U N O

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« La mayoría de la gente es otra gente. Sus pensamientos son las opiniones de otros, sus vidas una imitación, sus pasiones una referencia. »

—Oscar Wilde (1854-1900)


El fino hombre frente a él mantenía el ceño fruncido a la par que leía su curriculum. 

—Tu historial es exquisito, Kim Ryeowook. Sin embargo, con un doctorado en psicología y algunos estudios en ingeniería genética...tengo una pregunta que necesitará una gran explicación para que logres conseguir este trabajo. 

El pequeño de cabellos oscuros lo observó desafiante, preparado para cualquiera que fuera su pregunta.

—¿Por qué quieres este trabajo? Cuéntame, por favor. ¿Una persona cuyo coeficiente intelectual es de 130 buscando ser un simple editor?—el hombre se puso de pie y se acercó al Kim de forma peligrosa—, ¿qué es lo que realmente quieres, Ryeowook?

Kim Ryeowook sonrió retador, para después negar lentamente con la cabeza.

—Sólo quiero empezar desde abajo, es correcto ¿no?

—No con tu perfecto curriculum, conseguirías un trabajo en segundos y tendrías cualquiera a tu disposición si pensaras dejar un trabajo. 

—Por favor, Kyuhyun. Te debo un favor ¿no? 

El menor suspiró con pesadez, ¿por qué su pequeño amigo no sólo se rendía con aquel tema?

—¿Es por eso?—cuestionó el castaño.

—Sabes que sí. 

—No hice nada, Ryeowook.

—¿Salvar mi insignificante vida te parece nada?

—Pero, fue mi culpa, yo...

Ryeowook se levantó y tomó al menor de la barbilla, juntando sus labios en un lento y reconfortante beso, interrumpiendo al Cho. Wook se separó, con una traviesa sonrisa en sus labios, y observó a Kyuhyun fijamente.

—Entonces, ¿cuándo empiezo?—preguntó Ryeowook, aprovechando el momento para llevar a cabo su malévolo plan; convertirse en trabajador de la mayor editorial de Asia.

—L-Lunes...—contestó un sonrojado, e increíblemente confundido, Kyuhyun. 

El Kim le guiñó el ojo y salió de la oficina, claro, no sin antes darle una nalgada al Cho. ¡Por dios, cómo le encantaba ese trasero!

Kyuhyun tragó saliva para luego suspirar. ¿Qué mierda acababa de suceder?


♫ — ♪ — ♫ — ♪ — ♫

—Bienvenido a Mouse Rabbit—saludó la castaña con una enorme sonrisa en sus rosados labios y una leve reverencia.

Ryeowook respondió con una simple sonrisa. Sonreír. Eso fue lo que le bastó para derretir el corazón de la menor. Caminó por el desconocido lugar, regalándole una amplia sonrisa a cualquiera que le mirara.

Se sentó en una mesa libre y apartada, justo en el rincón, tal cómo le encantaba al pelinegro. Sacó el legajo para luego sacar unas hojas de este. Leyó con lentitud el contenido para asegurarse de comprenderlo todo y poder firmar sin carga alguna. Cuando al fin terminó de leer sacó su bolígrafo y firmó al inferior de la hoja. Dejó sus papeles a un lado y esperó pacientemente a ser atendido.

LETRAS Y CAFÉ - | YEWOOK |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora