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Louis Tomlinson, ese era su nombre y era malditamente perfecto.

Habían charlado un poco... Bueno, si a Liam hablando rápidamente dándole al castaño indicaciones, Harry mirando a su nuevo guardaespaldas casi embobadamente, y a Louis asistiendo y apenas hablando a lo que Liam le decía, se podía llamar charla.

-En fin, Harry tiene una sesión de fotos en una hora y ya sabes Louis, debes llevarlo, seguirlo de cerca y traerlo.

Harry fruncio el ceño mirando a su amigo. Vale, tal vez estaba en peligro su vida, pero no quería a alguien sobre él todo el tiempo por más lindo que sea, no le gustaba sentirse ahogado, u observado.

-Por supuesto, Liam. Confía en mi -una leve sonrisa se asomó en los finos labios de Louis, mirando de reojo al rizado.

- Gracias, Louis -el ojimiel se levantó y los miró -Me tengo que ir, cualquier cosa me llaman, adiós -y se fue de ahí rápidamente después de darle un beso en la frente a Harry.

Un incómodo silencio lleno el lugar cuando la puerta se cerró. Ninguno habló por unos minutos, pero Harry sentía la mirada de Louis sobre él.

-Así que.. ¿cuántos años tienes?

-Diecinueve-murmuró en respuesta y lo miró -¿Y usted?

Una risa leve salió del castaño.
-Tengo veinticinco, no me digas 'usted'.

-Vale -le sonrió levemente y se levantó -Um, tengo que cambiarme para la sesión de fotos -aviso un poco incomodo, Louis asintió y él se dirigió a su habitación.

Harry tenía algo así como una obsesión por los colores pasteles y claros, por lo que su habitación estaba llena de estos colores, al igual que algunas decoraciones en su casa. Compartía este gusto con su hermana, quien lo visitaba a menudo y le traía algo de color pastel, y él ya tenía algo de color pastel para ella. Y así cada vez que se veían.

Media hora después, el rizado salió de su habitación, ya duchado y cambiado, revolvia sus rizos mientras caminaba hacia la sala para avisarle a Louis que ya era hora de irse. Pero él no estaba.

-¿Louis? -dijo en voz alta, mirando hacia todos lados.

De repente, el nombrado salió del patio con un cigarrillo entre los labios, y su ya característica cara sería, porque Harry se había dado cuenta que él apenas sonría o mostraba otra emoción.

-Te-tenemos que irnos -tartamudeo mirando el cigarrillo entre sus labios.

Era caliente.

Louis asintió y camino hacia la puerta, la abrió y lo esperó ahí. Harry salió de sus pensamientos y agarró rápidamente sus llaves y salió junto a él, cerró su puerta con llave y caminó hacia el auto negro aparcado, se dio la vuelta para ver si él lo seguía, ya que no escuchaba ni sus pisadas y enrojecio de repente.

Porque pudo jurar que Louis Tomlinson, su protector, estaba viendole el trasero.

Mi protector || L. SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora