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¡Hola! 

Para las chicas que preguntan sobre los capítulos +18: Sólo deben seguir mi cuenta y podrán acceder a ellos.  Tuve problemas por éste tema y no quiero tenerlos con Aggressive. 

Espero que les guste el capítulo. 

¡Disfruten su lectura!

~*~


El silencio que reina en la cocina no hace más que sienta cierta reticencia a iniciar una conversación con la morena. Ella no parece afectada y, en lugar de decir algo, se planta frente a la ventana que había en la habitación, observando la vista que se dibujaba frente a la casa.

—Es una casa bonita —musita. Luego, con lentitud gira. Sus tacones golpetean contra las baldosas del suelo, haciéndome sentir realmente incomoda por la ropa que llevo—. ¿Cómo conociste a Dash?

—¿Cómo lo conociste tú? —Ella ríe y una sonrisa adorna sus labios ante mis toscas palabras. Se dirige a paso lento hacia las butacas delante de la barra de desayuno y se sienta.

—Tranquila —dice—, por si no te diste cuenta yo voy por el otro idiota. No conozco mucho a Dash, solo sé lo poco que Scott me ha contado.

—Larga historia —musito, no queriendo decir algo más. Señalo el pastel, enunciando una pregunta silenciosa.

—No —ríe, nuevamente—, comí durante el viaje, pero tú debes comer.

—En realidad yo...

—¡Holly!

La voz de Dash me interrumpe, justo cuando no sabía que más decir. Por primera vez, me sentía incomoda frente a una mujer. Dylan era una mujer realmente hermosa, su rostro era similar al de un ángel y el cabello corto que llegaba sus hombros hacia que el color de sus ojos resalte con mucha facilidad. Negándome a continuar observándola como una idiota, hago mi camino a la sala. Dash se encuentra observando algunos papeles dentro de una carpeta, mientras Cole y Scott estaban sentados, esperando.

—¿Qué ocurre?

—¿Sabías que tu madre tiene una bóveda en el banco nacional de california? —Mi ceño se frunce ante sus palabras. No soy capaz de responder y Dash se limita a entregarme los papeles que sostiene en sus manos.

—Al morir tu madre tienes acceso libre a esa bóveda, Holly —Mis ojos caen sobre Cole, está serio, sin embargo, el recuerdo que obtuve en el bar gracias a él, no era algo que quisiera recordar—. Puedes ir cuando tú quieras con tu identificación.

—¿Cómo saben esto? —Observo a Dash, quien se limita a observar a Scott. Dylan se dirige al mismo, ocupando el lugar junto al moreno. Hacen linda pareja, sin embargo, notaba algo de tensión entre ambos, como si algo hubiera molestado a Scott.

—Tengo al mejor investigador de Luisiana trabajando para mí —Él responde—. El que un Parks intenté meterse con Adrien solo logra revolver un avispero, Holly, sé que es tu abuelo, pero no estoy listo para dejar para que uno de mis amigos pague por algo que no cometió.

—¿Sabes lo de su familia? —Pregunto, recibiendo una mirada por parte de Dash. Sí, tal vez estaba hablando de más, pero en éste punto necesitábamos de la ayuda de todos.

—Soy el padrino de Natasha —Él dice—, sé que Adrien no quiere que ellas testifiquen, pero deben hacerlo. Es su boleto para salir de ese agujero.

—Es una pérdida de tiempo hablar con él, Scott —Dash dice, está tenso y sé que le incomoda saber que su hermano había hablado con otras personas y no con él. Adrien se negaba a aceptar las visitas de su hermano menor en la cárcel—. Él prefiere podrirse en la cárcel antes de que Darikson Parks se entere de ellas.

BAD GUYS I: AGGRESSIVE © |EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora