Capítulo 1

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Sia - The Greatest

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25 de septiembre de 2014

Skyler

El incesante sonido de las máquinas a mi alrededor me saca de la densa bruma en la que me encuentro, trato de abrir mis ojos, pero por más que lo intento estos pesan como dos bloques de concreto, quiero mover mi cuerpo y gritar hasta que mi garganta arda, pero parece el de una muñeca de trapo, una debilidad embarga cada centímetro de mi ser, no tengo fuerzas para nada, respirar se ha vuelto un reto en mis últimos días, mis pulmones arden como si el fuego de una hoguera se avivara en éstos haciendo que una tarea tan simple se convierta en el némesis de mi día a día.

Escucho murmullos a mi alrededor, en medio de la niebla en mi cabeza logro reconocer dos de las tres voces que hablan, sin embargo me es imposible seguir el hilo de la conversación, sus voces se escuchan lejanas... casi inaudibles, el calor de una mano que conozco perfectamente envuelve la mía y quisiera poder entrelazar nuestros dedos, responder a su delicado toque, pero mi cuerpo parece no ser mío.

Puedo sentir su olor entrar en mis pulmones, el intenso y agradable olor a limón que se volvió mi favorito en el último tiempo, sin que pueda hacer nada para evitarlo la bruma se apodera de mi mente tragándome en la densa oscuridad.

―Lo siento mucho. ―Una voz femenina cala en mi mente, puedo notar con simpleza la lástima en su aguda voz, escucho los sollozos de una persona y me siento impotente.

« ¿Por qué lo siente?, ¿qué está ocurriendo y quién llora?, ¿por qué? »

La impotencia que siento hace mella en mi interior, me dan ganas de llorar, mi respiración se descontrola al igual que los latidos de mi corazón, escucho los pitidos constantes y rápidos de una máquina como si fuera a estallar, pero el que estallará es mi corazón.

Oigo como si una turba rabiosa se dirigiera hacia mí, me quiero levantar y gritarle al idiota que me movió tan bruscamente, un pinchazo en mi cuello hace que las voces distorsionadas a mí alrededor se alejen hasta quedar sola en la oscuridad... de nuevo.

―Mi princesa... debes luchar y demostrar la fortaleza de tu alma. ―La voz de mi mamá es lo que necesito para poder abrir mis ojos, las luces en el techo encandilan mi vista haciendo que los cierre de nuevo, los abro y los cierro hasta que logro acostumbrarlos al brillo, todo es monocromático a excepción de mi mamá que con su cabello castaño logra captar mi atención, la detallo detenidamente y siento como si mi corazón se detuviera unos instantes, sus ojos están indudablemente tristes y bajo éstos se ciernen dos sombras arrebatándole el brillo a su alegre mirada, sus rasgos denotan cansancio y hasta parece haber envejecido.

―Mamá... ―Un sollozo se escapa de sus pálidos labios logrando de esa simple manera romper mi alma, siempre he tenido presente que el dolor más grande que puede experimentar alguien es ver como su madre sufre ―yo no soy la excepción― aún con el cansancio que invade mi cuerpo tomo fuerza y elevo mi mano hasta su mejilla limpiando sus lágrimas, dejo mi mano descansar allí y me sonríe con melancolía.

Rojo Carmesí © COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora