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El viernes llegó por fin y todos teníamos nuestros planes.
Javier me comentó, por encima, que seguramente comerían una pizza por ahí y después irían a tomar algo.
Cuando me dijo que habían decidido salir para animar a Raúl no pude evitar reírme. Al parecer los acontecimientos hablaban por si solos.
Olga y Raúl llevaban unos días sin hablarse, desde su discusión.
-Siempre igual con este chico. No es capaz de ver más allá de sus ojos.
-Tienes que darle tiempo.
-Pero es que no lo entiendo. Yo no le he dado motivos en ningún momento para que dejase de creer que ya no sentía nada por él.
-Y tampoco se los has dado para que no deje de creerlo.- intervino Lidia.
-Tienes razón. Es que me da coraje que sea tan condenadamente idiota.
-¿Hablando de mí?- ninguna había percibido que se acercaba. Lo había echo en total silencio.- ¿Podéis dejarnos a solas un momento?
Isa, Lidia y yo desaparecimos enseguida y fuimos a reunirnos con el resto de la pandilla.
-¿Qué quieres?
-¿Y tú? Te enfadas conmigo sin motivo. ¡Joder Olga!, ¿Por qué no me dices que he hecho mal?
-Es triste que tenga que decírtelo.
-No soy adivino. ¿Acaso pretendes que sepa de antemano todo lo que te sucede?
-Realmente eres idiota. ¿A cada momento? Lo que me pasa, lleva pasándome desde que éramos críos. ¿Tanto te cuesta aceptarlo?
Raúl se quedó callado. ¿Qué podía decir? No estaba seguro de cuales eran sus sentimientos, pero si lo estaba de que algo había cambiado.
-Ya que no tienes nada que decir es mejor dejarlo aquí.
Antes de que pudiese alejarse, Raúl reaccionó y la cogió del brazo para que volviese hacia él. 
-Antes de muero que dejarte ir así. No soporto que estemos enfadados. A veces pienso que quizá estos sentimientos lo complican todo.
-¿Me estás pidiendo que no sienta esto por ti?
-No. Sé que no podría pedirte algo así, cuando yo también he tenido esos sentimientos.
-Entonces, ¿Qué propones que hagamos?
-No lo sé.- por fin le soltó el brazo y ambos quedaron allí de pie, en silencio.
Nosotros habíamos estado observando la escena a lo lejos y debo decir que por un momento pensamos que Raúl había reaccionado y las cosas dejarían de estar tensas entre ellos. Nos equivocamos.
Más tarde le preguntamos a Olga.
-Tal vez, debí aprender a mirar hacia otro lado. Confío en que algún día encuentre a alguien a quien le guste.
-Lo encontrarás- dijo Isa acercándose para abrazarla.- Seguro que lo harás.
Mientras recogíamos nuestras cosas para irnos por nuestro lado, Olga intentó olvidar lo ocurrido y centrarse en la fiesta de aquella noche.
-¿Qué os parece si vamos a comprar provisiones?
-Eso estaría bien y de paso podemos mirar los vestidos para la fiesta de navidad.
La que más nos sorprendió con su elección al llegar a la tienda fue Olga, que escogió un precioso vestido rojo largo hasta los pies con un sencillo escote y de tirantes.
-¡Estás buenísima tía!- Lidia era la más extrovertida de todas sin duda.
-¿No os parece demasiado?
-No. Te queda de maravilla y te quedará aun mejor cuando encuentres unos zapatos a juego.
-Supongo que sí.
-Esto es genial- y sin que nos oyese Olga.- Raúl  se va a arrepentir toda su vida cuando la vea aparecer así.
-Bueno, por ahora, es mejor no mencionar el tema. Vamos a intentar pasarlo bien y si ella quiere hablar acerca de eso pues perfecto, sino esperaremos a que esté preparada.
-Ya estoy. Cuando queráis nos vamos a comprar.
Llenamos prácticamente todo el carro de bolsas de patatas, palomitas para hacer al microondas, chucherías… Iba a ser la mejor fiesta de pijamas que habíamos echo nunca.
Cuando llegamos a mi casa, la madre de Clara me dijo que mis padres habían salido y seguramente volverían tarde.
-¿Necesitáis algo?
-No. Muchas gracias.
-En ese caso me voy a la cama. Buenas noches chicas.
-Buenas noches- nos despedimos a la vez.
Una vez en mi cuarto, con los sacos de dormir en el suelo y los pijamas puestos, llamamos a una pizzería para encargar la cena.
Suerte que no tardaron mucho porque el hambre nos rondaba hacía ya un rato.
Cuando de las cuatro pizzas que pedimos solo quedaban dos, Javier me mandó un mensaje.
<<CREO QUE ESTO VA A DAR PARA LARGO. QUE PASEIS BUENA NOCHE. TE QUIERO.>>
Supuse que tal vez Raúl se había sincerado de algún modo con ellos. Poco imaginaba que no solo él se sinceraría.

No hay dos...¡Sin tres! (Serie Love 04) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora