CAPERUCITA ROJA Y EL LOBO FEROZ

Capítulo 6

Y se aleja

Siento un pequeño hormigueo donde nuestros labios se rozaron.

-Puedes tomar el baño- dice- Si te preocupa si espio, no te molestes voy a salir un momento hasta que acabes ¿Te parece?.

Abre una puerta dejando ver un baño mediano pero muy aseado me acerco pasando por su lado, siento su calor debo admitir que es una sensación agradable.

-Puedes tomarte tu tiempo- dice viendo a otro lado- Estaré afuera, si necesitas algo sólo llámame.

Asiento y susurro un tímido «gracias»

Entro al baño y cierro la puerta con seguro, por si acaso.

Me quito la capa y me deshago del vestido lo de lo dejo caer al suelo y luego salgo de él para agacharme y recogerlo.

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Sus labios cerca, su olor exquisito, sus emociones combinando su olor con anticipación, deseo e inocencia.

Le dolió y le costo demasiado separarse de su casi beso y no devorarla, en cambio le sugirió el baño.

Y ahora aquí estaba él, en su dormitorio escuchando como la tela se deslizaba por la suave y tersa piel de esa niña que lo habia hechizado desde él momento en que nació.

Habia sido otro día normalmente aburrido y caluroso en su vida monótona eran escazas las cosas que lo hacían salir de su casa... en especial era la comida y su necesidad de dar un paseo para no morir de aburrimiento o volverse loco.

No era como si ser un lobo fuera fácil, no debía dejar que los cazadores, leñadores supieran que el extraño joven de la casa del bosque era en realidad el último descendiente de los hombres lobo por ello se había mantenido alejado de su pequeña pero agradable ciudad lo más que pudo durante unos doscientos años.

Estaba seguro que sospechaban de él, sería ilógico y despistado de su parte llevaba mucho tiempo rondando pero ni siquiera habia envejecido un poco... bien si un poco antes aparentaba diecisiete ahora aparentaba unos veintitrés o veinticinco

Había sido codiciado y cortejado por muchas humanas que ahora estaban enterradas a más de seis metros bajo tierra o ya estaban tan avanzadas en edad que solo permanecian en cama quejándose, si, vaya vida.

Era divertido ver como el ser humano solo se dedicaba a perder cada segundo de su vida y luego se queja, dicen vivir cada segundo al máximo pero eso es lo que aparentan por dentro solo se lamentan no haber hecho algo y viven eternamente en el pasado, descuidando su presente.

Si puede que ellos vivan cada segundo pero en cada segundo del pasado atormentandose y luego se arrepiente de pasar su vida arrepentiendose... Pero así son ellos, seguros de que un día moriran y aún así la desperdician.

En mi caso, se que moriré también pero a mi me faltan unos mil años asi que no me preocupo.

Tu familia y los de tu raza ya se extinguieron.

Lo se, y se sentía solo pero ¿Qué iba hacer? Emparejarse con una humana no tendría sentido son frágiles y lo único que lograría sería dañarse.

Suspiro e inhalo profundo el viento que trae consigo una fragancia dulce e irresistible.

Estaba seguro que era la dulce mujer que estaba embarazada, al parecer llego su hora de dar a luz, la mujer le agradaba pero sabia que le temía y sólo iba a comprar lo que necesitaba y se iba... aunque recientemente en su embarazo su olor se habia vuelto mas agradable y tentador, incluso estaba un poco dispuesto a pelear con el cazador por ella.

Sus orejas se movieron al escuchar el llanto de un bebé y supo que al fin habia nacido la tan anhelada Morgiana la hija de la dulce mujer.

Sonrió y siento una esencia exquisita que altera mis sentidos, gruño y me levanto cambio a mi forma humana aunque el proceso de romper y unir huesos duele como el demonio.

Tomo un ducha y me cambio aún con esa esencia atormentandome es inocencia y vainilla.
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Llevo cinco meses con esta esencia enloqueciendo mis sentidos y ahora la curiosidad me gana... Además tengo más de un mes sin visitar el pueblo.

Camino al pueblo y mi olfato me guía hacia donde la esencia es mas fuerte.

Veo que es la tienda de la dulce mujer dónde subiendo las gradas el olor es más fuerte, me esfuerzo un poco y logro escuchar dos respiraciones tranquilas, gracias a eso puedo adivinar qué dos personas deben estar dormidas plácidamente pero siento el olor de la curiosidad es un olor acaramelado, alguien sabe qué estoy aquí.

Decido que subiré las gradas al final de estas encuentro una puerta levemente cerrada... vaya que descuidados tienen una tienda y dejan así cuando estan dormidos.

La abro y entro a la habitación del final del pasillo donde la esencia es mas fuerte y embriagadora.

Entro, veo a la dulce mujer acostada en la cama dormida y su esposo a su par abrazandola positivamente por la cintura mientras una dulce y hermosa bebé viendome con curiosidad con sus ojos marrones clavados en los míos

Vaya ojos que se carga.

Tiene un poco de cabello castaño, una piel blanca como la nata y su olor es el que me ha estado atormentando.

Me acerco a la cama y tomo a la bebé, la niña se rie un poco disfrutando el contacto, que dulce.

-Shh- susurro, ella calla pareciendo entender sonrio- Así que tu eres Morgiana, déjame decirte que no me das paz desde que naciste.

El olor acaramelado aumenta demostrandome que esta curiosa y sonrio.

Borro la sonrisa sintiendome tonto por dejar que me gane la curiosidad, dejo a Morgiana en la cama junto a su madre y el leve olor a pimienta llega a mis sentidos esta molesta por haberla dejado.

-Soy un desconocido no deberías ser tan dulce- le regaño

Debo alejarme de ella... No puedo evitar recordar las palabras de mi padre «El olor de tu amada sera lo más exquisito y tentador que alguna vez hubieses sentido y solo se da una vez en tu vida»

No podia ser que su "amada" fuera una humana y peor que apenas estuviera de unos cinco meses, cierto que aunque se metiera con una anciana seguiría siendo un asalta cunas pero ¿Va en serio? ¿Una de cinco meses? ¿Qué estaba mal con él?

Voy alejarme de ella.

Y aquí estoy afuera de mi casa desordenando mi cabello y vigilando que nadie dañe a Morgiana es obvio que no pude alejarme...

Soy de lo peor.

¡¡Hola!!

Aquí otro capitulo esta más largo que los anteriores

Hoy no me tarde tanto en actualizar... creo

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