MI ENEMIGO, MI ESPOSO. (1)

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Yo soy Abigail, como cualquier persona con buenos amigos, recortan parte de mi nombre y simplemente soy Aby. Mi edad es de 19 años.

Puedo decir que mi vida es perfecta, nuestra economía es estable y no tenemos problemas con otras personas, pero hay una pequeña piedra en mi vida llamada Leonardo, somos de la misma edad, es hijo de los amigos de mis padres, ambos somos hijos únicos.

Por desgracia, casi todas las noches cenamos juntos. Su familia, y la mía.

Ambas familias son empresarias, poseen mucho dinero y poder, así como cuentas con mucha gente influenciable.

Sinceramente nunca pensé en que caeríamos en un gran problema.

Leonardo dice que es muy "educado", pero yo pienso que tiene bastante ego.

Y por desgracias hoy es una de esas cenas.

♦♦♦

Estaba en mi cuarto escuchando música, hasta que mi madre rompió la inspiración del concierto imaginario que estaba dando.

-¡Hija! ¿Quieres bajar? La familia Rodríguez no tarda en llegar.-rodé los ojos y apague la bocina para poder bajar.

Llegué a la cocina, la cual mi madre solo se empeña en usar ella misma cuando la familia Rodríguez viene a casa.

-aquí estoy.-respondí de mala manera, no me preocupa que mi mamá sepa lo mucho que odio estás cenas.

Ella me miró molesta, como siempre que hago algo que no le parece.-por favor, cambia esa actitud.-

-¿Pero porque? Sabes que odio estás cenas.-

-pues te aguantas, son muy buenos amigos y es como una tradición tener estás cenas.-y vaya que es una tradición horrible.-hablale a tu padre por favor. Dile que sus amigos están por llegar y que no puede estar ahí toda la noche.-

Sin renegar, subí las escaleras de nuevo y entré a la estudio de mi padre sin tocar, él me miró molesto, lo cual ignore.-mamá quiere que bajes, los Rodríguez no tardan en llegar.-

-ahora bajó.-estaba dispuesta a salir de ahí, pero su voz me detuvo.-querida. Cambia esa cara, das miedo.-

Ignore su comentario y salí de ahí con dirección al comedor. Por algún milagro (o condena) del destino, el timbre sonó.

-hija, puedes abrir la puerta por favor.-

No evité hacer una mueca mientras me dirigía a la puerta principal, al abrirla, encontré a la familia que me saludaba con una sonrisa, los mayores nada más, pues si hijo no tenía expresión en su rostro.

Se que Leonardo odia esto tanto como yo.

-hola Aby, buenas noches.-

-buenas noches señora Rodríguez.-salude con una sonrisa en los labios.

-hola Aby, me alegro de verte.-

-igualmente señor.-

Puede que odie a Leonardo, pero sus padres son muy amables.

Voltie a ver a Leonardo, él fingió una sonrisa y después hablo.-hola. Encantado de verte.-

-me alegra que estés aquí.-dije de la misma manera.

Mi madre se acerco con una sonrisa, característica de cuando nos visitan. Supongo que para mantener las apariencias.-adelante pasen.-

La familia ingreso y entro al comedor, cada quien tomo su asiento, Rosa no tardó en servirnos la cena mientras que los adultos platicaban de negocios y las mujeres de cosas sin sentido.

-las ganancias están bajando, en las empresas nos estamos quedando sin dinero...-sentí un golpe en el pie, fue ahí cuando deje de prestar atención a la plática. Mire por debajo de la mesa y supe de quien se trataba, así que le devolví la patada.

-¡Ay!-se quejó Leonardo, pero cubrió su boca en cuanto los adultos voltearon a mirarlo.

-¿hijo, estás bien?-

El muy cobarde asintió.-si mamá, sólo me dolió un poco el estómago, pero ya estoy bien.-su mamá asintió insegura, pero aún así siguió platicando, y nosotros peleando bajo la mesa.

No sé exactamente cuánto paso, pero nuestra pelea parecía no terminar, todas las miradas se centraron en nosotros, ambos dejamos de pelear y les dirigimos una mirada dudosa a los adultos.

-¿De cuerdo?-preguntan mientras nos miran. Tanto Leonardo como yo nos miramos sin entender.

-disculpen.-hablé.-¿cuál es la pregunta?-

-se casarán en una semana.-

¿"Casamiento"?

-¿quién con quién?-pregunté mirado a mis padres.

-ustedes dos.-alto alto alto, ¿él y yo?

-es una broma, ¿verdad?-pregunta Leonardo.

-desgraciadamente no.-responde el señor Rodríguez.-las empresas están callendo en la quiebra y la única forma de que se recupere es una alianza.-

-entiendo, ¿y no pueden hacer alianza con otras empresa y ya?-

-por desgracia no, por el momento es la única manera.-

-pero eso no es...-

-Aby.-mi madre me interrumpió molesta.-basta.-

Esto es muy injusto. No dije nada más y seguí cenando, miraba de reojo a Leonardo, quién al parecer tampoco le agrado la noticia.

A mí parecer esto es una mala idea, no veo la manera de que está alianza nos salvé.

♦♦♦

Al terminar de cenar, subí a mi habitación sin decir nada, estoy segura de que más tarde vendrá mi madre a reprocharme por mi comportamiento.

Maldita sea, ¿por que a mí? ¿Por que con él? ¿Qué será de nosotros de ahora en adelante? No quiero ni imaginarmelo.

Admito que cuando era pequeña soñaba en terminar una carrera y después casarme con la persona que amara, veía las bodas en la televisión y soñaba con vestir un hermoso vestido color blanco... Más no me imaginé casarme con mi enemigo. Además, era solo una niña, las cosas ya cambiaron.

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MI ENEMIGO, MI ESPOSO. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora