Y el chico. El chico era de contextura algo pequeña. Pelo castaño, el cual lucía suave y brillante. Sonreía mucho y era muy amable con los clientes. Pero lo más importante eran sus ojos. No había visto de ese color celeste en toda su vida.
Y el chico. El chico era de contextura algo pequeña. Pelo castaño, el cual lucía suave y brillante. Sonreía mucho y era muy amable con los clientes. Pero lo más importante eran sus ojos. No había visto de ese color celeste en toda su vida.