Raras amistades

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Sus orbes azules miraban la pequeña fila frente a la mesa, no era como lo había imaginado en todos esos años, aun así era mejor que no tener nada, la fila no era muy larga, ni tampoco corta, se podría decir que había logrado firmas un total de veinte libros.

Una mano se posó sobre su hombro, giro su rostro para ver al hombre parado a su lado que le sonreía, bueno... esa era su primera vez y debía agradecer a las personas frente a ella. Las puertas de la pequeña biblioteca se abrieron, viendo pasar a la última persona que salía feliz con su libro autografiado; Marinette sonrió a la persona recién llegada.

-Llegas tarde.- dijo la azabache señalándolo con su pluma, el rubio coloco una mano tras su nuca.

-La excusa del tráfico ¿Aun vale?

-La has usado las últimas cinco veces no vale.- dijo con cierta maldad en sus palabras.- puedo apostarte una gran rebanada de pastel de chocolate a que te has quedado dormido sobre tu escritorio.

-Y yo puedo apostarte una malteada de vainilla a que la idea del café con sal fue tuya.- ambos se sostuvieron la mirada para la final sonreír ligeramente.- lo sabía. ¿Has guardado mi libro?

-Ambos sabemos que no lo leras, pero si, el segundo ejemplar es para ti.

Adrien no dudo en tomar el libro "Siete noches cautivos en ti" firmado por Ladybug, Alias que gustaba mucho a Marinette desde su tierna infancia.

Adrien y Marinette se conocían desde pequeños, y todo gracias a su hermano Félix, aunque en vida se categorizo como una persona seria y fría, realmente era todo lo contrario incluso su hermano quería dedicarse a la pedagogía y tratar con niños... ambos se conocieron puesto que él hermano mayor de Adrien era el "niñero" de Marinette, cosa que a sus padres no les molestaba.

-¿Puedo retirarme?- El sujeto a lado de Marinette le miro serio.- dudo que alguien más venga por un autógrafo, la novela no es muy popular.

El hombre asintió, Marinette tomo rápidamente sus cosas, para después tomar del brazo a Adrien y salir de la biblioteca, nada mejor que "festejar" su éxito que al lado de su mejor amigo. Ambos salieron de la biblioteca en dirección al parque, Marinette hablaba sobre como imaginaba este día y como resulto ser la realidad, Adrien por un lado le miraba con interés y al mismo tiempo no sabía que decirle su mente era todo un enredo, de lo que estaba seguro tenía que recuperar su equipo a como diera lugar.

-¿Me estas escuchando?- pregunto ella con un ligero puchero, el rubio le sonrió.

-Claro, te imaginaste la biblioteca llena de personas eufóricas por conseguir un autógrafo tuyo que muchos reclamasen que se agotaron los doscientos ejemplares y tratar de calmar a la muchedumbre.

-No es gracioso.- suspiro.- ¿Qué tal tu día? ¿Algo nuevo?

-Nada, parece que todos esperan atrapar a Chat Noir antes que al asesino más buscado por todo parís.- le dijo con resignación.- Gabrielle asegura que lo va atrapar aunque le cueste la vida

-Tu prima da miedo de muchas formas... ¿Nos veremos mañana verdad?

Adrien le sonrío mientras pasaba su brazo sobre los hombros de Marinette, y la pegaba más a su cuerpo.

-Sabes que detesto faltar a cosas importantes y lo de hoy no cuenta.- dijo rápidamente.- me eh quedado dormido y lo sabes, pero si mañana iremos a visitar a Félix... mejor vámonos te acompaño a tu casa.

Marinette pudo observar en aquellos alegres ojos la tristeza, por lo general siempre demostraba ser una persona alegre que le encontraba el mejor lado a las cosas incluso en su trabajo siempre encontraba lo bueno a todo, pero era solo una vez cada año que su semblante cambiaba, sus ojos adquirían un misterio profundo acompañado de la soledad, intento golpearse mentalmente de la nada ya tenía una nueva historia en mente, debía de concentrarse en su trabajo su próxima novela posiblemente podría llegar a los cines.

Un secreto entre los dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora