Capítulo 3

217 26 15
                                    

Ella me ofreció un refresco y tomo uno para ella también, me mira sonriendo...

- Mejor te acompaño con el refresco no sea que quieras embriagarme y luego propasarte conmigo, ya sabes. - dice haciendo énfasis, con un gesto, en su cuerpo. Tratando de parecer seria.

- Ah, claro.. Es muy posible, mejor prevenir. - Las dos nos reímos.

- Bueno, señorita Andrea.. ¿Qué te trajo a este paraíso fiestero? No parece ser tu tipo de lugar..

- Pues... ¿Qué te hace pensar que no lo es? - le sonreí..

- No hagas trampas, yo pregunté primero, así que responde.. - dice levantando una ceja.

- Bueno, la vida supongo.. No sé, por primera vez quise hacer algo impulsivo, estaba algo desesperada, en eso un anuncio en Internet apareció, una cosa llevo a la otra, y aquí estoy hablando contigo. - le respondo alzando mis hombros despreocupadamente.

- Interesante.. Con respecto a tu pregunta, no luces como aquellas chicas - dice mientras hace un gesto con su mano hacia donde están un montón de chicas "bailando".. - Das una impresión distinta, te vi hace un rato y prestabas más atención al paisaje que a las personas..

- Pues si, eso de las orgías como que no me va - digo riendo mientras aun observo a las chicas - Soy más de un café y un libro.

- Eso es bueno - sonríe.. - Aunque tendrias que disfrutar un poco este lugar, si al final lo que querias era algo diferente.

- Eso trato, por eso acepté venir y hablar contigo.

- Buen punto, aunque tendrías que bailar, saltar, tomar hasta que no puedas más.. En fin, tienes que disfrutar.. - Me sonrojé con lo ultimo.

- Tal vez tengas razón, solo que no sé por donde empezar.. - Ella solo sonríe, se queda un poco pensativa, se levanta, toma mi mano y me lleva a la barra del bar, pide unas margaritas, me ofrece una.

- Hay que empezar por algo. - Miro la copa dudosa - Tranquila yo te cuidaré, y trataré de no aprovecharme de ti sin tu consentimiento - De nuevo debo parecer un tomate.

- Esta bien, confiare en ti.

Estuvimos tomando y bailando por no se cuánto tiempo, solo me perdía en sus ojos y en sus labios.. Ella se pegaba cada vez más a mi cuerpo y parecía tener los mismos pensamientos ya que su mirada se detenía en mis labios de vez en cuando..
Puse mis manos alrededor de su cuello en un momento de valentía, ya sea por el alcohol o por su aroma que me tenían enloquecida, me fui acercando a su boca, estaba tan perfectamente dibujada, su rostro estaba levemente ruborizado por el licor, mordí mi labio inferior, gesto que ella notó porque me empujo contra una pared que estaba cerca, llevó su mano a mi rostro, acaricio un poco mi mejilla con su pulgar, causando que una corriente invisible invadiera todo mi ser, recorrió mis facciones, continuó por mis labios y soltó la parte inferior que tenia aprisionado con mis dientes, su tacto lograba que se estremeciera todo mi interior, me tenia hipnotizada...

Se fue acercando más, su aliento rozaba mi piel, no aguantó más y juntó nuestras bocas en un beso, el dulce sabor del licor, sus suaves labios, su lengua que lentamente se adentraba a conocer la mía, mis dedos empezaron a enredarse con su cabello.. Fue un beso lento, delicado, podía tocar el cielo de todo lo que me estaba causando, pronto se sintió más desesperado, deseoso, mi cuerpo estaba reaccionando como hace mucho tiempo no lo hacia.. Y si, era ese beso que lo provocaba.

Nos detuvimos para tomar aire, su mano en mi cintura, sus ganas, podía notar el calor de su piel, me tenia a su merced.. Sin duda yo era la presa lista para ser atacada.

¿Realmente me podía dejar llevar?
Volvió a besarme, ésta vez mi poca cordura se encerró en una habitación y colocó un letrero de: No Molestar.

Ya sabia que esta Diosa griega me pondría el mundo al revés...

Sin Aliento. Where stories live. Discover now