XXXIII: "El baile"

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Edie

-No olvides que tengo que regresar por ti antes de las 10 -Advirtió Adam a través de la ventanilla a lo que ella asintió desde fuera.

Adam miró a los alrededores en busca del de rizos, la dejaba justo fuera de una fiesta que parecía inofensiva, incluso estaba dentro de una residencia, pero no quería dejarla entrar sola.

-No te preocupes -Le dijo- Él está adentro.

-¿Estás segura?

-Sí -Contestó con una sonrisa-. Anda, nos vemos en un rato.

Su preocupación no parecía desaparecer.

-Mejor te acompaño -Insistió quitándose el cinturón de seguridad.

-No -pidió de inmediato-. Por favor deja de ser tan preocupón.

-Me lo agradecerás luego -Continuó.

Si él entraba con ella no iba a encontrar a Matty.

-Adam basta -Interrumpió, de inmediato se inclinó hacia la ventanilla y depositó un beso rápido en sus labios-. Nos vemos en un rato.

Como lo esperaba, Adam se relajó y se marchó en su automóvil mientras ella miraba a su alrededor solo en caso de que Matty hubiese podido verlo.

Una vez el auto se halló fuera de vista, caminó unos metros hacia la esquina en la que Matty se encontraba esperándola. Llevaba su chaqueta de cuero de siempre y unos lentes sostenían su cabellera hacia atrás. Aceleró el paso cuando él se dio cuenta de su presencia y abrió ambos brazos para recibirla.

-Te ves hermosa -Comentó tomando su rostro entre ambas manos antes de tronarle un beso corto en los labios y abrazarla.

-Tu también -Dijo separándose-. ¿A dónde me llevas hoy?

-Hmmm -Fingió pensar-. ¿Te gusta bailar?

-Sabes que me gusta bailar -Murmuró entre una sonrisa.

-¡Oh! -sonrió de vuelta y ofreció su brazo para que ella lo tomara-. Vamos a bailar.

Matt

-Bienvenidos a La sala de Joey.

"La sala de Joey" era un lugar muy popular en la clase media, básicamente llevabas a tu chica a pasar una noche romántica, bailar y beber ponche, eso era lo que los jóvenes que sí estudiaban hacían.

Mientras Edie miraba el lugar, parecía ignorar el hecho de que los demás los miraban a ellos.

-Pueden beber lo que quieran durante su estancia -Comentó el molesto tipo que los había recibido después de haberle pagado las entradas. Matty se limitó a sonreír amablemente.

-¿Qué podemos beber además de ponche? -Preguntó con fastidio en voz baja mientras se adentraban.

-¿Qué? -Cuestionó la rubia prestándole atención de nuevo, pero él no le respondió-. ¿Por qué la gente nos mira de nuevo?

Ya había sucedido en la fiesta de Brigitte.

-Soy muy pobre para estar aquí y tu muy rica -Bromeó-. No lo sé.

Edie rodó los ojos con humor. Sonaban las canciones alegres del momento y los que no estaban ocupados viéndolos, bailaban con energía.

Matty la notó retraída, -normalmente ya lo habría hecho detenerse en el centro de la pista a sacar sus horribles pasos-, así que hizo que detuviera su caminata deslizando sus brazos para tomarla de la mano.

-¿Qué? -Volvió a preguntar.

-Vinimos a bailar -Contestó levantando sus brazos para que diera una vuelta. Misma que ella dio con una sonrisa.

You look so coolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora