Alfa Iris: Conexiones

IX: Quiero salvarlo

Me concentro en la mano de Aurora, también conocida como la pasada Iris.

— ¿Todo será normal? ¿No habrá guerras, ni poder que nos manipule, nada de eso? — cuestiono, la mano de Aurora se cierra y la acerca a su pecho.

Observo sus ojos coloridos y en ellos que no sabe si en realidad está haciendo algo por el bien de todo o por el mal. Ninguna de las dos sabemos que puede suceder si entrego a Arco. ¿De verdad todo se acabará o iniciará un mundo más oscuro de los que estamos?

—La guerra nunca va a acabar, es un ciclo infinito. — susurra. —Pero estarás a salvo y a los que amas.

—¿Entonces porque me enviaste a buscarlo? — le pregunto enojada, ella piensa si contestarme. —¡¿Por qué!? — le grito dejándome llevar por mis sentimientos.

—Eras las única que podías lograr eso y convencerlo en salir de su territorio. — contesta cortante. —Yo ya no soy parte de él.

Siento como mi sangre hierve, haciendo que una energía azul salga de mi cuerpo desnudo.

—Le rompiste el corazón en mil pedazos, con eso la confianza que tenia hacia la naturaleza. — doy unos pasos hacia ella. —¡Me usaste para traicionarlo! — la tomo del cuello y la tiro al suelo haciendo que la tierra tiemble. —Él lo había perdido todo. — la aprieto contra el suelo y observo en sus ojos el miedo que tiene. —Y yo tuve que alejarme de todo... — en sus ojos coloridos se refleja mi rostro enojado y empapado de mis lágrimas. —Los cachorros... — la suelto poco a poco. —¿Los tuviste? — le pregunto y esta niega haciendo que la suelte por completo.

—No, Luna prometió usar la energía de Arco para lograr tenerlo luego de la muerte en mi vientre, pero... —

—Te uso al igual que hiciste conmigo. — le completo la oración.

—No importa ya, tenemos que dejarlo ir. — me responde y me vuelvo a ofrecer su mano. —Te estoy dando la oportunidad de que no te alejes de los seres que amas. — respira con dificultad. —Tener todo lo que quieres. — toce varias veces. —Ser normal.

Ese es mi sueño... pero ¿poder vivir una vida normal teniendo en mi pecho que entregue a mi otra mitad? Aurora me mira y estira su mano.

—Sin él... — niego.

—Él no es normal, haz lo de siempre saca lo anormal de tu lado. —acerca más su mano. —No lo conoces bien, dar tantas vidas por un lobo que no conoces... — escucho un aullido de Arco haciéndome sentir lo que necesitaba cuando nombraron a Killa como la luna de mi manada en el valle.

—No lo hare. — contesto decidida sacando con brusquedad su mano del medio. —No quiero olvidar nada de esto, no viviré con ese hueco en el pecho el resto de mi vida. — Aurora me mira sorprendida.

Paso por su lado para seguir el aullido de mi otra mitad y ayudarlo, pero Aurora me detiene con la mano que me ofreció. La miro y esta me sonríe llorando. Observo como su energía verde pasa a mi cuerpo, Aurora empieza a convertirse en piedra desde los pies.

—Arco es un poco orgulloso, a veces es como un niño, no le gusta estar encerrado, aunque creas que no le importas piensa en ti y quiere cuidar lo que sus padres le heredaron. — se sigue convirtiendo en piedra. —Cuídalo Iris. — le tomo la mano y ella me mira agradecida. —Me hace feliz ver que no piensas como la mayoría. — cierra sus ojos ante el dolor. —Sálvalo.

Aurora se convierte en piedra por completo delante de mí y se queda como una estatua mirándome, tomando mi mano como su fuera la salvación del pecado que hizo hace miles de años. Todo esto... este mundo me apesta. Me siento fuera de este mundo, siento que todo me da vuelta. No debí alejarme de él, nunca. Maldición, aprieto mi mandíbula enojada.