Capítulo 57

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Pasada la primera semana en Canadá, todo estaba de maravilla, no podía pedir más, aprendí a tomar el bus, y se un poco más de la cultura de Brenna, lo cual me hacía sentir mucho más cercano a ella. Las cosas entre nosotros estaban funcionando a la perfección, si fuera así en Londres sería un éxito, pero allá siempre hay algo nuevo que debemos enfrentar, que yo debo de enfrentar. Aquí me sentía más tranquilo y menos alarmado.

Nathan estaba por salir del hospital, si situación era más grave de lo que pensaba, pero al menos él estaba bien y Brenna estaba feliz por eso. Me encontraba en silencio, sentado en el sillón de la habitación, mensajeándome con Bryan, quien no dejaba de preguntar cómo yo estaba, que, si estoy comiendo sano, aun estando lejos quiere controlar todo lo que como, si se entera de que fume un cigarrillo su regaño sería interminable.

Bryan 16:34

No dejes de tomar los antidepresivos, y no fumes, o bebas, recuerda que lo estás dejando.

Zack 16:34

Que molesto eres, estoy tomando los antidepresivos, pero lo otro no te lo prometo, dijimos que poco a poco.

Bryan 16:35

Ya recaíste, otra vez.

Zack 16:36

No es tan fácil, deja de fastidiarme, ¿acaso Kathia ya te dejó y no sabes con quien hablar?

Bryan 16:37

Te lo repetiré, si la ves no la reconoces, vivimos juntos Zack, pero no hablaré de ella, porque sé que te incomoda.

Zack 16:38

No me incomoda, ya la superé, tengo a Brenna, ¿lo olvidas?

Bryan 16:39

Tomate los antidepresivos, y deja de fumar, gran idiota.

Es el último mensaje que recibo de Bryan, vuelvo mi atención a Brenna quien en este momento está acomodando la ropa que Nathan usará para irse a casa mañana. Me levanto para buscar algo para merendar, pero en ese momento recibo una llamada de Thomas, se encuentra muy alarmado y alterado, lo cual me asusta inmediatamente, el solo está así cuando algo malo está sucediendo, la última vez que estuvo así fue cuando mataron a su prometida, desesperado y muy alterado.

—Tienes que irte ya de Canadá —demanda como si le estuviera faltando la voz.

—¿Por qué me dices eso? —pregunto incrédulo.

—Porque la abuela de Jenna acaba de llamar a su teléfono, pero Jenna está dormida, contesté y preguntó si tú y Brenna habían vuelto a Londres —explica con desesperación—. Se escuchaba rara, así que le pregunté qué pasaba y lo único que me dijo es que Fernández sabe dónde están.

—Mierda —susurro para mí mismo. Brenna y Nathan tienen su mirada en mí, me muevo de un lado a otro con el teléfono en el oído.

—¡Tienes que salir de ahí, ya! —grita del otro lado de la línea. Cuelgo la llamada y miro la pared frente a mí, pensando en que debería hacer, escucho la voz de Brenna llamarme, pero soy incapaz de responder. Dejo salir un suspiro frustrado y me volteo para estar frente a frente a Brenna.

—Tenemos que irnos de aquí —digo mientras tomo su mano con la intención de irme, pero me detengo a medio paso y dejo ir su mano.

—Mejor no, joder, ¿qué hago? —me cuestiono a mí mismo.

—Zack, ¿qué está pasando? —pregunta ella. Por mi expresión debe saber de qué se trata. Por un lado, es mejor quedarnos y enfrentar lo que sea que venga, o bien podemos irnos a Londres y dejar que Fernández no nos encuentre aquí, en Londres es poco probable que nos pueda hacer algo, porque después de todo, es alguien buscado y no le hará bien estar en Inglaterra. Miro a Brenna y le digo:

Escape: Zack ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora