Capítulo 30

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    Los ojos del demonio se clavaron en Louis, dos abismos en sombra atravesados por una vertical línea de fuego, y una macabra sonrisa apareció en su rostro cuando las tinieblas descubrieron la cadavérica mandíbula que se escondía bajo ellas.

    «Ha llegado el momento de cobrar mi precio-dijo el demonio en sus cabezas-. Louis Tomlinson, he regresado a por tu alma»

    Un coro de horribles gritos inundó la mente del rizado, acompañando a la voz del espíritu. Los aullidos de dolor se mezclaban con maníacas risas, desgarrados lamentos de tristeza y furiosos gritos de odio, encogiendo del corazón del muchacho de puro terror.

    -Ya cobraste tu precio-replicó Louis con un atisbo de miedo en la voz.

    «El trato requería un alma humana-respondió el demonio-, el alma que permanecería  en tu cuerpo durante diez años hasta que el Abismo la reclamase. Y hoy ha llegado ese día»

    -No voy a ir al infierno-contestó el castaño, irguiéndose sobre la cama.

    La siniestra risa de la sombra resonó en sus cabezas.

    «Llevo demasiado tiempo sin oír esas palabras»

    Harry sintió el conjuro de fuego una milésima antes de que las llamas brotaran de la huesuda palma del demonio, buscando hambrientas sus cuerpos.

    Pero nunca los alcanzaron.

    La mano del ojiazul apretó su muñeca y el escenario cambió a su alrededor. Los chicos aterrizaron con brusquedad  sobre el suelo del salón y Louis paseó la mirada desconcertado por la habitación.

    -No lo entiendo-masculló asustado-, no deberíamos estar aquí.

    «¿De verdad creías que te iba a dejar huir?-preguntó burlón el demonio mientras se materializaba en medio del salón»

    El aire ante ellos se onduló un instante cuando el escudo del castaño los rodeó. Justo a tiempo pues, apenas un segundo más tarde, una nube de dardos oscuros se estrelló contra la invisible barrera.

    El demonio extendió una mano abierta hacia ellos y, uno a uno, fue cerrando sus dedos en un puño.  El escudo protector tembló, luchando por resistir el inmenso poder del espíritu. No tardó en ceder con un chasquido, incapaz de soportar la presión, pero el brujo ya preparaba un nuevo hechizo para entonces.

    Una invisible ola de poder surgió de su cuerpo y se dirigió hacia el demonio, arrastrando con violencia todo lo que encontraba a su paso. El ser chasqueó los dedos y la onda de fuerza se disipó. Los objetos que transportaba aterrizaron desordenados a su alrededor, liberados del empuje del conjuro.

     Sin darle tiempo a recuperarse, Louis señaló al demonio con un dedo y el aire a su alrededor comenzó a solidificarse, encerrando al espíritu en una irregular cárcel de cristal. Durante un par de segundos, el encantamiento consiguió resistir los intentos de la sombra por escaparse. Más tiempo del que el castaño había creído que duraría.

    Una retorcida grieta atravesó el cristal un instante antes de que la jaula de aire sólido estallara bajo las embestidas del demonio, arrojando sus restos por toda la habitación. El brujo levantó una mano y los afilados fragmentos de cristal que se volaban hacia ellos se detuvieron en seco, para caer poco después sobre el suelo.

    «No te resistas Louis Tomlinson-dijo el ser-. Yo te entregué el poder que corre por tus venas y del mismo modo te lo puedo arrebatar. Si aún lo conservas es porque me resultan divertidos tus pobres intentos de escapar»

Magic (Larry Stylinson) {TERMINADA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora