𝑵𝑨𝑹𝑵𝑰𝑨: 𝑳𝒂 𝑬𝒔𝒑𝒂𝒅𝒂 𝑫𝒆 𝑪𝒓𝒊𝒔𝒕𝒂𝒍✰︎ೃ °➫𝑪𝒐𝒎𝒑𝒍𝒆𝒕𝒂

Capítulo 15. Cambios

—Pues tener sed es tener sed. ¡No es un crimen!.

Kaya alzó la voz, a quien le resultaba insoportable la altanería de Peter.

El gran rey giró de golpe y se llevó un dedo a la boca para indicarle que guardara silencio.

—¡Quieres guardar silencio!—gritó.

—¡Pues usted también está gritando!—continuó con los gritos Kaya.

En eso unos hombres, guiados por los gritos de la joven, caminaron rumbo a ellos, por fortuna Peter escuchó el golpetear de sus botas contra el suelo por lo que en un arrebato de movimiento, tomó a Kaya de la boca y la pegó contra la pared de uno de los costados del pasillo por donde se aproximaban los hombres.

Los soldados al no ver nada continuaron su recorrido de guardia, pasando de largo a los dos espías del pasillo, que se mantenían ocultos en la sombras de la pared.

Kaya comenzó de inmediato a tratar de zafarse de Peter, pero este no la soltó hasta que los hombres se desaparecieron por completo.

—¡¿Qué...

—La corte está llena de enemigos de Caspian. Al estar aquí corremos riesgo—le interrumpió el rey a Kaya.

La muchacha frunció el ceño pensando mejor las cosas mientras miraba al rey que permanecía con la mirada en busca de alguien oculto.

—¡Claro, eso lo habrían sabido si no hubieran salido de las habitaciones!.

Permanecieron en silencio, esperando que uno de los dos admitiera su error primero.

—Está bien. Le ofrezco una disculpa. Ahora mismo regreso a mi habitación.

—No—dijo cortante el rey en cuanto Kaya comenzó a andar.

La muchacha alzó las manos como exigiendo una explicación.

—Primero dice que me vaya y ahora dice que me quede. ¿A qué está jugando?.

—Dime en dónde estuvieron todo este tiempo—ordenó el rey a Kaya.

La joven refugió la mirada en la alfombra roja, tragó saliva, pues no estaba muy segura de querer mostrársela a Peter, pero recordó lo acordado con el resto de los reyes de Astan por lo que al final decidió llevarlo.

—Sígame—dijo la muchacha y sin mirarlo a los ojos pasó a su lado para comenzar a guiar el trayecto.

Recorrieron los fríos pasillos hasta llegar al lugar donde hace poco había estado con el resto de su grupo.

—Aquí es—anunció Kaya en cuento llegaron—. Será mejor que ilumine con algo ya que esta bastante oscuro allá abajo.

De nuevo ahí estaba, la supuesta pared cubierta con la tela gris. Kaya tomó la orilla de la tela y jaló de esta para que cállese al suelo, la muchacha esperó que se revelara el arco de contorno de piedra y con este el profundo túnel. Pero no fue con lo que se topó.

Una pared gris estaba en lugar del túnel. No había rastro alguno de nada.

Kaya comenzó a palpar la pared esperando que esta se moviese o desapareciese y revelara el túnel pero no lo hizo.