Capítulo 2.- Palomitas.

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Mientras sentía el vacío de mi casa, debido a que en la mañana mi madre se había ido a su trabajo bajo dejándome sola en casa

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Mientras sentía el vacío de mi casa, debido a que en la mañana mi madre se había ido a su trabajo bajo dejándome sola en casa. No tenía ánimos de salir, tenía que cuidar la casa y además estaba nublado.

Me estaba haciendo unas palomitas mientras tenía un pote con barras de chocolate. Si, estas eran mis celebraciones después de haber terminado de la Universidad.
Al estar listas las palomitas, las tome con el pote de chocolate y con un vaso de bebida. Me iba a dar un coma diabético pero no me importo. Deje las cosas aún lado de la mesilla de centro ya cuando llegue a sala y me abrigue con la manta mientras tomaba el control para cambiar la TV.

Mi madre estaba en la tienda. Justin y Santiago no sé dónde estaban, Pattie estaba con mi madre y Jazzy de seguro con sus amigos.
Estaba tranquila en la sala de mi casa en este día nublado.

Termine de comer lo que me había preparado y el cansancio de la mañana, me había llegado de golpe.

—Dormir un poco no haría mal —me digo a mí misma.

Me acomodo en sillón y cierro mis ojos.

Sentía el cansancio en mi cuerpo. Una brisa hizo que me asustara de golpe, senti que la puerta de mi casa se abrió y en seguida abrí mis ojos asustada. Me moví al instante pero mis piernas se enredaron en la cubre.

—¡Mierda! —chille al caerme del sillón.

En seguida, me paro y sentí el cuerpo congelarme, apareció una sombra de la nada.

—¿No deberías estar con tu madre? —me pregunta Alonso mirándome.

Un alivio recorrió mi cuerpo.

—¿No deberías estar en la universidad?—le pregunto mirándolo.

—¿No deberías estar abrazándome? —me dice acercándose.

Sonrió y me acerco a él.

—Idiota, que me asustas —le digo para abrazarlo.

—Te extrañaba —me dice él y me corresponde el abrazo.

—¿Cómo te ido en la universidad? —le pregunto.

—Bien, solo me queda este semestre —me responde.

—Genial, pero recibir el título es en un año más —me rio suavemente.

—Que gracioso —me dice sarcástico por mi comentario—. Que tengamos que esperar un año, bueno tú ya no...

—Espere tanto tiempo —le digo refiriéndome a que me graduaba en algunas semanas más.

—Ayúdame con las maletas —me pide.

—Claro.

Salimos a buscar las maletas que estaban afuera de la entrada, para después pasar a dentro y cerrar. Alonso hecho un vistazo a la sala y no dudo evitar comentar.

—Parecer como si hubiera estado un muerto.

—Había un muerto, era yo —le digo.

Alonso me mira extrañado.

—¿No deberías estar feliz? —me pregunta.

—¿Por qué debería? —hago mueca mis labios.

—Porque terminaste tu carrera, empezaras a trabajar, supongo y estas con Justin —me dice mirándome.

—Supongo —le digo mientras comenzamos ir a la sala.

—¿Cómo supongo? —me mira extrañado Alonso.

Nos sentamos mientras suspiraba cansada.

—Tengo miedo a lo que se venga —le digo—. No es lo mismo.

—No deberías tener miedo, se supone que es nueva etapa para ti. Disfrútala, cuantas personas quisieran estar en tu lugar... —me dice dándome algo de cariño en la espalda.

—Sí, si lo sé, pero ya tendré empezar a ser una adulta, es decir, ya no más jeans, si no faldas o pantalones formales, no más tenis, ahora tacones.. —bufó intranquila.

—¿Qué hay de malo en eso? Yo lo veo algo como ropa de trabajo —me dice Alonso.

—Ahí está el problema —apoyo mi rostro en palma—. Trabajo es igual a ser un adulto responsable.

—Ya eres un adulto responsable —me dice para acomodarse en el sillón.

—No, no, no —le digo pasándome las manos—. Es algo más complicado.

Alonso levanta una ceja.

—Yo creo que se llama dolor de estómago —mira el pote de cabritas y chocolate—. Hace tiempo que no te vía comer así.

Alonso me mira preocupado.

—Ordenemos y hagamos algo de comer, se supone que debes recibirme, no yo a ti —me dice y forma una sonrisa.

—Ya preparemos algo —me levanto del sillón.

Alonso y yo empezamos ordenar, para después ir a cocinar. Mientras cocinábamos él se preparó un pote palomitas.

Cocinamos un delicioso estofado de pollo con verduras. Preparamos la mesa y los platos para servir nuestra de comida riquísima.

—¿A qué hora llega tu madre?

—Más tarde —le digo tranquila, mientras comía un trozo de pollo.

Alonso asiente.

—¿Y Justin? —me pregunta.

—Debe estar con Santiago.

—Esos pasan pegados —me dice Alonso y le asiento—. Puede haber algo entre ellos dos.

—Yo creo que tienen un romance —les digo con una risilla.

Alonso se ríe suavemente.

Mientras seguíamos comiendo Alonso me pregunta.

—¿Y estas pensando buscar un trabajo?

—Estamos trabajando para sus servicios —le respondo mientras seguía comiendo.

—Hablo en serio —me dice mirándome.

Suspiro.

—Sí, estoy en eso, aunque me da pánico —le confieso—. Algo haré.

Seduciendo a una nerd ©  [3era Temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora