejemplo siempre pensé que no comíamos chile en mi casa. Pero llegué aquí y comprendí lo que es nada ¡No hay nada de picante! Extraño la salsa, me encantaban las papas con salsa y aquí eso no existe, lo mismo pasa con las tortillas, diablos, extraño mucho la comida.

Otra cosa rara para mí es los nombres de las cosas en el supermercado, el día que fuimos a comprar unas cosas de la casa nos enteramos que los focos se dicen bombillas, las papas patatas y las toallas sanitarias (las que son para la menstruación) se dicen compensas. Me mareo con tantos nombres nuevos y su acento, es rarísimo prender la televisión y escucharlos hablar así como con s o muy rápido y no les entiendo, igual en la calle.

Usan el euro Sam, es tan raro. Y como los primeros días son para adaptarnos no voy a la escuela. Pero ya vi que no llevan uniforme en las escuelas públicas sino en las privadas y en mi país no es así, ni ganas me dan de comer con este calor, solo quiero cosas frías y pensar que tengo que pasar todo el tiempo aquí me da más calor jajaj por cierto, lo que llamamos raspados en México allá son granizados nunca me entienden.

Como vez los primeros días eran de querer regresar pero ya, y pensaba lo peor de España pero cambie de opinión, quiero dar lo mejor ¿Sabes porque? Por las personas, pasó el sábado, me salí a buscar algo para desayunar porque aunque la cocina ya esta no tenemos gas, yo no sé de eso y no me importa solo quiero comer. Mi papá dice que ya lo van a arreglar, el punto es que fui a la calle a desayunar algo porque estoy harta de leche fría y pan.

Mis papás estaban dormidos así que fue a donde creí ver una cafetería que estaba abierta, otra cosa al margen: aquí cierran a las dos y vuelven abrir a las cuatro. Entré yo con cara de fastidio y me senté en la barra.

"¿Qué te sirvo?" me dijo un empleado "café y hot cakes" respondí ¿desayuno fácil? Para nada, al parecer no saben qué es eso, allá se les dice tortitas, después de mi frustrado intento por un hot cake terminé por desayunar un café y una dona de chocolate... con un café súper cargado porque parece que les gusta así... y no importa cuántos sobres de azúcar le puse me seguía sabiendo amargo. Me lo tomé casi por la fuerza y suspiré.

Que difícil, de verdad, entonces me pusieron una rebana de flan en ese momento. Era también un empleado, un chico muy amigable, yo le miré con cara de ¿Pero si yo no pedí nada? Lo mejor fue la respuesta del chico "cortesía de la casa para endulzarte el día" todo un detalle. Por eso decidí que iba a dejar de poner peros a esta situación y como que desde ese día las cosas han ido mejorando para mí porque ya no estoy comparando... en México tal... no.

Ahora me despierto con mejor ánimo, que hay cosas que me desesperan como perderme cada dos minutos pero hay personas encantadoras que siempre me ayudan y ya estoy conociendo gente porque ese chico de la cafetería se llama Javier, es muy simpático, el otro día que fui a la cafetería por las anheladas tortitas me estaba explicando algo de las equivalencias y creo que voy a estudiar la ESO jeje, suena gracioso.

Javier es más grande que yo por eso creo que me tiene paciencia, con mis padres también ya conocemos un poco, fui al museo del prado y tienen unas pinturas preciosas que me quedé sin aliento porque hasta las que veía en los libros de texto estaban ahí, en vivo frente a mí y si pudiera tocarlas lo haría y pasamos por un parque que no me acuerdo como se llama pero según es emblemático y esta precioso. Comienza a gustarme la tranquilidad de la zona donde vivo, veo muchos departamentos pero ahí donde yo estoy solo hay casas y es callado no como la ciudad de M... a sí, a veces sigo comparando pero ya voy mejorando, quiero conocer el lugar.

Hasta creo que me sirvió cambiar de ambienteporque no tengo preocupaciones, ya medijeron que voy a entrar en la escuela y me entregaron mi uniforme pero no me importa. Que venga lo que tenga que venir, estoy dispuesta a todo Sam. Como el sol de Madrid estoy brillante

Querido SamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora